En el año 2000 el Dr. Djamel Toudert publicó el artículo “La WWW en la frontera norte mexicana. Hacia un descubrimiento de una dimensión desconocida” en el cual analizó las dinámicas generadas por la llegada de la World Wide Web y el Internet a la frontera norte de México. Este análisis, pionero en el país, marcó el inicio de una nueva línea de investigación en la región norte de México, a través de un enfoque multidisciplinario con el objetivo de identificar las relaciones entre el ser humano y la tecnología.
En esta edición de El Correo Fronterizo, a 20 años de su publicación, retomamos el artículo del Dr. Djamel, así como una entrevista en la cual se abordaron cuestiones históricas, percepciones y la actualidad del Internet en México.
LA ESPERANZA DEL NUEVO MILENIO
La entrada en funcionamiento de la red mundial, o WWW (por sus siglas en inglés: World Wide Web), a principios de 1991, como la nueva red de información global, fue el punto de partida para la configuración de la Internet tal como se la conocemos hoy en día (Toudert, 2000). A casi dos décadas, el Dr. Djamel explica que el Internet es el conjunto de redes y no solo una red como se expresa coloquialmente. “Una de esas redes es la web, que es una red dentro de Internet que no es la totalidad de la Internet, la otra es el correo electrónico, redes privadas y públicas. Hay otras redes corporativas, por ejemplo las redes de El Colef, a las cuales solo tenemos acceso los que estamos dentro de la institución”.
Al escribir y publicar el artículo “La WWW en la frontera norte mexicana. Hacia un descubrimiento de una dimensión desconocida” sin duda el contexto nacional e internacional era otro y el Internet, así como la conexión a la red, eran una novedad y esperanza para muchos sectores de la población. Antes de estar al alcance del grueso de la población, el Internet y las web solo eran de acceso académico y militar. “ La primera página web fue en 1994, del Tecnológico de Monterrey, dos o tres años después siguió la de la Universidad de Guadalajara”.
En el plano internacional, el Dr. Djamel recordó como durante la década de los 90´s se vivía un sueño y un clima esperanzador del Internet, en donde jóvenes creaban páginas web (fuera del ámbito académico y militar) en donde los bancos les otorgaban préstamos de millones de dólares, porque se esperaba generar grandes negocios y flujo de capital, esto no sucedió y en 2000-2001, explica el especialista, la burbuja del índice Nasdaq -indicador bursátil de Estados Unidos- reventó ya que financieramente el Internet (y lo generado a su alrededor) no estaba a la par de las expectativas generadas.
Sin embargo, aunque la burbuja ya había reventado en los Estados Unidos, en México, con la entrada del nuevo milenio, se vivía todavía en la esperanza y la euforia del Internet. “A nivel interno (nacional) se manejaba un discurso muy raro en donde se alternaban mensajes como el Internet nos iba a sacar de la pobreza, iba a dar trabajo, íbamos a generar mayor productividad y obtendríamos desarrollo. El Internet era el producto milagro”.
¿EL ESPACIO DESAPARECERÁ?
En el artículo del año 2000, el Dr. Djamel analizó como algunos teóricos hablaban de sepultar el espacio geográfico y de cómo las barreras iban a desaparecer. En su momento, el autor calificó este tipo de ideas y aseveraciones como conclusiones erráticas pero ante la entrada de la segunda década del tercer milenio ¿cuál es la interpretación del espacio y la tecnología?
“Era un discurso muycomún en los años 1995-2000, era algo que los académicos llaman sustitución del espacio, es decir vamos a sustituir espacio real con el espacio virtual. Eso es realmente una falacia, la realidad demuestra totalmente lo contrario unos de los trabajos que yo hice más adelante eran censos para generar un conteo de todos los sitios de Internet que existían en México, éstos estaban polarizados (distribuidos) en tres ciudades, la Ciudad de México se quedaba con casi el 60% , Monterrey 14-15% y Guadalajara del 5-7%”, esto lo podemos entender como: aunque sea una plataforma digital/virtual, requiere y es generada desde un espacio geográfico.
Aunque, de acuerdo al trabajo realizado por el académico, el desarrollo tecnológico sirve para matizar el espacio y achicar las distancias, no va a desaparecer. Porque no hay ningún medio ni manera de hacerlo, además agrega que “si no fuera el espacio importante por qué tenemos que venir acá la frontera; que cada quien se quede en su pueblo o ciudad. Ahí está porque tenemos la maquila aquí y no en otras partes (regiones del país), todo eso nos habla de la importancia del espacio en un momento tecnológico muy importante para la humanidad”.
CREANDO LA CONECTIVIDAD
La mayoría de los trabajos realizados por el Dr. Djamel Toudert, como él lo explica, se han centrado en encontrar e identificar explicaciones alternativas al desfase de la brecha digital entre países desarrollados y en vías de desarrollo. “Tenemos lo que se llama un contexto de apropiación que es muy diferente; en los países en desarrollo tienen tasas de penetración de Internet que son muy altas, están en niveles de 70 a 80%, con regiones de casi 100%, y en lo que respecta a países en desarrollo, México está cerca del 50%, casi la mitad de la gente no tiene la accesibilidad de Internet”.
La cuestión y la principal diferencia entre países desarrollados y en vías, explica el Dr. Djamel, se encuentra en que los primeros han resuelto los problemas de conectividad (cuentan con la infraestructura suficiente para brindar el servicio a su población), y que, gracias a esto, se enfocan en cuestiones de aprovechamiento, desarrollo e interacción. Al contrario, países en vías de desarrollo, tienden a estar mayor enfocados en cuestiones de cómo generar conectividad entre toda su población.
En el caso concreto de México, se han realizado diferentes intentos, por parte del gobierno federal, por llevar el Internet a las comunidades que no forman parte de las dinámicas del mercado (donde las compañías de telefonía no han creado infraestructura de telecomunicaciones y que, por ende, están rezagadas en esta cuestión, debido a que no representan una ganancia para las empresas); programas como e-México, Enciclomedia o el programa “Internet para todos”, para conectar a toda la población. Sin embargo, el Dr. Djamel señala que pareciera ser que seguimos en la euforia de los 2000´s, con el Internet como un producto milagroso que da la oportunidad a las personas para mejorar sus vidas, “cosa que no está clara en la relación de contar con Internet y mejorar las condiciones sociales”.
LA OPORTUNIDAD EN EL ÁMBITO ACADÉMICO EN MÉXICO
El Dr. Djamel comenta que cada vez más compañeros académicos se interesan por cuestiones de la tecnología, de la comunicación, entre otras, pero que continúa siendo un área donde se ha abarcado poco. “Tenemos mucho desconocimiento y falta mucho trabajo. Desde luego son terrenos muy difíciles porque la información no se provee. Entonces, uno tiene que escarbar su información, tiene que practicamente crear una infraestructura, y eso hace que se haga un terreno un poco repulsivo para la academia, la falta de información”.
Además, como otros campos del conocimiento, existen diversos enfoques para abordar cuestiones de tecnología y áreas. “Nos faltan enfoques; el sociológico, la red sociológica, es donde hay un poquito más de trabajo. El enfoque de la red, desde la perspectiva geográfica, es uno de los terrenos con mucho por explorar; no solo con México, sino con toda América Latina. No sabemos, no tenemos una idea de cómo se está estructurando la territorialidad impulsada por esos instrumentos y todo eso, por ejemplo. Hay ahí una alternativa de estudio”.
REFERENCIAS: Toudert, Djamel. (2000). La WWW en la frontera norte mexicana: Hacia el descubrimiento de una dimensión desconocida. Frontera norte, 12(24), 7-33. Recuperado en 3 de febrero de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-73722000000200001&lng=es&tlng=es.