Los seres humanos son diversos desde todos los ángulos de vista posibles. Esto, desde luego, prepara el escenario para discriminar a aquellos que son menos iguales que los otros. En un país hundido en la violencia y la corrupción, como lo es México, esta problemática enraíza profundamente en todas las capas y aristas de nuestra sociedad, hasta en aquellas que, en principio, deberían verse conformadas por un aura de compañerismo, armonía y respeto a las diferencias fundamentales.
Este problema tan extendido, sin embargo, carece de un adecuado desarrollo de políticas y reformas jurídicas que busquen solucionarlo. Los grupos vulnerados por estas violencias, abandonados o disminuidos por el Estado y sus instituciones, carecieron durante mucho tiempo de un sistema de leyes que los amparasen y velasen por el cumplimiento de sus derechos. No es hasta principios de este siglo que el gobierno mexicano empieza a pensar en la desventaja existencial que esto constituye para variadisimos sectores demográficos (delimitados según criterios de etnia, género, religión, edad y estrato socioeconómico), y a organizar comisiones y reformas a leyes para nivelar las justicias.
De estos esfuerzos por parte del estado y de su efectividad se encarga de indagar el volumen coordinado por Gerardo Ordóñez Barba, en colaboración con José Antonio Beltrán Morales, Redi Gomis Hernández, Carolina Gonzáles Gonzáles y Aida Silva Hernández: Diversidad vulnerada. Discriminación y política de protección del derecho a la igualdad en Baja California Sur. De esta manera, con esfuerzos coordinados, además, entre varias instancias de investigación pública, se eligieron cinco estados para llevar a cabo estos análisis, siendo uno de ellos el vecino Baja California Sur.
El capitulado y la estructura obedecen, como se aclara desde el principio, a criterios de ordenamiento epistemológico y metodológico que ayuden a cercar el problema de manera crítica e íntegra, con la noción de que los datos estadísticos sobre los cuales descansa gran parte de la exégesis han cambiado pero continúan constituyendo un grueso de información valiosa para radiografiar la situación de los derechos de las personas vulnerables en la entidad, así como un sondeo de los esfuerzos realizados desde el estado para combatir las distintas discriminaciones y su raíces sociológicas, políticas y culturales.
En ese sentido, se entiende que el tercer y cuarto capítulo del volumen obedezcan a la revisión de los casos denunciados y observados de discriminación en el estado de Baja California Sur, teniendo como principal fuente de estudio la experiencia de cinco subconjuntos de dicha sociedad: las mujeres los jóvenes, las personas con discapacidad, las que padecen VIH-SIDA y las que tienen preferencias sexuales distintas a la heterosexual.
Naturalmente, el quinto y último capítulo focaliza los comentarios de los lectores y las personas imbricadas directamente en las relaciones sociales que presuponen estructuras jerárquicas de dominación. Aquí, se trata de saber qué piensan los propios vulnerados de las propuestas de políticas públicas emitidas por la academia en base a los resultados obtenidos a lo largo de todo el proceso de la investigación.
Si bien los resultados arrojaron hallazgos favorecedores para la entidad, al punto de que se le puede considerar un estado a la vanguardia en materia de esta clase de derechos, quedan remanentes de pensamiento conservador, misoginia y xenofobia, que obstaculizan el pleno desarrollo de dichos sectores poblacionales, y que deben ser atendidos en toda su magnitud lo más pronto posible.
El libro se encuentra disponible a través de: https://libreria.colef.mx/detalle.aspx?id=7807