En Baja California, al igual que en otros puntos de la frontera norte de México, existe una crisis de escasez de agua, que se suma a las consecuencias del cambio climático. En esta vía, el Dr. Roberto Sánchez, investigador del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), señaló que no se le ha dado la atención necesaria para la gestión de los recursos hídricos y, tampoco, para aminorar las consecuencias del cambio climático en las próximas décadas.
Conflictos de toda índole se generan a partir de este problema. Costes políticos, sociales, ecológicos y económicos para nuestra región. En este contexto, el especialista de El Colef comentó que se ha mantenido una visión cortoplacista a todos los niveles de población respecto a cómo esto nos afecta y cómo podemos organizarnos para darle una solución.
Baja California, con las consecuencias que son sufridas por la población, representa un simbólico precedente para otras regiones en riesgo de padecer la misma escasez. Esto, en última instancia, debería contribuir a la organización de un verdadero cambio, o cambios.
Sin embargo, puntualiza que estos cambios no constituyen una tarea sencilla, pero es un problema que, en primera instancia, debe ser atendido por la población. Se debe intentar por todos los medios la alternativa de desarrollo sustentable e incluyente, que sea capaz de lidiar con las arduas y particulares condiciones geográficas de Baja California.
En este escenario, la siguiente década es crucial; de ella depende lo qué ocurrirá en años próximos, y a cada momento, oportunidades de cuidado y preservación se van cerrando.
La reflexión completa del Dr. Roberto Sánchez se encuentra disponible en: