[:es]Aunque históricamente los migrantes en tránsito por México han sido primordialmente hombres, los eventos de deportación que involucran a mujeres van en aumento.
La migración de mujeres provenientes del sur de México a la frontera norte y a Estados Unidos se ha incrementado considerablemente en los últimos 15 años. Durante los primeros tres meses de 2014, el porcentaje de mujeres con destino a Estados Unidos fue del 21.7, a finales de ese año llegó a 35.3 por ciento. En 2015, vemos algo similar: 23.6 por ciento a principios de año y 41.8 por ciento a finales.
¿Sabías que la presencia de mujeres migrantes no es una novedad? En años anteriores el boom de la industria maquiladora en la frontera norte detonó una gran cantidad de flujos migratorios, ya que en sus inicios eran mujeres las que fácilmente conseguían empleos en ese sector.
Por un lado, podemos observar que son más las mujeres que llegan, pero también, en el otro extremo, más mujeres regresan. En cuanto a Guatemala, Honduras y El Salvador, entre enero y septiembre de 2015 se registraron 20,085 eventos de deportación de mujeres desde México hacia estos lugares.
El aumento más notorio ocurre entre las mujeres migrantes de origen guatemalteco, pues en 2013 se registraron 3,628 eventos, en 2014 fueron 6,177 y para los primeros nueve meses de 2015 la cifra alcanzó los 8,596 eventos, esto según datos de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte y Sur de México (Emif).
En su intento de cruce, los migrantes (tanto mujeres como hombres) suelen ser detenidos por diferentes autoridades con capacidades y protocolos de aprehensión desiguales. Algunas de ellas no están entrenadas para tratar específicamente con asuntos migratorios: los puede detener la Patrulla Fronteriza, al igual que algún integrante de la policía local.
Las mujeres migrantes son más propensas ante los procesos de detención y deportación de Estados Unidos y también aquellas que transitan por México; pero no sólo es eso, muchas de ellas deben separarse de sus familias, lo cual es algo muy severo y de alto costo emocional.
Las razones de migración pueden ser muchas pero las consecuencias algunas veces suelen ser más y peores, por ello es necesario que estas personas cuenten con instituciones gubernamentales o no gubernamentales que les brinden apoyo; pero eso ya es otro tema.
Información obtenida de los trabajos realizados por los investigadores, la Dra. Melissa Ley Cervantes y el Dr. Jesús Javier Peña Muñoz, del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef).
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