Las Patronas
Las Patronas son un grupo de mujeres que preparan comida para los migrantes y la reparten mientras el tren avanza. En esta labor llevan al menos quince años. Su nombre viene por el pueblo donde habitan en Amatlán, Veracruz. La primera vez escucharon la voz de los hombres y mujeres que colgados del tren les decían: “Madre, regálame tu pan, madre, regálame tu leche”. No podían ver los rostros, tan sólo el brazo extendido; ellas también han extendido su mano y les han dado de comer y de beber.
Ellas preparan alrededor de doscientas porciones de alimento diariamente; empiezan a las diez de la mañana y tienen roles muy definidos: ir a buscar el pan, hacer limpieza en algún local para recibir comida como pago. Un poco de arroz, frijoles, huevo, tortillas, y en época de frío incluso procuran acercarles una prenda que proteja a los viajeros de las crecientes inclemencias del clima.
Los migrantes parecen no tener nombre, apenas son siluetas que pasan, en el peor de los casos llegan a ser mercancía de cambio, carne de cañón. Ellos agradecen a las manos que prepararan los alimentos y comparten lo que reciben con los compañeros de viaje. Los migrantes conservan en su maltrecho cuerpo un poco de esperanza en México cuando Las Patronas salen a su paso con la generosidad de una madre que procura alimento para sus hijos.
Los migrantes no conocen sus nombres pero saben que ahí estarán. Ahora nos toca a nosotros arrimar el hombro para que ellas sigan extendiendo sus manos.