En octubre de 2018, el grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC) publicó un informe sobre los impactos del calentamiento global. Dentro de sus hallazgos y recomendaciones, el documento señala que hay ventajas para los seres humanos y los ecosistemas naturales si el calentamiento global se mantiene en 1,5°C en vez de 2°C. El informe destaca una serie de impactos del cambio climático que podrían evitarse, por ejemplo, para 2100, el aumento del nivel del mar mundial sería 10 cm más bajo con un calentamiento global de 1,5°C. Las probabilidades de tener un Océano Ártico sin hielo durante el verano disminuirá a una vez por siglo con el máximo en 1,5ºC, en lugar de una vez por década, si la marca se establece en los 2ºC. Los arrecifes de coral disminuirían entre un 70 y 90 por ciento con un calentamiento global de 1,5 ° C, mientras que con 2ºC, se perderían prácticamente todos.
Como parte de esta agenda, se plantea mantener la temperatura por medio del desarrollo sostenible, en busca de proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos en el mundo. En esta edición de El Correo Fronterizo se abordará el concepto del desarrollo sostenible así como algunos trabajos realizados por académicas y académicos de El Colef sobre temas relacionados a la sostenibilidad y la frontera norte de México.
¿QUÉ ES EL DESARROLLO SOSTENIBLE?
En 1987, la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas publicó el informe Our Common Future, From One Earth to One World, en el cual se acuñó una definición sobre el desarrollo sostenible: “El desarrollo que cubre las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades” (WCED, 1987). Por otro lado, de acuerdo a María Eugenia González, Ricardo Santes, César Fuentes y Sergio Peña, el tema del desarrollo sostenible se fundamenta en tres pilares: economía, sociedad y medio ambiente, y señalan que en los hechos las políticas internacionales y nacionales giran en torno al uso de los recursos; dado que el objetivo de los países (desarrollados y en vías de desarrollo) es el crecimiento económico y la materia prima para llevar a cabo las actividades, que es extraída de la naturaleza.
Sin embargo, el panorama ha cambiado a más de 20 años de cuando surgió tal definición, por ello la y los especialistas señalan que otros puntos de vista acerca de la definición de desarrollo sostenible debe reconceptualizarse dentro de la perspectiva de los estudios-urbanos ambientales. Es decir, tener una perspectiva de la sostenibilidad urbana que está directamente relacionada con el aspecto económico, social, ambiental y con el desarrollo (Allen, 2009). Por lo cual la sostenibilidad urbana se compone de diferentes aristas: sostenibilidad económica, social, ecológica, ambiente construido (infraestructuras) y política.
LA IMPORTANCIA DE LA INFRAESTRUCTURA VERDE EN LAS CIUDADES.
En las ciudades es común encontrar áreas verdes en parques, camellones y en plazas, sin embargo estos espacios suelen ser utilizadas con fines sociales-recreativos o meramente decorativos. Adem[as, Lina Ojeda y Yazmín Ochoa señalan que la existencia de una red de áreas con cubierta vegetal (infraestructura verde) contribuye a la regulación de inundaciones y a la recarga de los mantos acuíferos; se reduce la erosión, los fenómenos que producen la pérdida de gran cantidad del suelo fértil y la necesidad de desazolvar los drenajes, así como de recolectar y transportar el sedimento depositado por las lluvias, que a su vez producen deterioro en las viviendas y vialidades (2019).
A través del trabajo “Infraestructura verde para Tijuana, México”, Ojeda y Ochoa, señalan que la ciudad ocupó progresivamente las áreas con pendientes no aptas, quedaron grandes áreas con urbanización incompleta. Aunque el trabajo se enfoca en una región exacta, la situación de ciudades o metrópolis que crecen de manera desordenada puede darse en cualquier parte, dada la tendencia, que va en aumento, de las personas a trasladarse a los centros urbanos. Ante estos escenarios, los gobiernos se enfocan en construir viviendas o las personas se asientan de manera irregular, en cualquiera de los dos casos, cuando una comunidad se ha establecido, se torna complicado la creación de nuevos espacios verdes.
Bajo esta visión una propuesta de infraestructura verde quedaría enmarcada en la legislación ambiental y de asentamientos humanos, incluidos los planes y programas de desarrollo urbano de todos los niveles de gobierno. Los elementos centrales a considerar serían las áreas protegidas, las áreas verdes urbanas y consideraciones en materia de reducción de riesgos (Ojeda, Ochoa, 2019). Ambas investigadores señalan que el concepto área verde debe ampliarse de una visión tradicional a una que incorpore otros tipos de áreas verdes dentro y fuera del espacio urbano, adecuadas a las condiciones urbanas y ecológicas particulares.
LA RELACIÓN ENTRE POBREZA Y MOVILIDAD
El tema de movilidad urbana, cómo se trasladan de un punto a otro las personas en los ambientes urbanos, suele enfocarse en los automóviles y, por ende, en las emisiones del dióxido urbano. Si bien es un tema importante y de gran relevancia en los efectos del calentamiento global, los estudios de movilidad urbana también se realizan en torno a la accesibilidad e inclusión.
César M. Fuentes, en su trabajo “Movibilidad urbana insostenible y exclusión socioespacial de la población de bajos ingresos en Ciudad Juárez, Chihuahua (2000)”, señala que, en dicha ciudad fronteriza, la sostenibilidad urbana está condicionada por su estructura económica y urbana. Comenta que más del 50% del empleo urbano se concentra en la industria maquiladora en ocupaciones de baja calificación y, como resultado de esto, con bajos salarios.
La relación entre bajos ingresos y movilidad en Ciudad Juárez, de acuerdo al trabajo de César Fuentes, se encuentra que 26 parques industriales se localizan a lo largo de las principales vialidades que comunican la ciudad al interior y con los cruces internacionales. En contraste, los sectores de bajos ingresos -algunos trabajadores de la industria maquiladora- residen en la periferia urbana.
Opciones como la bicicleta o caminar se vuelven poco viables, y las y los trabajadores optan por vehículos motorizados; automóvil propio o transporte público, lo que implica un costo adicional para las personas; sea por el costo de la gasolina o por las tarifas de los pasajes.
En este sentido, César Fuentes, señala que es necesario que las estrategias y políticas de movilidad urbana de los gobiernos locales inviertan mayores recursos no sólo en vialidades para la movilidad motorizada, sino que también se destinen apoyos para obras de equipamientos urbano que permitan el uso de modos de transporte sustentable, tomando en consideración la dispersión urbana y los ingresos de las personas.
EL SISTEMA ECONÓMICO Y EL MEDIO AMBIENTE
Parte fundamental del desarrollo sostenible es poder mediar entre la preservación de los recursos naturales y el desarrollo económico. Sin embargo, un tema que ha estado presente en cuanto a los patrones de consumo y el impacto medioambiental es el uso de plásticos. En entrevista (Correo Fronterizo, Marzo 2019), Ricardo Santés señaló que en todo el mundo se compran 1 millón de botellas de plástico por minuto. Cada año se usan 5 billones de bolsas plásticas desechables. 50% de todo el plástico producido está diseñado para usarse una sola vez.
En cuanto a los residuos, 10% de todos los residuos generados por el ser humano son plástico. Cada año se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos; y se requieren cientos de años para que se degrade en el ambiente pero nunca se degrada por completo. El plástico de las bolsas, se va fragmentando hasta convertirse en micro plástico, mismo que se van al mar y al pasar por la cadena trófica regresan a nuestra mesa por medio de los alimentos.
Es por ello que señala que, aunque la concientización hacia el medio ambiente y desarrollo sostenible debe darse también en un sentido individual, el esfuerzo mayor debe darse orientado al sistema económico que es quien crea las necesidades, la gente es el consumidor último. Llegar al mercado y utilizar las bolsas, comprar botellas de plástico o cualquiera de los productos con envases o envolturas de materiales contaminantes (shampoo, papas fritas, jugos, refrescos, etc) es una consecuencia de la oferta.
Se debe considerar que la producción de plásticos también conlleva un uso de petróleo; a mayor producción de plástico más petróleo se consume y se generan mayores producciones de gases contaminantes. La industria debe ser proactiva y consciente de sus acciones, un desarrollo sostenible permite visualizar un futuro dado que cada recurso natural será utilizado de forma óptima y sin impactar en el medio ambiente.
Este Día Mundial Contra el Cambio Climático (24 de octubre), debemos recordar la responsabilidad que tenemos de preservar el planeta, ya que, como dijo Carl Sagan, es, el único hogar que jamás hemos conocido.
REFERENCIAS:
Fuentes, C., & Peña, S. (Coords) (2019). Desarrollo Sostenible en la Frontera Norte de México (1st ed., pp. 13-20, 25-80). Tijuana: El Colegio de la Frontera Norte.
Prohibición de bolsas de plástico, sistema económico y protección del medio ambiente. (2019). [In person]. El Colegio de la Frontera Norte. Disponible en: https://www.colef.mx/estemes/prohibicion-de-bolsas-de-plastico-sistema-economico-y-proteccion-del-medio-ambiente/