Los tiroteos masivos en Estados Unidos no son nuevos. En el mes de agosto de este año, CNN publicó en su portal de Internet una librería con los tiroteos con mayores víctimas fatales y heridos. De acuerdo a diversos medios de comunicación, estos sucesos comienzan a manifestarse a partir de 1949 en Camdey, New Jersey, con el asesinato de trece personas y tres heridos.
Otro caso conocido, y que se hizo muy popular (al grado de inspirar canciones, películas y series) fue la masacre en la secundaria de Columbine que ocurrió en 1999, donde un par de jóvenes asesinaron a trece personas, posterior a la masacre y antes de ser detenidos, se suicidaron. Sin embargo, este suceso provocó un debate sobre las leyes de control de armas en los Estados Unidos.
20 años después, una nueva tragedia colocó la discusión en torno a las armas. Sin embargo, también propició un nuevo tipo de discusión. La novedad de los episodios de violencia recientes (los casos de Gilroy, California; El Paso, Texas y Dayton, Ohio), radica en que el objetivo de los perpetradores era la población hispana, concretamente inmigrantes.
“Terrorismo doméstico”, racismo y mercado de armas al interior de Estados Unidos, fueron algunos temas de discusión y tales debates fueron reavivados a partir de los episodios de violencia en las ciudades mencionadas, pero sobre todo, tomaron auge en los medios de comunicación, el ámbito académico y, por supuesto, el de la política; identificándose posturas tanto radicales como conservadoras en torno a la seguridad interna de la unión americana.
Por el lado académico, especialistas de El Colegio de la Frontera Norte, así como de The University of Texas Rio Grande Valley y Rice University, colaboraron en la realización del documento “Tiroteos en Estados Unidos y desafíos para la frontera con México”, que está compuesto de seis artículos que proponen una reflexión y análisis de los tiroteos masivos; desde las causas que llevan a los perpetradores a cometer estos actos, hasta la identificación de los desafíos en torno a la seguridad fronteriza.
SOBRE LOS TIROTEOS
Como se mencionó en un inicio, CNN presentó en su listado los veinticinco tiroteos con más víctimas fatales y heridos en la historia de Estados Unidos. Puede que la cifra no sorprenda a muchos, sin embargo, la situación posee aún más gravedad. De acuerdo al Dr. Oscar Misael Hernández, investigador de El Colef, con información de Gun Violence Archive, una organización no gubernamental que registra incidentes de este tipo, entre 1996 y 2012, de 292 casos a nivel mundial, 90 ocurrieron en Estados Unidos.
En su artículo, el Dr. José Andrés Sumano, investigador de El Colef, explica que una constante en los tiroteos, es la legislación anacrónica con profundas raíces en la cultura norteamericana que les ha permitido a jóvenes un fácil acceso a armas de asalto. “En la cultura norteamericana, la posesión de armas es un derecho consagrado en la segunda enmienda”; lo cual tiene su origen histórico a través de la expansión norteamericana hacia al oeste y la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad en los territorios más alejados durante esos años.
Continuando con los antecedentes históricos, la Dra. Rosa Isabel Medina, investigadora de El Colef, plantea que es posible afirmar que existe una influencia negativa que alienta este tipo de actos por parte de los grupos racistas en Estados Unidos, mismos que, desde ideologías radicales basadas en intolerancia, discriminación, violencia, fanatismo y el desprecio por los derechos humanos, proclaman la ̈supremacía de la raza blanca ̈.
A propósito de los tiroteos en El Paso y Ohio, el presidente Donald Trump atribuyó enfermedades mentales a los homicidas. Este tipo de conclusiones podrían sonar lógicas. Sin embargo, en el análisis que realiza el Dr. Arturo Zárate Ruiz, investigador de El Colef, recoge información y presenta que “las personas con enfermedades mentales graves, tienen mayores probabilidad de ser víctimas de la violencia y que solo del tres al cinco por ciento actos violentos pueden atribuirse a enfermedades graves”.
¿ES TRUMP EL MOTIVANTE DE LOS TIROTEOS?
En el caso del perpetrador del tiroteo en El Paso, quien también publicó un manifiesto contra “la invasión hispana”, no se pueden negar las similitudes con el vocabulario que el presidente de los Estados Unidos ha utilizado durante sus campañas y mandato. Sin embargo, como señala en su apartado el Dr. Zarate, el tirador de Ohio no era partidario ideológico del actual mandatario.
Sobre el tema, el Dr. Sumano y la Dra. Medina, señalan que si bien hay una acción legitimadora a través del discurso de Trump, también hay una serie de antecedentes que es importante reconocer para comprender y tener una mirada más profunda de los tiroteos. Por un lado, hay que considerar que en Estados Unidos se denunciaron en los últimos diez años más de 2,000 casos de crímenes de odio, de los cuales menos del 15% fueron objeto de una investigación federal, destacando que entre 2018 y 2019 se perpetraron más de cien casos, y únicamente 17 de ellos llegaron a configurar un juicio criminal.
Aunado a lo anterior, la oferta de armas en el país vecino es alta, actualmente existen a nivel nacional más de 60 mil tiendas legalmente constituidas que venden armas, además de las que se venden en casas de empeño y el mercado negro.
Una aproximación, en un sentido cultural, podría ser que amplios sectores de población en Estados Unidos, creen en el destino manifiesto y la excepcionalidad del pueblo norteamericano, creencias que son alimentadas por el discurso antimigrantes de Trump. Aunado a lo anterior, el Dr. Sumano señala que pareciera que un sector de la población norteamericana experimenta lo que Huntington (2011) denominó “choque de civilizaciones”. Dicho sector no ve con buenos ojos a una población migrante que habla español, rinde culto a la Virgen de Guadalupe y come tacos y burritos. Aunado a ello, esperan que los migrantes se asimilen a la cultura estadounidense; si mantienen sus tradiciones y hábitos, ponen en peligro a la cultura.
AL OTRO LADO DEL MURO
En el tiroteo acontecido en El Paso, perdieron la vida personas provenientes de México; este sector de la población era el objetivo. Sin embargo, como parte de las consecuencias de un fácil acceso a las armas en Estados Unidos, no solo están en peligro las vidas de la población mexicana, o de migrantes hispanos que residen en dicho país, sino que, también al otro lado del muro (en México) se viven y se sufren las consecuencias de una legislación laxa en materia de control de armas.
Se estima que el 70% de las armas que se utilizan en México para cometer delitos provienen de Estados Unidos . Sólo en 2018 se registraron más de 20 mil homicidios dolosos y 10 mil lesiones intencionales con armas de fuego cuyo origen era el país del norte, señala el Dr. Sumano.
Otro impacto, resultado de actos violentos hacia la comunidad mexicana e hispana, se encuentra en el sector económico. El Dr. Hernández señala que las ciudades fronterizas de México-Estados Unidos, mantienen un intercambio constante de bienes, mano de obra y turismo; además de otras dinámicas que están presentes de forma cotidiana, pero que, de manifestarse más episodios de violencia, podría devenir un declive económico para la región.
Sin embargo, como señala la Dra. Medina, a raíz de esta situación la población de la región binacional, lejos de polarizarse, estrechó aún más sus lazos de solidaridad y fraternidad, mostrando al mundo la resiliencia que los caracteriza, surgiendo el lema identificado como ̈El Paso Strong ̈, que de manera simbólica dejaba en claro la unidad y fortaleza de la región Paso del Norte, articulando todas las manifestaciones de apoyo, tanto nacional como internacional, hacia las víctimas de la masacre.
Bibliografía: Grupo de Investigación en Seguridad Fronteriza de El Colef. (2019). Tiroteos en Estados Unidos y desafíos para la frontera con México. México: El Colef. Retrieved from https://www.colef.mx/estudiosdeelcolef/tiroteos-en-estados-unidos-y-desafios-para-la-frontera-con-mexico/