Tijuana, 12 de mayo.- Tijuana es una de las ciudades con mayor número de casos confirmados de Covid-19 en México. Su proceso de urbanización, su dinámica social y económica, y su localización geográfica como puerto fronterizo la hacen particularmente vulnerable a enfermedades infecciosas de acuerdo con un estudio realizado por el Colegio de la Frontera Norte.
El análisis de la vulnerabilidad social de Tijuana identifica que un significativo número de sus habitantes se ubican en zonas de vulnerabilidad alta (188,139 o 12.4 % de la población total en la ciudad) y la atención a la población vulnerable es necesaria aún meses después de superar la pandemia
El diseño de estrategias y acciones para reducir la transmisión comunitaria deben orientarse no sólo a esta fase crítica en el muy corto plazo, pero también en el mediano y largo plazo ante posibles nuevos brotes de la enfermedad en los próximos meses y el surgimiento de nuevas emergencias infecciosas.
Como parte del documento de contingencia “Vulnerabilidad Social al COVID-19 en Baja California”, Roberto Sánchez Rodríguez, Eduardo Morales y Francisco Lares presentan el policy brief o resumen de políticas con el contexto de la ciudad de Tijuana con el fin de ser herramienta analítica que apoye la toma de decisión en los sectores público, privado, social, y el público en general, orientadas a reducir la transmisión comunitaria del COVID-19 y reducir sus efectos negativos en la población más vulnerable de dicho municipio.
Debido a ello, es relevante tener en cuenta la experiencia de la pandemia de la influenza A/H1N1 del 2009 en otros países y en México, que ofrece lecciones importantes ante la emergencia actual del COVID-19.
Una de esas lecciones es el impacto desproporcionado que tuvo en grupos de estratos socioeconómicos bajos, con menores recursos e información para prevenir la infección y sus consecuencias negativas.
Esta condición llevó a la Organización Mundial de la Salud a incluir tres aspectos en sus lineamientos para determinar la severidad de la pandemia de influenza A/H1N1 del 2009-2010: la virología y las características epidémicas de la pandemia, la capacidad de respuesta del sistema de salud y la vulnerabilidad de la población.
El estudio señala que las consecuencias de una pandemia de influenza para las poblaciones vulnerables van a depender en parte de la efectividad en esa comunicación.
Las investigaciones sobre el brote de influenza A/H1N1 en el 2009 en México proveen también información útil para la atención del COVID-19; por ejemplo, el estudio de Aburto y coautores (2010) analizó el conocimiento y la adopción de esfuerzos de mitigación del contagio a nivel comunitario y encontraron que un 35 por ciento de las respuestas a su encuesta señalaron como obstáculo de las medidas preventivas de contagio, el costo de la compra de jabón, de gel antibacterial y de mascarillas.
Otro resultado útil de ese estudio es que, a pesar del éxito de la intensa campaña de difusión de los riesgos de la influenza A/H1N1 y de las medidas de protección recomendadas para evitar mayores contagios, 24 por ciento de las respuestas en el estrato socioeconómico bajo y 20 por ciento en el estrato medio reportaron que las recomendaciones de mitigación comunitaria eran confusas o contradictorias.
En México y en Baja California se reconoce la importancia de atender a la población más vulnerable durante la pandemia del COVID-19, pero se carece de estudios que ayuden a identificar a esos grupos y su ubicación. Este proyecto es una contribución en este sentido.
