Las caravanas migrantes ofrecen demasiados frentes para el estudio socio y antropológico. A pesar de que es innegable que muchos de sus motores y causalidades primarias están relacionados con la violencia en cualesquiera de sus formas, también es cierto que existen otros detonantes o modificadores adyacentes de la experiencia personal atravesada por una persona en contexto de movilidad rumbo a su destino.
Ya hemos, por este mismo medio, analizado una publicación que estudiaba a los deportes como generadores de identidad social y articuladora de comunidades. Se tomaba una actividad lúdica y atlética, imbricada en densas tramas culturales, como vía de acceso a la nueva realidad impuesta por el país de destino, como manera de sortear obstáculos y atravesar vacíos legales en pos de una experiencia migrante más humana. El amor, para la presente obra, acude como algo que quizá se distancie lo suyo en cuanto a temática (amor/deporte), pero que le es paralela en el sentido de articular la teleología de una experiencia de movilidad, de tejer redes afectivas y de sortear adversidades inherentes a los contextos de neo-movilidad.
Con ello en mente, el doctor Oscar Misael Hernández-Hernández se adentra en la experiencia romántica de dos jóvenes migrantes centroamericanos en su travesía desde Honduras hasta la Tamaulipas. Tal crónica está redactada por lo que el autor entiende como una etnografía íntima, en la que los conocimientos adquiridos y fenómenos registrados se sitúan en un horizonte preciso de subjetividad. Por ello, el relato que se hace de la relación entre Marco y Adriana, él salvadoreño y ella hondureña, está escrito desde la primera persona del investigador, asumiendo en todo momento la noción de que estamos ante la narrativa de una narrativa.
A través del relato de una relación amorosa “caravanera”, caracterizada por un subyacente vínculo de fragilidad y fugacidad, derivada de la naturaleza transitoria de los desplazamientos de cada involucrado, se transparentan muchos de los matices que involucran la experiencia de una migración en la era posmoderna: los riesgos implícitos al moverse por ciertas zonas, las trabas burocráticas, los influjos climáticos y la dinámica de los lazos emocionales durante la travesía dentro de caravanas.
Asimismo, queda explícita la necesidad de establecer, dentro del campo de los estudios migratorios, nuevas epistemes que trasciendan el ya conocido radio de las tipologías de la violencia migratoria, no por no considerar estos últimos como no importantes, sino por reconocer su intersección con otras facetas de la experiencia migratoria. Todo plasmado, como se aclaró, desde la perspectiva de una etnografía que se vive, que se plasma en viva voz y en el marco de una cosmovisión subjetivada en un cuerpo.
Se profundiza también en el aspecto de la caravana como cuerpo, como estructura corpórea que proporciona una amalgama protectora a los miembros pertenecientes a ella, así como permitiéndoles acceder a una serie de facilidades sociales por tratarse de un grupo que representa, debido a ello, un interés mayoritario que gana peso frente al estado y el capital.
El libro se encuentra disponible a través de: https://libreria.colef.mx/detalle.aspx?id=7934