Exposición fotográfica de El Colef en el marco del Día Mundial del Refugiado
20 de junio de 2021

En los últimos años México ha sido escenario de grandes cambios en cuanto al fenómeno migratorio. Si antes la migración interna e internacional representaban algunos de los principales enfoques de este fenómeno, hoy en día esto se ha transformado, ampliando la mirada hacia poblaciones en condición de movilidad cuya motivación para migrar se relaciona a solicitudes de refugio y asilo.
Entre 2014 y 2019, el número de solicitudes de asilo registradas en México aumentó de 2,137 a 70,302, un incremento de más del 3.000 por ciento. También, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) indicó que durante el primer trimestre de 2021 la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), registró 22,606 nuevas solicitudes de asilo, representando un 31 por ciento más que en el primer trimestre de 2020. Marzo de 2021 marcó un máximo histórico para las solicitudes de asilo mensuales, llegando a registrar 9,076 solicitudes (ACNUR, 2021).
Aunque podría afirmarse que México pasó de ser un país de tránsito a uno de destino para migrantes que deciden quedarse en nuestro país, existe un gran número de personas en condición de movilidad que buscan asilo en Estados Unidos, enfrentándose a procesos largos e inciertos en las ciudades fronterizas del norte mexicano. Esta situación, orilla a mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes a vivir en condiciones de vulnerabilidad, resistiendo los climas extremos del norte del país, viviendo en improvisados campamentos y enfrentándose a obstáculos sin la garantía de que su solicitud de asilo será exitosa.

LA ESPERA PROLONGADA es una exposición fotográfica organizada por El Colef y convocada en el marco del Día Mundial del Refugiado, a partir de imágenes de once fotógrafas y fotógrafos en la región fronteriza Tijuana-San Diego. Las fotografías capturan los rostros de estas personas, sus miradas entre la angustia y la esperanza, así como la cotidianidad de sus vidas mientras aguardan la respuesta a su solicitud de asilo.
Las imágenes reunidas en esta exposición muestran que pese a las dificultades y la incertidumbre, aún hay lugar para las sonrisas, los juegos, la solidaridad, la ternura y el amor. Las fotografías ofrecen testimonios visuales que nos aproximan a la intimidad de estas personas, dejando entrever en sus semblantes lo difícil de su camino y lo lento del proceso, pero siempre la esperanza viva que los anima a conseguir su anhelado propósito.
A nombre de El Colegio de la Frontera Norte expreso mi felicitación y agradecimiento a las y los fotógrafos que integran esta exposición. También agradezco a Florisse Vázquez, Alfonso Caraveo y todas las personas de El Colef por esta iniciativa, la cual confio en que contribuirá a sensibilizar sobre las condiciones de vida de las y los refugiados y solicitantes de asilo en nuestro país.

Dr. Alberto Hernández Hernández
Presidente

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Una familia de Camerún quienes pretenden pedir asilo en EU, descansa en un albergue para migrantes en Tijuana, México.

David Maung, 2017

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Una mujer y su hija esperan la hora de la comida afuera de un albergue para migrantes en Tijuana. Ellas formaban parte de una caravana de centroamericanos quienes llegaron a Tijuana.

David Maung, 2018

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Jóvenes de El Salvador y Honduras juegan después de llegar a un albergue para migrantes en Tijuana. Ellos vinieron en una caravana de migrantes centroamericanos.

David Maung, 2018

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Un hombre que es parte de una caravana de migrantes centroamericanos celebra en la playa con otros migrantes después de haber llegado a Tijuana.

David Maung, 2018

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Un hombre y su hijo quienes son parte de una caravana de migrantes centroamericanos paran frente al muro fronterizo con otros migrantes después de haber llegado a Tijuana.

David Maung, 2018

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Ese día Grecia se encontraba llena de emociones porque ella y su familia entrarían a Estados Unidos, para iniciar su proceso de asilo humanitario. La violencia que azota a su país los obligó a salir huyendo sin prácticamente nada en las manos en busca de un destino incierto. Hoy Grecia respira por fin un aire de esperanza.

Alejandro Cossío

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Las familias migrantes que viven en campamentos en la ciudad de Tijuana, colocan pequeñas banderitas en las casitas donde duermen dejando claro hacia dónde apuntan sus ilusiones de encontrar una mejor vida.

Alejandro Cossío

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Siempre es hermoso ver que los niños todavía juegan a correr, brincar y que esto los divierte enormemente. Sin embargo, tuve sensaciones encontradas cuando me dijeron que jugaban a las pandillas, a matarse. Y precisamente es de las pandillas y la pobreza por lo que sus familias tuvieron que salir de sus países.

Alejandro Cossío

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Rosmary está viviendo con su pareja debajo de un puente en una pequeña casa de campaña, ahí en un campamento improvisado, en Tijuana, junto con otros mil quinientos migrantes que tienen la esperanza de recibir asilo humanitario por parte del gobierno de Estados Unidos. Rosmary no sabe bien a bien que pasará, pero ella trata de ser fuerte y seguir adelante con su vida.

Alejandro Cossío

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Cuando las familias tienen que abandonar sus países porque la pobreza y la violencia se han vuelto insostenibles, los más vulnerables son las niñas y los niños quienes van comenzando sus vidas y tienen el derecho de estar seguros y tranquilos, en un mundo que poco de eso les ha ofrecido.

Alejandro Cossío

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William, 40 años, refugiado camerunés, era profesor de biología en una escuela secundaria en su país de origen, Camerún, en África. Estuvo entre una gran cantidad de refugiados que buscaron asilo en los Estados Unidos a través de Tijuana, México, de la brutal dictadura militar de su país en el verano de 2019.

Carlos A. Moreno

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Una gran ola de la caravana de migrantes llegó hasta altas horas de la noche de ayer martes 20 de noviembre de 2018 desde Mexicali a Tijuana, México, en siete autobuses al Complejo Deportivo Benito Juárez. Se estimó que los que se encontraban en el refugio y los que entraron fueron aproximadamente 4,410 refugiados centroamericanos. Se rumorea que pronto se esperan más caravanas en un refugio ya abrumado y superpoblado, además de algunos residentes de la ciudad que tienen reservas hacia tantos migrantes que arriban.

Carlos A. Moreno

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Unos 300 migrantes centroamericanos buscaron asilo en Estados Unidos el 29 de abril de 2018, convergieron en el muro fronterizo de Playas de Tijuana y luego marcharon hacia la entrada fronteriza de El Chaparral. Ese día se permitió procesar a cincuenta refugiados, entre ellos miembros de la comunidad LGBT.

Carlos A. Moreno

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Cientos de integrantes de la caravana migrante intentaron ingresar a Estados Unidos eludiendo los cercos de seguridad instalados en la frontera entre Tijuana y San Diego; fracasaron en el intento y fueron reprimidos con gas y balas de goma dejándolos sin un posible recurso de refugio el domingo 25 de noviembre de 2018.

Carlos A. Moreno

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Cincuenta refugiados centroamericanos expulsados fueron dejados en una camioneta por el Grupo Beta, funcionarios de inmigración mexicanos, en la iglesia y refugio Templo Embajadores de Jesús, a millas de distancia de la frontera entre Estados Unidos y México en Tijuana, México, el sábado 10 de abril de 2021. La Administración Biden ha estado volando y deportando a miles de familias y niños de Texas a San Diego, California, y luego los ha llevado a través de la frontera a México sin la posibilidad de solicitar asilo.

Carlos A. Moreno

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Escuelita migrante en El Chaparral: Durante el campamento decenas de niños provenientes de diversos países centroamericanos y de diferentes estados de México se reunían durante las mañanas para seguir aprendiendo en medio de la incertidumbre que les rodeaba.

Aimee Melo, 2021

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Durante el campamento una madre carga a su bebé .

Aimee Melo, 2021

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En medio del campamento una migrante muestra sus documentos que prueban la tramitación que ha realizado para poder ingresar a los Estados Unidos.

Aimee Melo, 2021

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Hermanitos migrantes en la tienda de acampar que había sido su hogar durante dos semanas.

Aimee Melo, 2021

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En medio de la espera a solo unos días de haber llegado, los niños juegan en El Chaparral.

Aimee Melo, 2021

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Marcia es una mujer procedente de Honduras y actual residente en El Chaparral, ella carga un par de cubetas de agua como una actividad cotidiana para lavar su ropa, trastes e higiene personal.

Lisbeth Chávez

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Daniel, un joven procedente de Honduras posa en la casa de campaña en la que vivió los últimos 4 meses desde su llegada al campamento El Chaparral.

Lisbeth Chávez

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María originaria de El Salvador sostiene en sus brazos a su hijo de un mes de nacido, un niño tijuanense. En El Chaparral se organizó con Yolanda procedente de Honduras y juntas con sus familias venden “Baleadas” una comida típica hondureña.

Lisbeth Chávez

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Yolanda prepara “Baleadas”, en su negocio improvisado dentro del campamento El Chaparral, ahí junto con su esposo y amigos salvadoreños organizan su negocio de comida “Donde la güera”, los residentes del lugar le compran desayuno y comida.

Lisbeth Chávez

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Daniel cruza a Estados Unidos para iniciar su proceso de asilo junto con sus familiares en Los Ángeles, California.

Lisbeth Chávez

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Familia migrante en el puente del Chaparral: Las familias migrantes hacen frente a muchas adversidades, en Tijuana generalmente las noches son muy frías, las casas de campaña resisten el aire y la brisa, la lluvia y el frío se traspasa.

Alfonso Caraveo, Archivo El Colef, Febrero 2021

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Fila para recibir alimentos: Distintas agrupaciones principalmente civiles y religiosas llevan alimentos al campamento de El Chaparral. Algunos los llevan preparados, otros instalan una cocina móvil para preparar y proporcionar una comida caliente. A decir de las personas entrevistadas durante los meses que ha estado el campamento no ha faltado comida ni un solo día.

Alfonso Caraveo, Archivo El Colef, Junio 2021

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Dibujos de la familia migrante: Douglas espera con su esposa y su hija en una pequeña casa de campaña. Aprovecha el tiempo y su talento dibujando a su familia y a integrantes del campamento, la añoranza y la espera es plasmada en sus dibujos.

Alfonso Caraveo, Archivo El Colef, Junio 2021

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Que la espera no te aburra: Junto a la explanada de El Chaparral, se ubica una pantalla con anuncios publicitarios. Los mensajes corren secuencialmente, principalmente se reproducen mensajes de negocios que invitan a comprar del otro lado de la frontera. La luz de la pantalla sirve en parte para iluminar parte de la plaza a los migrantes.

Alfonso Caraveo, Archivo El Colef, Marzo 2021

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La lluvia: Una condición natural que no favorece a las familias migrantes. A decir de varios testimonios, el agua traspasa las casas de campaña, moja sus pertenencias y a las personas. La desesperación es notoria.

Alfonso Caraveo, Archivo El Colef, Marzo 2021

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La espera: En la plaza del Chaparral está la palabra México y Tijuana. Las letras de amplio tamaño sirven ahora como bancas y soportes para detener estructuras y casas de campaña

Alfonso Caraveo, Archivo El Colef, Febrero 2021

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Velas encendidas durante la vigilia de protesta por la muerte de la migrante de El Salvador Victoria Esperanza Salazar, en la frontera entre México y Estados Unidos en Tijuana, B.C.; el 2 de abril de 2021. Salazar, que estaba refugiada en México desde 2017, murió de una fractura de cuello mientras era detenida por cuatro policías de Tulum, Quintana Roo, el 27 de marzo de 2021.

Guillermo Arias.

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Yadiel García y su padre Fabricio, de Honduras, de rodillas mientras rezan durante la manifestación por políticas migratorias más claras por parte del gobierno de Estados Unidos, en el puerto de cruce de San Ysidro en Tijuana, B.C.; el 2 de marzo de 2021.

Guillermo Arias.

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Una niña camina cerca de las tiendas de campaña en un campamento improvisado de migrantes y solicitantes de asilo en las afueras del puerto de cruce El Chaparral, mientras esperan que las autoridades estadounidenses les permitan iniciar su proceso migratorio en Tijuana, B.C. el 11 de marzo de 2021.

Guillermo Arias.

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Vista aérea de niños migrantes tomando clases en el campamento de migrantes y solicitantes de asilo en el puerto de cruce El Chaparral mientras esperan que las autoridades estadounidenses les permitan iniciar su proceso de migración en Tijuana, B.C. el 17 de marzo de 2021.

Guillermo Arias.

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Una niña migrante mira a los solicitantes de asilo que entran a Estados Unidos en el cruce de San Ysidro en Tijuana, Baja California, México; el 10 de mayo de 2021.

Guillermo Arias.

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911 Un llamado de Auxilio, padre e hijo bajan de 'La Bestia' en la frontera.

Víctor Medina. Mexicali, México. Marzo, 2019

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El muro.

Víctor Medina. Febrero, 2019

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Un migrante queda atrapado en el muro fronterizo de 9 metros en la frontera entre México y Estados Unidos en Mexicali.

Víctor Medina. Marzo, 2019

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Rosa y Steven en su intento frustrado de cruzar la frontera por Tijuana.

Víctor Medina. Noviembre, 2018

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Una pequeña migrante de 9 meses de edad llega junto a su familia a la frontera para intentar pedir asilo en Estados Unidos.

Víctor Medina. Abril, 2018.

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El camino del migrante.

Víctor Medina. Noviembre, 2018.

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Besos y refugio. Una niña juega con su hermano menor, ambos de origen centroamericano, en el interior del albergue Embajadores de Jesús, mientras sus padres salen a buscar la manera de obtener asilo en Estados Unidos.

Joebeth Terriquez

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Firmes. Un hombre de origen venezolano hace un saludo a su bandera antes de saltar el muro acompañado de un grupo de centroamericanos que decidieron ingresar de manera ilegal a Estados Unidos para solicitar asilo.

Joebeth Terriquez

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La casita azul. ¿Y han pasado fríos?- le pregunté. -No, vivo en la casita azul ahí está bien calientito. -¿Y dónde nació su niña? -Ella nació en Chiapas -¿Entonces es Haitiana Mexicana verdad? -Pues algo así, me contestó.

Albergue Movimiento juventud 2000. Gaba Cortes, 2017

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Omar Martínez, Tijuana, Baja California, México.

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Omar Martínez, Tijuana, Baja California, México.

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Omar Martínez, Tijuana, Baja California, México.

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Omar Martínez, Tijuana, Baja California, México.

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Omar Martínez, Tijuana, Baja California, México.