La industria lechera china adulteró con un químico de uso industrial -la melamina- los productos lácteos para simular un mayor contenido de proteínas. El resultado de este engaño fueron miles de niños con daños renales, más de 10 mil hospitalizados y cuatro muertos. Hoy, este riesgo se ha extendido a muchos países incluido México, donde se vende sin restricción un chicloso que está siendo retirado de los mercados internacionales, el de marca «White Rabbit».
Ante la falta de respuesta del gobierno mexicano, El Poder del Consumidor te sugiere tomar precauciones y evitar consumir este dulce y que, a título individual, tomes las precauciones que están adoptando muchos países. De entrada, verifica las etiquetas de los alimentos fabricados en China.
Ante el riesgo de que los lácteos contaminados fueran insumos de productos elaborados en otras naciones, países como Japón han puesto bajo vigilancia también a los productos procedentes de Corea del Sur, Tailandia, Indonesia, Malasia, India, Filipinas, Singapur, Vietnam, Mianmar, Taiwán y Hong Kong.
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