Uno de los problemas que ha cobrado mayor atención en las agendas nacionales e internacionales y por parte de actores de la sociedad civil es el tema de la trata de personas, la cual se ha acrecentado debido el fenómeno migratorio a nivel mundial. En las agendas políticas, la trata ha sido un tema que ha llevado a diversas discusiones y a la implementación de una serie de reglamentos y protocolos para el combate de este delito. El Manual de capacitación sobre trata de personas, realizado en conjunto por el Lic. Juan Manuel Ávalos, la Dra. María Dolores París, la Mtra. Nancy Utley en colaboración con Adriana García Zapata, editado por El Colegio de la Frontera Norte y el Gobierno de la República, hace una revisión sobre la tipificación de la trata como delito y la diferencia que ésta tiene con el tráfico de personas, pero se centra en dotar a los actores sociales y políticos de reflexiones y elementos sobre un marco legal para la prevención y sanción de la trata de personas.
El libro señala que en el año 2000 con la firma del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, conocido como Protocolo de Palermo, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, en la ciudad de Palermo, Italia, comenzó a delinearse la ruta crítica para que las naciones firmantes fortalecieran el combate en un marco internacional y desde la perspectiva de derechos humanos. México se adhiere al Protocolo de Palermo en 2003 y en 2007 aprueba la Ley para Prevenir y Sancionar la trata de personas, y en 2012 se publica en el Diario Oficial de la Federación la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos y se abroga la ley anterior. En el libro se aclara que los avances en torno a la trata sugieren colocar especial atención en cuatro dimensiones fundamentales, las cuales son: la prevención, la persecución del delito, la atención a las víctimas y la evaluación de programas para el combate de este delito.
Este Manual de capacitación… es parte de una suma de esfuerzos de varios actores dedicados a la investigación y combate a la trata y “recupera los avances de conceptualización, reflexión y aproximación a la trata de personas en los ámbitos internacionales y nacionales e incorpora algunos aspectos emergentes para su análisis”. El Manual de capacitación… contiene nueve capítulos en los cuales se presentan desde los aspectos básicos relativos a éste problema, pasando por una revisión del marco legal y la influencia que las tecnologías tienen sobre éste delito, hasta un acercamiento a los problemas físicos y psicológicos en la atención de las víctimas de trata.
La trata, señala el documento, se refiere a la captación, el transporte, el traslado, la acogida o recepción de personas a través de amenazas, coacción, rapto, fraude, engaño o abuso cuyo propósito es la explotación sexual o el trabajo forzado; por otro lado, el tráfico de personas se refiere al traslado ilegal de un país a otro, donde el migrante busca y realiza un pago al traficante para el cruce de fronteras, sin embargo en el camino se expone tanto la salud como la integridad de la persona. En el caso de la trata, está tipificado como delito contra los derechos humanos y el tráfico de personas es un delito contra el Estado. La trata puede o no implicar un traslado, pues puede darse hacia dentro del país y en condiciones de esclavitud.
Entre los factores que rodean a la trata y el tráfico de personas se encuentran la desigualdad económica y la precarización de la vida, así como factores culturales como las desigualdades sociales, raciales, étnicas, de género, y otras formas de violencia de género y violencia intrafamiliar; además las políticas migratorias restrictivas juegan parte al obligar a los migrantes a recurrir al tráfico de personas para cruzar a otro país, al cual llegan en condiciones económicas desfavorables y ello los coloca en situaciones de riesgo para convertirse en víctimas de las redes de trata.
Además, hay que señalar que otro factor es “el papel de los gobiernos al interior de la problemática de la trata refiera a la débil operación de los recursos jurídicos para materializar la protección legal y social de las víctimas, así como la persecución del delito, que se vinculan con situaciones de violencia y corrupción”.
La finalidad de la trata es la explotación, entre cuyas modalidades se encuentran el trabajo forzado y la explotación sexual: en el caso del trabajo forzado, cuando los empleados trabajan y residen en el mismo sitio y dependen completamente de los empleadores, hallándose lejos de su lugar de origen y careciendo de redes sociales en muchos casos, hay vulnerabilidad a situaciones de trata, como es el caso de las jóvenes indígenas provenientes de comunidades rurales; por otro lado, la explotación sexual se entiende como “la obtención de beneficios financieros, comerciales o de otro tipo a través de la participación forzada de otra persona en actos de prostitución, servidumbre sexual o laboral, incluidos los actos de pornografía y la producción de materiales pornográficos”, entre los cuales se halla la prostitución ajena, la pornografía infantil y adolescente, el turismo sexual; también se encuentra la extracción de órganos, los trabajos forzados, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, señala el libro.
El Manual de capacitación… está enfocado a defensores de los derechos humanos, activista, personal de los distintos órdenes de gobierno, etc., para que den cuenta del problema que viven las víctimas de trata y ofrecer una solución tanto a los afectados directamente como sus familias.