El pueblo Kumiai: la línea que los cruzó

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jueves 20 de septiembre de 2018

A mediados del siglo XIX se trazó la frontera que dividió pueblos originarios y marcó lugares sagrados, interrumpiendo así las dinámicas y ciclos de desplazamiento. Coartada por la línea fronteriza emerge la montaña Cuchumá un altar sagrado para los Kumiai quienes no necesitaron construir un templo para rendir tributo.

Los vestigios hablan de que la actividad humana en la península de Baja California inició hace 10,000 años de antigüedad. La lógica de su asentamiento se basó en lugares propicios para alimentarse. Hoy se reconocen sus territorios, mas no se les legitiman. Actualmente se estima que hay alrededor de 200 hablantes en el estado de Baja California, ésto demuestra que las lenguas de Baja California están en un proceso acelerado de desaparición.

En esta ocasión El Correo Fronterizo entrevistó al Dr. Miguel Olmos Aguilera, Investigador del Departamento de Estudios Culturales en El Colegio de La Frontera Norte, quien nos habló sobre los Kumiais, su ubicación, las dinámicas, las problemáticas que enfrentan y cómo se han adaptado al entorno fronterizo.

 

El Correo Fronterizo: ¿Quiénes son los Kumiais?

Dr. Miguel Olmos Aguilera: El pueblo Kumiai es un pueblo binacional, que habita en el Noroeste de México en los municipios de Ensenada, Tecate y en Estados Unidos en el sur de California. Los Kumiai junto con otros pueblos Yumanos forman parte de esta gran familia lingüística Hokana, como lo son los Cucapá, los Paipai, los Cochimis, y los Kiliwa.

Originalmente vivían de la caza y la recolección, son de los pocos pueblos se puede decir que son prácticamente recolectores. A cada uno de estos pueblos, la naturaleza les impone lógicas de funcionamiento, esto tiene que ver con la ecología que la que está asentada la Baja California.  

De todos estos pueblos Yumanos, el Kumiai es el más numeroso, y viven a los alrededores del Valle de Guadalupe, San Antonio Necua, San José de la Zorra, Puntas de Mejía en Tecate, y la Huerta en Ojos Negros.  En Estados Unidos, se les llama Kumeyaay y están en varias comunidades: Santa Isabel, Viejas, Barona, Cuyamaca, están asentados en la misma lógica de poblamiento que la de México, pues están en la sierra.

 

El Correo Fronterizo: ¿Se puede considerar que el territorio Kumiai tiene cierta autonomía, o son independientes?

Dr. Miguel Olmos Aguilera: En el caso de los Yumanos hay reconocimiento de sus terrenos, pero no son tierras completamente propias, el problema es que hay gente que está usurpando esas tierras, por ejemplo: en San José de la Zorra en la parte baja de la presa, hay empresas vitivinícolas-ganaderas que invadieron parte del territorio Kumiai, se instalaron en parte de lo que era el cementerio y en partes arqueológicas muy importantes.

Esto ha sucedido en varias partes del Estado por ejemplo los Pai Pai de Jamao era uno de los clanes que fue desplazado. A este pueblo los sacaron porque consideraron que no eran ejidatarios, sin embargo, el pueblo Pai Pai tienen miles de años.

Entonces, aunque se reconoce cierta independencia del territorio, no hay un reconocimiento al 100%, y siguen peleando por cuestiones territoriales.

 

El Correo Fronterizo: Desde que se trazó la frontera, a mediados del siglo XIX,  ¿Cómo se configuró la cosmovisión de la cultura Kumiai?

Dr. Miguel Olmos Aguilera: Su cosmovisión original no se cambió, pero no hubo recursos para poder seguir realizando sus prácticas.  Por ejemplo, los Cocopah que están en Arizona serían la contraparte de los Cucapah, todos estos pueblos se vieron divididos, unos quedaron en Estados Unidos otros quedaron en la parte de México, sin embargo, conservan vigente las mitologías de cómo se creó el mundo, en los pueblos aun las platican, el problema es que no se pueden desplazar, a los sitios sagrados de los que  se habla en su cosmogonía.

Los Kumiai practicaban un nomadismo estacional con temporadas en distintos territorios. Por lo que su recorrido se definía por los accesos a las áreas de alimento, pues cuando se les dificultaba la comida en la costa se trasladaban a la sierra, donde había ciertas especies vegetales que les permitían la recolección de productos. Este tipo de ciclos se vieron interrumpidos por la frontera.

En la música se puede apreciar la lógica de poblamiento y movilidad indígena desde Baja California hasta San Francisco, California y quizá hasta Canadá. En las canciones aparecen lugares que se refieren a espacios de la cultura. El ciclo de canciones permitía tener un visión de la larga extensión, es decir, la gente cantaba y evocaba poblaciones de Estados Unidos y de México.

La gente se movía sin ningún problema, incluso podía irse caminando de aquí, Baja California, a Los Ángeles y de regreso sin problema, pero hoy ya no hay este tránsito, además el modo de vida de los indígenas de Estados Unidos es radicalmente distinto a los de México.

 

El Correo Fronterizo: Entendiendo que las comunidades están establecidas en diferentes espacios ¿Cómo se unifican los Kumiais?

Dr. Miguel Olmos Aguilera: Se trata de una comunidad transnacional muy endeble, donde las comunidades están muy dispersas y son muy pocos, se reúnen en festividades pero no hay una reciprocidad sistemática, la gente de aquí a veces va para allá, algunos se han matrimoniado y los de allá vienen a cantar acá.  

Sí están en contacto, pero no de manera sistemática, la lógica de dispersión del pueblo Kumiai, no les permitía establecer una comunidad fuerte. Sí tienen identidad, pero tienen una comunidad hermética, cerrada, solidaria, precisamente por las características históricas de evangelización de colonización que se dio en estas tierras.

 

El Correo Fronterizo: ¿Cuáles son las grandes amenazas que enfrenta el pueblo Kumiai?

Dr. Miguel Olmos Aguilera: Las amenazas son múltiples de carácter intangible y simbólico. Pues cuando una persona o un grupo pierde su referencia simbólica con respecto a su forma de vida que habían llevado durante muchos años y la someten a una forma de vida novedosa que no es la suya, es un pueblo que está casi destinado a una crisis permanente, y esa crisis los puede llevar a la desaparición.

Por ejemplo: ya no se colecta el piñón, si quieren van al Oxxo y lo compran. Las dinámicas cambian, como las fiestas y las danzas, a veces se hacen no de acuerdo al protocolo ritual, a veces se hace más por invitación de las instituciones, entonces hay que saber bien cómo se está llevando a cabo la normatividad ritual.

 

El Correo Fronterizo: ¿Cómo los Kumiai asimilan el cerro Cuchuma? considerando el hecho que sea un límite fronterizo.    

Dr. Miguel Olmos Aguilera: La frontera marcó todos los lugares sagrados y no es el único, el Cuchumá es uno de ellos, también las piedras de Vallecitos. Asumen que ese cerro ceremonial, no se lo pueden apropiar en su conjunto, o sea, desarrollan sus rituales como siempre lo han hecho, pero están conscientes de la existencia de la frontera.  

 

El Correo Fronterizo: ¿Cómo se ha retirado la población Kumiai?

Dr. Miguel Olmos Aguilera: La población Kumiai, se ha ido replegando con la llegada del hombre blanco, el hombre mestizo, entonces lo que hace la gente en todo México y en todas partes del mundo, es que se sube al cerro. Cada vez más los van empujando y se van ocultando. Algunos han sido desplazados kilómetros 50, 60 kms o más, pero los pueblos ahí siguen, ahí resisten, nosotros no lo vemos.  

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