We died in your hills, we died in your deserts
We died in your valleys and died on your plains
We died ‘neath your trees and we died in your bushes
Both sides of the river, we died just the same.
Arlo Guthrie. (1974). Deportees.
En ocasiones los números pueden ser fríos, pero en las ciencias sociales un número alto significa (en ocasiones) que muchos eventos están ocurriendo y que deben identificarse las causas para poder brindar soluciones. Como es el caso de los 31 mil eventos donde niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes fueron presentados ante las autoridades del gobierno mexicano durante el 2018.
Por si la cantidad no fuera lo suficientemente representativa, 2019 inició con cerca de dos mil NNA fueron presentados ante el Instituto Nacional de Migración (INM) y la cifra ha ido en ascenso. En abril fueron más de seis mil y se mantuvo durante el mes de mayo. Con este escenario, con miles de menores migrantes en México surgen las preguntas ¿de dónde provienen? ¿Por qué la mayoría de las veces no se voltea a ver a este sector de la población?
Más del 50% de los NNM acompaños y no acompañados provienen de Honduras. Seguido por menores de Guatemala con alrededor del 30%. La tasa disminuye a un 9%-11% de El Salvador. El porcentaje restante se comparte con NNM provenientes de otros países. Es preciso mencionar que el 53.7% de la población en Guatemala vive en pobreza y se suma un 13.3% en pobreza extrema. Por su parte, en Honduras esto aumenta en un 10%. Por otro lado, El Salvador mantiene una menor línea económica, pero sus niveles de violencia son altos, mantienen una tasa de 103 homicidios por cada cien mil habitantes.
Durante la presentación “Protección integral de derechos de niñas, niños y jóvenes en movilidad”, Ricardo A. Bucio, Secretario Ejecutivo de la Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), estableció premisas que han colocado a los NNA en condiciones de vulnerabilidad e invisibilidad.
El Estado Nación se construyó desde el adultocentrismo, esto ocasionó que la exclusión y desigualdad en derechos y libertades fue legal durante siglos. Trajo consigo dificultades para el reconocimiento de los Derechos Humanos, particularmente de los NNA han sido invisibilizados, asumidos como sujetos indirectos, y éstos en situación de movilidad son la parte más débil de las decisiones nacionales e internacionales.
Aunado a lo anterior, el flujo ha cambiado, no es solamente por situaciones económicas que las personas migran. El factor de la violencia en Centroamérica ha crecido como causa de la migración. Se tiene en dicha región el 8% de la población mundial, pero el 35% de los homicidios a nivel internacional, esto ha provocado que la migración deje de ser solamente de varones a ser de niños, adolescentes, bebés y familias enteras, que tienen condiciones donde no solamente requieren la movilidad, sino protección internacional.
Pero esta protección y derechos se dio de manera paulatina en México. Fue en 2011 que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos se reformó en materia de Derechos Humanos. Se promulgó la Ley de Migración, donde se señaló que se deben asegurar los derechos de los migrantes en condiciones de igualdad, e impulsar un cambio de prácticas y comportamientos.
Sin embargo, no fue hasta en 2014 que a través del Diario Oficial de la Federación se presentó la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y que se atendió a los menores migrantes: “NNA migrantes no acompañados o separados tienen derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo; las autoridades de los tres ámbitos de gobierno deben llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar el desarrollo y prevenir cualquier conducta que atente contra su supervivencia”.
Al siguiente año, 2015, se crearía la SIPINNA, así como una serie de protocolos para la atención a los NNA migrantes.
Sin embargo, si está establecido en la constitución, existen los protocolos y dependencias de gobierno responsables de la atención ¿es suficiente para brindar protección a los NNM migrantes?
“Está en la agenda legal y en las política públicas se han ido generando, se han ido diversificando, creando instituciones especializadas para la atención, pero es insuficiente. No está en la agenda económica en dos sentidos. Primero, la agenda presupuestal de los gobiernos, en el financiamiento necesario, para atender las necesidades de protección de NNA. Segundo, en las causas de la migración. Las necesidades que hay de contener la migración forzada por cuestiones económicas, crimen y la violencia, además de los interés económicos. De igual manera, en esa agenda, que determina tanto la expulsión como la posibilidad de aceptación de Estados Unidos, ligada a los interés económicos, la situación particular de NNA no aparece todavía”, estableció el Secretario ejecutivo del SIPINNA.
Sin embargo, hay otros factores que no se encuentran en las agendas y que se producen en el campo cultural, como el racismo o la xenofobia, que lleva a sectores de la población a no reconocer los mismos derechos debido a prejuicios, estereotipos y estigmas. Por ello es necesario diseñar una estrategia de promoción de derechos de NNM migrantes y solicitantes de refugio, para prevenir este tipo de conductas que impactan en una población en condición de vulnerabilidad; particularmente a las y los que se encuentran en las rutas migratorias.
Durante su participación, el Secretario ejecutivo de SIPINNA, Ricardo Bucio, señaló una serie de acciones que se deben emprender para atender a los menores migrantes:
- Elaborar materiales con información detallada sobre los procedimientos migratorios, con lenguaje comprensible para niñas y niños, que sean colocados en lugares accesibles y en diferentes idiomas (español, inglés y francés)
- Llevar a cabo la formación del personal perteneciente a las instituciones responsables de la atención y protección de NNA, con un enfoque de niñez, género y derechos humanos.
- Incrementar la capacidad instalada en los albergues de primera acogida, para la atención temporal de NNA acompañados con sus familias y no acompañados.
- Desarrollar, normar y supervisar los programas de residencia temporal y de familias de acogida, con el fin de brindar cuidados alternativos a NNA no acompañados.
- Desarrollar programas de actividades diarias educativas, culturales, deportivas, recreativas y de prevención de enfermedades, en los lugares de acogida.
- Ampliar los programas de integración y trabajo para las familias de los NNA solicitantes de refugio, en las comunidades receptoras.
- Elaboración de la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, que posibilite la operación eficiente de la Ruta de Protección Integral.
- Determinar la autonomía técnica y presupuestaria de las Procuradurías de Protección y la certificación de sus procedimientos y del personal, para su fortalecimiento.
- Armonizar la normatividad aplicable en materia migratoria, con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la jurisprudencia existente.
En 2015, cerca de la costa de Turquía, el cuerpo sin vida del niño Alan Kurdi fue fotografiado. Esta imagen dio la vuelta al mundo, como muestra de la crisis humanitaria que se vivía (vive) en Oriente Medio que llevó a millones a salir de su país. Separadas en tiempo y espacio, en 2019, Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Angie Valeria Martínez Ávalos, de casi dos años, dejaron de El Salvador y trataban de llegar a Estados Unidos, sin embargo, al igual que otros miles de migrantes que tratan de llegar al norte, su travesía terminó en el Río Bravo y da muestra de la crisis que se vive en la región.
“Al aplicar medidas de migración y seguridad más severas, se aumenta el riesgo violar los derechos humanos de las personas, así como de generar escenarios que podrían ocasionar que los migrantes pierdan la vida durante su trayecto”.
Pero, como planteó Ricardo Bucio ¿Son las niñas , los niños y los adolescentes migrantes , un riesgo para nuestro país? Antes que migrantes, son niños, niñas y adolescentes con derechos.