Acciones por la restauración del Río Colorado

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jueves 18 de junio de 2015

Con una longitud de 2250 km, el Río Colorado nace en los estados de Wyoming y Colorado en Estados Unidos y recorre los territorios de Utah, Arizona, Nevada y California, y en México atraviesa las llanuras de Baja California y Sonora desembocando en el Golfo de California o Mar de Cortéz.

Desde épocas inmemoriales, las poblaciones aledañas aprovechaban el río para la pesca, agricultura, canal de transporte e incluso para esparcimiento. Sin abusar del recurso, lo usaban de manera sustentable, permitiendo el curso de la vida en el ecosistema sin degradación ambiental. La fauna y flora del delta del Río Colorado eran sustento para estas poblaciones, sin embargo, en la década de los 60 disminuyó el tamaño del flujo hasta dejarlo casi seco.

El 20 de noviembre del 2012 se reunieron representantes de México y de Estados Unidos en la ciudad de Coronado, California, para considerar medidas conjuntas de cooperación internacional, con el fin de atender los aspectos de manejo del agua en la cuenca del Río Colorado, para lo cual se firmó la Acta 319.

El Acta 319 del tratado internacional de las aguas, es una medida de cooperación internacional entre México y Estados Unidos, con una vigencia de 5 años. Por primera vez, dos naciones hacen un acuerdo para regresar al Río Colorado el preciado recurso que solía correr por su delta.

El Sonoran Institute y Pronatura Noroeste, entre otros, trabajan en el Delta del Río Colorado desde 1996. En 2005 se presentó un informe ante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), resultando una iniciativa de colaboración con organizaciones gubernamentales. En 2012 se empezó la restauración. Organizaciones, asociaciones y comunidades en ambos lados de frontera, unieron esfuerzos para restaurar el delta del Río Colorado, cuya desembocadura es actualmente protegida por el gobierno mexicano

Con este acuerdo se busca reestablecer las condiciones mínimas que se vivían en el delta. La intervención del hombre le significó degradación, y ahora pretende devolverle la posibilidad de recuperación. Sin embargo, ésta no será sencilla ya que se perdieron cerca del 80% de los humedales. Se espera la restauración de alrededor de 950 hectáreas de diversos hábitats, humedales y sistemas riparios.

El restablecimiento del Río Colorado es una de las acciones medioambientales más importantes de la zona. Es una negociación binacional en pro del medio ambiente. Se abrieron alrededor de 150 hectáreas para que pasara el flujo pulso, con una longitud de 8 km. Adicionalmente, se plantaron árboles esperando que el río hiciera su parte al momento de fluir.

Las organizaciones participantes de la restauración monitorean la liberación del flujo con el fin de seguir aprendiendo cómo funciona ese ecosistema y así poder diseñar los componentes ambientales a futuro de una mejor manera. Sus observaciones giran en torno a: ¿qué pasa con este flujo?, ¿cómo se mueve el agua?, ¿qué tan rápido?, ¿cómo se infiltra?, ¿qué zona se inunda?, ¿cómo responde la vegetación? y ¿cómo responde la vida silvestre?

Al devolver agua al Río Colorado, el ecosistema se regenera. Hoy hay 60,000 hectáreas de hábitat restituidas (equivalente a 5 millones de campos de soccer). Después de haber explotado al delta hasta su sequía, van 195,000,000 de m3 de agua suministrada al delta (el agua de 78,000 piscinas olímpicas). Gracias a la restauración del Río, se espera que sirva de nuevo como estancia temporal para las 200 mil aves migratorias que visitaban sus humedales.

La esperanza de la restauración está cimentada en que el agua del Delta está protegida legalmente para fines ambientales, sin depender de agua sobrante o accidental. Hay una estrategia sólida de protección del agua por parte de ambos gobiernos.

Para conocer sobre el proyecto, te invitamos a ir al sitio web.El Río Colorado nace al pie de las montañas del Estado de Colorado en Estados Unidos. Con una longitud aproximada de 2500 km, pasa por los Estados de Utah, Arizona, Nevada, California y en México por las llanuras de Baja California y Sonora, desembocando en el golfo de California, también conocido como Mar de Cortez.

Desde épocas inmemoriales, las poblaciones aledañas aprovechaban el río para la pesca, agricultura, canal de transporte e incluso para esparcimiento. Sin abusar del recurso, lo usaban de manera sustentable, permitiendo el curso de la vida en el ecosistema sin degradación ambiental. La fauna y flora del delta del Río Colorado eran sustento para estas poblaciones, sin embargo, en la década de los 60 disminuyó el tamaño del flujo hasta dejarlo casi seco.

El 20 de noviembre del 2012 se reunieron representantes de México y de Estados Unidos en la ciudad de Coronado, California, para considerar medidas conjuntas de cooperación internacional, con el fin de atender los aspectos de manejo del agua en la cuenca del Río Colorado, para lo cual se firmó la Acta 319.

El Acta 319 del tratado internacional de las aguas, es una medida de cooperación internacional entre México y Estados Unidos, con una vigencia de 5 años. Por primera vez, dos naciones hacen un acuerdo para regresar al Río Colorado el preciado recurso que solía correr por su delta.

El Sonoran Institute y Pronatura Noroeste, entre otros, trabajan en el Delta del Río Colorado desde 1996. En 2005 se presentó un informe ante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), resultando una iniciativa de colaboración con organizaciones gubernamentales. En 2012 se empezó la restauración. Organizaciones, asociaciones y comunidades en ambos lados de frontera, unieron esfuerzos para restaurar el delta del Río Colorado, cuya desembocadura es actualmente protegida por el gobierno mexicano

Con este acuerdo se busca reestablecer las condiciones mínimas que se vivían en el delta. La intervención del hombre le significó degradación, y ahora pretende devolverle la posibilidad de recuperación. Sin embargo, ésta no será sencilla ya que se perdieron cerca del 80% de los humedales. Se espera la restauración de alrededor de 950 hectáreas de diversos hábitats, humedales y sistemas riparios.

El restablecimiento del Río Colorado es una de las acciones medioambientales más importantes de la zona. Es una negociación binacional en pro del medio ambiente. Se abrieron alrededor de 150 hectáreas para que pasara el flujo pulso, con una longitud de 8 km. Adicionalmente, se plantaron árboles esperando que el río hiciera su parte al momento de fluir.

Las organizaciones participantes de la restauración monitorean la liberación del flujo con el fin de seguir aprendiendo cómo funciona ese ecosistema y así poder diseñar los componentes ambientales a futuro de una mejor manera. Sus observaciones giran en torno a: ¿qué pasa con este flujo?, ¿cómo se mueve el agua?, ¿qué tan rápido?, ¿cómo se infiltra?, ¿qué zona se inunda?, ¿cómo responde la vegetación? y ¿cómo responde la vida silvestre?

Al devolver agua al Río Colorado, el ecosistema se regenera. Hoy hay 60,000 hectáreas de hábitat restituidas (equivalente a 5 millones de campos de soccer). Después de haber explotado al delta hasta su sequía, van 195,000,000 de m3 de agua suministrada al delta (el agua de 78,000 piscinas olímpicas). Gracias a la restauración del Río, se espera que sirva de nuevo como estancia temporal para las 200 mil aves migratorias que visitaban sus humedales.

La esperanza de la restauración está cimentada en que el agua del Delta está protegida legalmente para fines ambientales, sin depender de agua sobrante o accidental. Hay una estrategia sólida de protección del agua por parte de ambos gobiernos.

Para conocer sobre el proyecto, te invitamos a ver documental realizado por El Colegio de la Frontera Norte en el siguiente enlace: Reescribiendo la historia del Río Colorado.

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