La democracia ha sido una de las ideologías políticas con mayor carrera adentro de la historia humana. Desde la ortodoxia democrática de Atenas hasta las repúblicas parlamentarias de América y de ahora, su recorrido por la historia la ha ubicado en multitud de polos políticos. Y es probable que esta variabilidad en sus maneras de interpretarla y ejecutarla se deba a que, aunque parezca vacía de presupuestos ideológicos dogmáticos (la democracia parece más un molde a llenar de contenido ideológico que una ideología en sí misma), requiere, forzosamente, de unos límites que definan lo que constituye un pueblo, quiénes pueden y de hecho forman parte de ese pueblo.
Los griegos antiguos, por ejemplificar, excluían de la organización política de la polis a los esclavos y a las mujeres. Eso ya transparenta unas ideas bastante claras sobre lo que cierto sector de la sociedad greca pensaba acerca de tales sectores demográficas. De la misma manera, hoy en día las personas no tenemos una incidencia directa en la dirección que toman, por ejemplo, los artículos de la constitución, o la manera en que se organizan los poderes dentro de la república mexicana. Más bien, sometemos a decisión nacional el quién puede decidir sobre estas cuestiones; una democracia representativa, entonces.
Sin embargo, y a través de unos procesos civiles estudiados en el volumen que hoy nos ocupa, este molde abstracto que es la democracia puede cambiar de forma, y de esa manera incidir sobre el contenido de lo que moldea. Efectivamente, en Democracia, participación ciudadana y políticas públicas: experiencias locales de gobierno e incidencias sociales, coordinado por la Dra. Cecilia Sarabia Ríos y el Dr. Marco Sergio Reyes Santos, se ponen a la luz algunos casos de ejercicios políticos horizontales, que buscan traer a la palestra las opiniones, los intereses y juicios del sector poblacional mayoritario.
De esta suerte, el eje se instala en las ciudades fronterizas de Tijuana, Baja California y Juárez, Chihuahua, en los procesos democráticos organizados desde lo civil que allí han acontecido y, en mayor o menor medida, triunfado en sus objetivos políticos. En ese tenor, también hay que tomar en cuenta tres criterios que atraviesan las interpretaciones expuestas a lo largo del volumen: las políticas públicas, la corrupción y la participación ciudadana. Ya desde aquí se advierte que no se trata de criterios elegidos al azar, sino de tres condiciones políticas que, en el ejercicio de un Estado organizado políticamente, se entrelazan y se definen de manera dialéctica.
Resultará sucinto, de hecho, hacer un exégesis de los materiales expuestos dentro del volumen siguiendo el hilo conductor de sus tres ejes de análisis. Así, un problema tan acuciantes para la sociedad mexicana como es y lo ha sido la corrupción en todos sus niveles de gobierno se transforma radicalmente desde una asunción de abstracta maldad y egoísmo por parte de los dirigentes a un fenómeno que es producto de todas las circunstancias materiales (sociopolíticas, económicas, culturales) que lo rodean. ¿Qué condiciones permiten que exista, en México, algo como la corrupción? ¿Existe una causalidad que le sea ontológica, o será más bien un cúmulo de nódulos agentes?
Inevitablemente, inquisiciones como esas llevarán el tema hasta otras áreas de la democracia. La corrupción podría tener un contrapeso, entonces, a través de los mecanismos estatales y civiles que se encargan de monitorear a los servidores públicos, como agentes prestantes de un servicio a la nación, y a las instituciones que los albergan, como receptáculos simbólicos de un poder fáctico. La participación ciudadana de, por poner un ejemplo del volumen, Ciudad Juárez, puede traducir la corrupción de un sector de las fuerzas judiciales en un levantamiento popular que busca la justicia por los feminicidios que, tristemente, hacen célebre aquella urbe.
Todos estos temas, compartimentados según una metodología y un objeto de estudio enfocado, estructuran y direccionan el contenido del volumen. Y queda la reflexión global de que, aunque se esté despertando, en ciertas regiones, a una consciencia democrática más íntegra y agencial, se necesitan todavía de más esfuerzos (incluyendo tanto a la sociedad civil como a la clase intelectual) para construir un horizonte visible y posible de accionar político plenamente democrático, plenamente eficaz.
El libro se encuentra disponible a través de: https://www.researchgate.net/publication/373549521_Democracia_participacion_ciudadana_y_politicas_publicas_experiencias_locales_de_gobierno_e_incidencias_sociales
