El diseño de metodologías que apunten hacia la construcción de políticas públicas o de proyectos y actividades culturales es un logro de la participación activa, y asimismo de las actividades de investigación y vinculación entre la sociedad, la academia y el gobierno. Para su desarrollo y la puesta en marcha de trabajos de esta naturaleza, basadas en metodologías participativas, lo más eficaz es entablar un diálogo dentro de los barrios vecinos a los espacios de difusión y de recinto cultural.
Ya que es imposible generar una participación cultural activa sin realizar de antemano una vinculación con las personas al rededor, con esta antesala, la visión de un proyecto, Barrio CONARTE, solicitado por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, a través de la Casa de la Cultura de Nuevo León y en colaboración de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), apuntó al diseño de una metodología para contestar, en un primer momento, a las siguientes preguntas: ¿cuál es la presencia de la Casa de la Cultura de Nuevo León en los barrios vecinos? ¿ubican los habitantes de los barrios cercanos la Casa de la Cultura? ¿Asisten a las actividades de este recinto cultural? ¿Cuáles pueden ser los mecanismos que fomenten la participación activa y sostenida de los vecinos del entorno?; para poder identificar la relevancia sociocultural y territorial de la Casa de la Cultura de Nuevo León y potenciar este espacio cultural como cohesionador de su entorno inmediato.
Para el desarrollo de este trabajo se involucró a los vecinos de las colonias Treviño, Terminal, Obrerista y Sarabia, además de los niñas y las niñas de las escuelas, Genaro Leal Garza, Monterrey y Francisco I. Madero. Desde El Colef, en este proyecto colaboraron el Dr. Mario Jurado como Responsable Técnico, el Dr. Camilo Contreras, y los Técnicos Académicos, Isabel Sánchez y Gustavo Vázquez.
Dentro de los objetivos específicos del proyecto Barrio CONARTE, se propuso y logró identificar los procesos de adscripción territorial y las identidades barriales en las diferentes generaciones del área de estudio; se identificó la presencia de la Casa de la Cultura de Nuevo León en el imaginario barrial. Fue necesario conocer la participación actual de la población de los barrios aledaños en las diferentes actividades de la Casa de la Cultura. Y gracias a ello, se implementó un reforzamiento en la integración y las dinámicas socioculturales y territoriales del entorno barrial.
Desde julio de 2019 se realizaron diversas actividades y talleres con el propósito de que los residentes de los barrios aledaños a la Casa de la Cultura se apropiaran de dicho espacio. Barrios CONARTE incluyó acciones como: actividades lúdicas y literarias que ayudaron a las y los niños de las escuelas mencionadas a que supieran qué es la Casa de la Cultura de Nuevo León. Eventos como: “Custodios del Ferrocarril” y la charla “Anécdotas de la Colonia Terminal”, por mencionar algunos. Encaminados a un evento general: una exposición colectiva diseñada casi en su totalidad por las y los vecinos: Exposición Barrios CONARTE. Saberes y Percepciones de la Comunidad.
Paralelamente el resultado del estudio cualitativo fue una serie de entrevistas a profundidad, con la que fue captada la historia urbana y social, así como las prácticas culturales; talleres de cartografía social, y elaboración participativa de mapas, textos y dibujos con las cuales evidenciar los saberes y percepciones de la comunidad, fortaleciendo la vinculación entre la comunidad y la Casa de la Cultura.
En el reporte final del proyecto, en donde se incluye la descripción y análisis del perfil sociodemográfico del área de estudio y su conformación histórica. La relevancia de los relatos de los habitantes es evidente, permitiendo trazar las identidades barriales y el nivel de interacción de las colonias con la Casa de la Cultura de Nuevo León. Con base en ello, se proponen lineamientos y acciones tendientes a potenciar la articulación del recinto con las comunidades vecinas.
Dentro de la población del área de estudio, estaba conformada, en su mayoría (63%), por personas que tenían entre 18 y 59 años. En cuanto al nivel de educación las personas de 15 años y más que viven el polígono tienen un grado medio de educación de 9.87 años lo que significa que tan solo cuentan con educación básica. Es importante señalar que el nivel educativo está relacionado con los niveles de ingreso y en efecto, por los recorridos realizados, fue perceptible de las diferencias que existen entre las colonias de estudio.
Entre los hallazgos y dando respuesta a las preguntas que motivaron el estudio se destacó que: a) existe un sentido de pertenencia barrial con el que la población se reconoce en sus historias y lugares significativos; b) en el imaginario de los vecinos la Casa de la Cultura de Nuevo León representa más un edificio histórico que un centro de actividades culturales. c) aún con el corto periodo del presente estudio y la inmersión con el trabajo de campo, se logró por un lado, captar el interés de la población para compartir sus historias y vivencias individuales y colectivas, y, por el otro, que la propia población colabore en el proceso del diseño y ejecución de actividades culturales.
El desdoblamiento de las historias personales, familiares y barriales, permite la reconstrucción y organización de las actividades sugeridas para llevarse a cabo en la Casa de la Cultura de Nuevo León. “La intervención institucional en la vida cotidiana genera compromisos”.