El pasado viernes 18 de enero se produjo la explosión de una toma clandestina en un ducto de Pemex, ubicado en la comunidad de San Primitivo, municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo. Previo a la explosión, cientos de personas se aglomeraron alrededor de la zona donde se encontraba la toma, luego de que la presión del ducto ordeñado expulsó combustible por arriba de los 600 metros de altura. Los presentes buscaban llenar garrafas y cubetas con la gasolina que expulsaba el ducto.
Cuatro horas después de la detección y cierre de la toma, se produjo la fatal explosión en la que fallecieron 100 personas y más de 46 permanecen hospitalizadas, de acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, hasta el día de hoy.
Ante lo sucedido, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lamentó la tragedia producida por la explosión y afirmó que su gobierno no planea cerrar los ductos, su plan es reforzarlos a mediano plazo. Busca explorar tecnología del Instituto Mexicano del Petróleo que impida que se pinchen y resistan las agresiones. Y continuar con su plan de combate contra el robo de combustible.
En esta edición de El Correo Fronterizo entrevistamos al Dr. Andrés Sumano, Profesor- Investigador de la cátedra CONACYT-COLEF adscrito al Departamento de Estudios Culturales, de El Colef, sede Matamoros, quien nos habló de lo ocurrido con la explosión de Tlahuelilpan, el contexto social y de seguridad que existe por el robo de combustible.
El Correo Fronterizo: ¿Qué línea de acción considera que debe marcar lo sucedido con la explosión en Tlahuelilpan?
Dr. Andres Sumano: Esto se deriva de una situación que se ha venido agravando. De un cambio en el comportamiento criminal y la economía criminal. Es decir, hay grupos que en algún momento pudieron estar asociados a carteles del narcotráfico, que eventualmente se dieron cuenta que tenían la capacidad y que les era más rentable y más fácil dedicarse a actividades como esta del huachicol (robo de combustible) que al narcotráfico, que son redes más complejas una logística que lleva más recursos y demás. Este cambio en el comportamiento criminal, asociado con una impunidad que ha permanecido por la misma complicidad de las autoridades, llevó a que sucediera lo ocurrido en Tlahuelilpan y también a una explosión en Querétaro.
Qué se debe de hacer en este sentido, esto lo que nos debe enseñar es que el transporte del combustible es un tema que debe de analizarse de manera profunda y seria. No es algo que pueda simplificarse en un: vamos a combatir el huachicol y en lugar de transportarlo por los ductos, cierro los ductos y lo voy a llevar por pipas, que esto implica riesgos importantes.
La estrategia tiene que ser mucho más pensada, más analizada, en este sentido hasta ahorita se ha buscado pasar o transferir la responsabilidad al ejército, parece ser no hay nadie más o así parece que lo piensa el presidente; “No cuento con nadie más para esta tarea, pues me apoyo en el ejército”. Pero si llega un punto en el que tenemos que pensar en el sentido de ¿hasta dónde vale la pena involucrarnos como país? o ¿hasta dónde genera más valor el combate a un delito como el huachicol y hasta dónde genera más daño una estrategia como la que se está aplicando?
El Correo Fronterizo: ¿Cuáles considera que deben ser las acciones más pertinentes encabezadas por el gobierno federal para combatir el robo de combustible?
Dr. Andres Sumano: Lo primero es revisar a fondo el plan de distribución del combustible, la tipificación de delito grave el robo de combustible, que amerite prisión preventiva oficiosa, debe estar dentro de estas acciones.
Me parece que es más seguro, y más fácil, vigilar ductos que tratar de vigilar pipas. También una estrategia de comunicación eficiente, donde se dé a conocer los riesgos de operar de manera clandestina los ductos y el combustible.
Incorporar medidas de protección civil a las medidas de seguridad; no solo se trata de un tema de vigilancia, como ya vimos en Hidalgo, ahí estaba el ejército pero no tuvieron capacidad de respuesta. Porque la respuesta que tienen es una estrategia punitiva o de seguridad nacional; y hasta el momento parece que el presidente les ha ordenado restringirla lo más posible. En este tipo de escenarios, si no se puede ejercer el uso legítimo de la fuerza ¿cuáles son los esquemas de protección civil, protocolos, que se pueden aplicar para prevenir este tipo de hechos?
El Correo Fronterizo: ¿Cuál debiera ser la reflexión que debe hacerse sobre este suceso?
Dr. Andres Sumano: En el caso de Tlahuelilpan, y lo que han dicho muchos analistas es ¿Qué lleva a la población a arriesgar su vida por 4 o 5 litros de gasolina? ¿Qué hemos hecho mal como sociedad respecto a los temas de desigualdad , desempleo, precariedad, que lleva a población a arriesgar su vida?
Por otra parte, no estoy de acuerdo a que es un tema solamente de “no hay otra opción, la pobreza los orilló a esto”, no se debe criminalizar la pobreza; millones en México viven en esta condición y sin embargo encuentran otras formas de generar ingreso o se comportan de otra manera. Se debe reflexionar también sobre el estado de derecho y la impunidad en México.