La imagen que la policía ha proyectado sobre la sociedad mexicana ha sido, histórica y eminentemente, negativa. Su nombre asociado a una serie inmoralidades como son la ineficiencia, la impunidad y la corrupción; adjetivos además que, al estar anclados al título de una de las instituciones gubernamentales que se encarga de la seguridad ciudadana, se amplifican y ameritan en su magnitud sociológica y cultural un análisis que arroje luz sobre sus dinámicas, naturalezas y conflictos: un estudio estadístico y sociológico sobre la policía.
Sin embargo, los estudios abarcadores acerca de la policía pueden pasar por alto (por considerarlas secundarias o contingentes) múltiples facetas de esta institución que divide tantas opiniones en la nación mexicana. Es por eso que Lorena R. Pérez-Floriano, autora del libro “¿Quién se va y quién se queda? Retención y cambio en la policía en México”, focaliza su interés en un aspecto que ha definido algunas de las conductas corporativas entre los miembros de la policía de un municipio de México: Tijuana.
Llama la atención, antes de abordar el contenido temático, la estructura metodológica ejecutada por la autora para las constitución de sus objetivos investigativos. A través de una serie de encuestas que fueron aplicadas de manera longitudinal e interseccional, a miembros de la policía municipal de Tijuana, en dos períodos separados entre 2006 y 2016, a fin de medir los cambios y variaciones en las estructuras organizacionales y la actitud de los miembros policiales hacia su institución.
A este entramado de argumentos se suma el condicionante de que la investigación es una comparativa entre dos actitudes: las de los policías que renunciaron voluntariamente a las fuerzas, y a los que decidieron quedarse. Es decir, se trata de preguntarse el por qué de que tales se hayan ido, mas otros quedado.
Ahora, de manera sucinta, se comenta el contenido de los capítulos que estructuran la investigación. El primero abre con una concisa explicación de la metodología, así como de la exégesis aplicada sobre los resultados obtenidos de la misma. Además, se dibuja un boceto general de la situación sociocultural e histórica en que opera actualmente la policía mexicana. Durante el segundo se profundiza (y humaniza) el objeto de estudio: los propios policías, su perfil sociodemográfica y las condiciones de medición de confianza y eficiencia bajo las que han tenido que operar o abandonar sus trabajos.
Al pasar al tercero se continúa con el análisis del objeto de estudio, se analiza el sentido de apego hacia el trabajo y hacia la corporación desarrollado por los miembros de las fuerzas policiales. Asimismo, en el cuarto, la autora se enfoca en la salud laboral de los policías, sus niveles de estrés y la presencia constante del riesgo. Este último aspecto se convierte en todo un capítulo durante el quinto, que analiza a fondo los peligros con los que coexiste un miembro de las fuerzas policiales en su día a día.
Girando un poco el eje, el sexto desglosa los niveles y oportunidades de profesionalización existentes adentro de la policía municipal tijuanense. Finalmente, en el séptimo capítulo se expone el análisis comparativo, con todos los datos recolectados, acerca de los policías que renunciaron y los que permanecieron en la institución. La conclusión, por su parte, expone una serie de puntos a tomar en cuenta por empleados que laboren en el área de recursos humanos de una institución policial; se instruye, en suma, acerca de cómo la corrupción, la discriminación y el riesgo (es decir, las condiciones socioculturales) son cruciales en el abandono o permanencia dentro del oficio policial.
El libro se encuentra disponible a través de: https://libreria.colef.mx/detalle.aspx?id=7723
