México oficialmente abolió la esclavitud en 1810. No obstante, más de dos siglos después continúan siendo esclavizadas cientos de personas en nuestro país al ser explotadas bajo cualquier modalidad de trata. Lamentablemente este delito, que conlleva graves violaciones de derechos humanos, es una realidad social que podría parecer que se ha normalizado tanto en los centros metropolitanos como en el campo, ya que se victimizan por trata en las modalidades de mendicidad y trabajos forzados, explotación sexual, para experimentación médica o extracción de órganos en contra de su voluntad.
Acorde con diversos estudios en la materia, la modalidad de trata más conocida es aquella que se comete con fines de explotación sexual, lo que hace que prevalencia en el tipo de víctimas de este delito, generalmente sean mujeres jóvenes. Sin embargo, la trata de personas es implacable pues no reconoce género, nacionalidades, niveles socioeconómicos ni educativos. Además la victimización por trata es tan frecuente porque no solo se encuentra ligada a las grandes redes del crimen organizado y a la delincuencia tradicional sino a la descomposición del tejido social. Esta última ha dado lugar a situaciones familiares que culminan en la explotación de alguno de sus integrantes sin su consentimiento.
Por su propia naturaleza, el fenómeno de la trata de personas puede pasar fácilmente desapercibido para quien no es un especialista en el tema y por ello, en muchas ocasiones, sus víctimas son invisibles. No podemos seguir inmóviles ni ciegos ante este escenario ya que es un es un delito que, como la esclavitud, vulnera la dignidad humana de las víctimas y, por lo tanto, el fundamento central de los derechos humanos. La afectación a la dignidad de las personas debe de captar toda nuestra atención pues abarca una amplia esfera de derechos que van desde la libertad, la integridad física y psíquica hasta el derecho a la verdad, entre otros. Sabemos que en México hay víctimas de trata, es decir, esclavos; esto expone la debilidad del sistema ya que aparentemente permite que impunemente una persona pierda su libertad y sea explotada.
El Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) nace como un organismo de la sociedad civil que busca, por un lado, brindar información en la materia, especialmente, sobre aquellos actos ilícitos que afectan la vida cotidiana de las personas. Asimismo tiene entre sus fines, generar un diálogo constructivo con la autoridad para que dé respuestas a las problemáticas que nos aquejan. El ONC como sociedad civil asume el compromiso de ser parte de la solución y tratar de prevenir que otras personas puedan ser víctimas de este delito que nace del engaño e incluye la violencia para llegar a la explotación.
Este documento tiene como finalidad que cualquier persona pueda entender qué es la trata de personas, quiénes son las víctimas y qué está haciendo el Estado mexicano para combatir, prevenir y erradicar este delito. Estamos convencidos que de esta manera como ciudadanos podemos ser parte de la solución desde nuestro ámbito de competencia y podremos exigirle a las autoridades correspondientes acciones más contundentes.
Este estudio tiene como objetivo presentar un panorama general sobre la trata de personas en México, únicamente a partir de la estadística oficial que tienen que generar y analizar las instituciones de procuración de justicia como parte de las obligaciones establecidas en la normatividad vigente en la materia desde el 2007. Por ende, en las siguientes páginas se puede ver parcialmente reflejado lo que sucede en la cadena de justicia acorde con las cifras de dichas instituciones; por lo que generamos bases de datos de la información oficial disponible sobre el número de víctimas que de 2010 a 2013 ha detectado la Procuraduría General de la República (PGR) y las procuradurías estatales; el número de detenidos y sentenciados por este delito; el perfil de las víctimas; cómo y dónde se realiza el delito.
Construir este documento requirió de un gran esfuerzo de los investigadores del Observatorio Nacional Ciudadano que lideraron este proyecto, Mariana Cendejas y Ángel Fernández, quienes enfrentaron un gran reto al sistematizar las respuestas de la autoridad ante las solicitudes de transparencia interpuestas y lograron generar este estudio de fácil acceso para cualquier persona. Un gran agradecimiento a Rosi Orozco y la Comisión Unidos Contra la Trata así como a la Mtra. Patricia Bugarín, quienes se tomaron el tiempo de revisar el estudio y darnos importantes recomendaciones para fortalecerlo. Por último un reconocimiento por la labor determinada, consciente y sensible al equipo del ONC: Doria Vélez, Jairo López y Vania Pérez.
En el ONC estamos conscientes que este es solo un pequeño esfuerzo ante un gran problema y que las evidencias de este documento nos han generado más interrogantes sobre el fenómeno. Nos comprometemos a darle seguimiento a estas preguntas mediante la observación del desempeño de la autoridad con el propósito de que llegue el momento en que ninguna persona más sea víctima de este gravísimo delito.
FRANCISCO RIVAS
DIRECTOR GENERAL
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