El Colegio de la Frontera Norte celebra el Día Internacional del Migrante el cual fomenta la solidaridad con una población de 232 millones de personas en todo el mundo que salen de su país de origen buscando mejores condiciones de vida.
La conmemoración de este día invita a las organizaciones a difundir información sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de los migrantes, a intercambiar experiencias y formular medidas para protegerlos.
El Colef, por su parte, se ha definido como una institución para la investigación y presentación de avances sobre las migraciones internacionales. Además del Seminario Permanente de Migración Internacional (SEPMIG) y la Encuesta sobre Migración en las Fronteras de México (EMIF), busca atender las demandas de esta población y del conocimiento a través de la Especialidad en Migración Internacional (EMI), el programa de modalidad a distancia de la Unidad de Educación Continua.
En una entrevista para El Correo Fronterizo, Márgara de León, la coordinadora de la Unidad de Educación Continua, celebra el Día Internacional del Migrante revelando los obstáculos y los numerosos éxitos de la EMI en apenas su primera generación y los resultados de la convocatoria 2015.
Resaltó que se trata de “un programa que viene a cubrir una necesidad de formación que es inminente”, dedicado a la gente que trabaja los temas de migración, ya sea desde la academia, desde el trabajo comunitario a través de organismos de la sociedad civil, y desde la función pública, y que buscan una formación específica de acuerdo a las necesidades que enfrentan en el campo profesional.
La demanda que ha tenido la especialidad, “muy real y muy latente en el país y en el extranjero”, se ve primeramente en la matrícula. Para el curso 2014 se pensaba abrir “un programa para 20 o 25 participantes, pero tal fue la demanda que tuvimos que aceptar a 40”. Dijo, además, que la matrícula se volvió a duplicar para la segunda promoción. Si bien se pensaba ampliar a 50 estudiantes, se aceptaron 81 estudiantes. Esto se explica en “una población profesionista que está buscando una formación y una especialización en este tema, que es un tema candente en nuestro país y en el mundo entero”, explicó.
Una especialidad está dirigida a personas con nivel de licenciatura. Sin embargo, la EMI recibió a un 30% de participantes con doctorado e incluso posdoctorado y un 60% con nivel de maestría. Lo anterior se traduce en “una población que ya tiene un nivel académico superior a lo que exige una especialidad y que deciden tomarla”. La coordinadora se lo atribuye al renombre de El Colef, por su trayectoria sólida e importante en los estudios de migración, y a que estas personas buscan especializarse en un tema que ninguna otra institución ofrece en el país. Existen diplomados, agregó, sin embargo “esta es la primera que ofrece un nivel de posgrado”.
Destacó también que una de las razones más fuertes para preferir la especialidad es que es impartida por los investigadores que están en “la punta de lanza en el país en la discusión de los temas de migración, ya sea en el tema de remesas, en el de políticas migratorias, derechos humanos,…”. Un cuerpo académico de un nivel sumamente alto que permite impulsar un programa con estas características. Mientras que otro factor es la educación en línea.
Otros posgrados de El Colef exigen una disponibilidad de tiempo completo. La EMI, en cambio, va dirigida a un público distinto, un público que está en el campo, “ya sea en el campo académico, de la política o de atención a migrantes, pero que está trabajando y que vienen a complementar y enriquecer el trabajo que están desarrollando”.
Para mejorar sus capacidades y habilidades de trabajo, “la especialidad viene a cubrir las necesidades de este campo y elementos que hay que atender”. Buscan integrar tanto derechos humanos con teoría de la migración, como “que tengan un conocimiento más completo, más global”, expresó Márgara de León.
Se celebra también que del grupo egresado de la primera generación de la EMI se hayan creado mesas de trabajo que ya están colaborando y vinculándose, “es también una experiencia de crear redes”. La misma demanda de sus integrantes dirigió el programa de especialidad a un nivel superior de posgrado. Es decir, se trabajan 11 meses en la modalidad de especialidad, pero después se puede incorporar a un programa de maestría.
Se tendrán posteriormente también dos opciones para el recibimiento de grado de maestría, una es el proyecto de investigación formal, y otra es “un elemento más reciente para El Colef, que es un proyecto de intervención”. Esto permite al participante que trabaja en el campo acercarse aún más.