Durante estos últimos días, la atención de la comunidad internacional ha estado enfocada en Venezuela, país que está experimentando una de las etapas más complicadas en su historia contemporánea. Las posturas manifestadas al respecto están claramente divididas y enfrentadas. Con un ultimátum por parte de la comunidad Europea para realizar elecciones confiables, sanciones económicas por parte de Estados Unidos, un respaldo al gobierno de Maduro por parte de los gobiernos de China y Rusia, ha creado un escenario complejo cuyas consecuencias recaen directamente en el pueblo venezolano.
En esta edición de El Correo Fronterizo, entrevistamos al Dr. Roberto Briceño, Profesor de la Universidad Central de Venezuela, Director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) y Consejero Externo del Laboratorio de Estudios sobre Violencia en la Frontera (LEVIF) de El Colegio de la Frontera Norte, quien nos habló sobre la situación que se vive actualmente en Venezuela, Nicolás Maduro, Juan Guaidó, la posibilidad de un diálogo, la relación de este país con el resto del mundo y la posibilidad de un Golpe de Estado.
El Correo Fronterizo: Con el resultado de las pasadas elecciones en Venezuela donde resultó reelecto Nicolás Maduro, diferentes países (Estados Unidos, Canadá, Grupo Lima) desconocieron el proceso electoral y a Maduro como presidente ¿De qué manera afecta esto al país?
Dr. Roberto Briceño: Lo primero que habría que aclarar es que en Venezuela en el año 2018 no hubo elecciones en el sentido propio del término, es decir, no había posibilidad realmente de elegir.
Durante esas “elecciones” les fue prohibido participar a los principales partidos políticos, les quitaron la tarjeta (la denominación con la cual podían participar) a los candidatos potenciales que podrían ser competitivos, todos fueron prohibidos inclusive un General que había sido ministro del propio Maduro que se ha enfrentado y separado del gobierno. Adicionalmente, no se conoce verdaderamente el padrón electoral.
Esas elecciones fueron hechas en el mes de mayo, muy previamente a lo establecido en la tradición y en las normas, con un árbitro electoral absolutamente parcializado sin transparencia alguna, donde se habían cambiado los lugares de los centros de votación; es decir, no había ninguna de las condiciones. En Venezuela no hubo elección; como no hubo elección no hay un candidato electo, un presidente que se juramente. Entonces lo que se está haciendo y lo que están haciendo los otros países es sencillamente decir: no hay un presidente.
Cuando no hay un presidente electo, la constitución venezolana estipula que hay que aplicar el procedimiento que constituye que el presidente de la Asamblea Nacional asume la presidencia de la república de manera interina y convoca a elecciones en un plazo de treinta días para que sea realicen y se pueda elegir entonces al presidente de la república.
En Venezuela no hay un presidente electo de acuerdo a la constitución venezolana y a las reglas que están establecidas ahí. Ahora hay un presidente de facto que dice que él es el presidente, pero que no es reconocido por una parte del país y no es reconocido por la comunidad internacional; hay un presidente de hecho y hay un presidente de derecho que le corresponde de acuerdo a la constitución de Venezuela
El Correo Fronterizo: ¿Es posible que se dé un diálogo entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó? Y de darse ¿cuál cree que serían los acuerdos a los que llegarían o los mejores que podrían tomar en beneficio de la población de Venezuela?
Dr. Roberto Briceño: No creo que sea posible a estas alturas plantearse una posibilidad de diálogo. Que puede existir una negociación, esa es otra perspectiva. Lamentablemente el presidente Maduro habría podido entrar en un diálogo o en un acuerdo en el momento en que estuviese en funciones como presidente, posteriormente al vencerse su período y de acuerdo a la constitución al no haber existido una elección democrática y transparente, sencillamente él es un ciudadano y un usurpador de un cargo, por lo tanto, las condiciones de diálogo no son posibles.
El acuerdo posible es que se hagan unas elecciones creíbles, transparentes, con autoridades electorales distintas que sean creíbles para todos y aceptadas para todos y en ese contexto entonces podrá existir un retomar el camino democrático de Venezuela.
Si se va a hacer una nueva elección hay que hacerlo con autoridades electorales creíbles; en condiciones creíbles y en ese caso, el Partido Socialista Unido de Venezuela (el partido del gobierno) podrá participar, como podrán participar todos los otros partidos, donde podrán participar todos aquellos candidatos que fueron inhabilitados por el gobierno nacional y entonces en esas condiciones podrá darse.
El Correo Fronterizo: ¿Qué lectura debemos darle a las movilizaciones que se están realizando en Venezuela?
Dr. Roberto Briceño: La manifestación que se da, las expresiones colectivas de rechazo a la dictadura, de apoyo a la Asamblea Nacional, de rechazo al gobierno de Maduro y de apoyo a una salida democrática electoral y pacífica en el país han sido únicas en la historia de Venezuela.
Hay que recordar que Caracas es una ciudad que puede llegar a tener 4 millones de habitantes, si incluyen los alrededores, 5 millones de habitantes, y estamos hablando de cientos de miles de personas que llenaron las calles de Caracas pero no solamente lo que es Caracas o las grandes ciudades; Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, no, estamos hablando de que fueron también en ciudades medianas y pequeñas, ciudades de 20 mil, 30 mil habitantes que sus pobladores llenaron las calles para sorpresa de todos habría que decir. Para sorpresa notable del gobierno que no lograba cómo reaccionar porque no pudo reunir a personas; citó en tres puntos a concentración y en ningún momento fue casi gente, no tenía cómo trasladar personas en autobuses; el gobierno perdió toda capacidad de llamado a la movilización de la población.
Al lado de eso, se llenaron las calles de las personas opositoras y con un fenómeno muy interesante. Todos los sectores sociales y muy en particular con protestas de los sectores populares (que en Venezuela llamamos barrios) que son las zonas de urbanización informal donde habitan las poblaciones de menores ingresos; las zonas de autoconstrucción se expresaron de una manera notable y que además, hay decir, fueron reprimidas de una manera muy brutal por los cuerpos de seguridad por los paramilitares que mantiene el gobierno que se llaman colectivos; que durante años se han utilizado para contener esa expresión popular pero que en esta oportunidad no pudieron lograrlo.
Entonces creo que hay una expresión popular un apoyo que se le ha dado y que salió a la calle el 23 de enero y que marca un hito en la historia de las movilizaciones colectivas en Venezuela y me atrevería a decir también en América Latina.
El Correo Fronterizo: La Unión Europea dio 8 días para que se realicen elecciones en Venezuela; México y Uruguay invitan al diálogo, Rusia y China reconocen a Nicolás Maduro como Presidente, mientras que Estados Unidos, Canadá, países de Sudamérica y otros reconocen a Juan Guaidó ¿Cómo se vislumbra a futuro la relación de Venezuela con el resto del mundo?
Dr. Roberto Briceño: La relación de Venezuela con el mundo occidental se recupera a partir de la nueva situación y del restablecimiento de la democracia y de un gobierno de transición. Lo que habría que preguntarse es ¿por qué Venezuela se había y se estaba aliando y hasta parece aliado en esto con Rusia con China, con los que no han sido los aliados naturales en la historia política de Venezuela? Rusia, China, Siria, Irán, esos son con los que está en alianza, con Turquía con Osetia del Sur. Es decir, hay una situación particular.
La relación de Venezuela con el mundo es que está entrando en lo que es un mundo polarizado y la sociedad venezolana lo que está expresando es que quiere permanecer en el contexto occidental es decir en lo que sería América Latina y Europa, Japón.
Claro en esto hay situaciones distintas y hay manejos ideológicos particulares. Venezuela con América Latina bueno digamos que hay todos los países del Grupo de Lima, salvo México, que han estado apoyando a Venezuela y reconocieron a Guaidó, además de que han estado por años viendo cómo se logra y cómo logran apoyar a lo que es una transición democrática y cómo logran apoyar a un pueblo que está buscando salida y que lo único que ha encontrado es represión.
El Correo Fronterizo: ¿Hay un Golpe de estado en Venezuela?
Dr. Roberto Briceño: El verdadero golpe de estado lo dio y sigue dando el gobierno de Maduro desde hace varios años.
En diciembre de 2015, se realizaron las elecciones para diputado para la Asamblea Nacional de Venezuela, en esas elecciones que fueron, en mi opinión, las últimas realmente libres. La oposición logró obtener la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, esto no se lo esperaba el gobierno y hay que decir que tampoco se lo esperaba la oposición, no creían que se podía tener tal nivel de votación; fue una combinación de que muchos de los partidarios del gobierno dejaron de votar (estaban decepcionados) o muchos se pasaron a la oposición que es lo que ha venido sucediendo estos últimos años, al final la Asamblea Nacional pasó a estar controlada por la oposición.
La primera acción fue que en ese mismo 2015 después de que habían terminado las sesiones normales de la Asamblea Nacional y que en consecuencia los diputados habían terminado sus funciones (los diputados del gobierno), llamaron a unas sesiones extraordinarias y en un plazo fuera de lo que dice la constitución y de los procedimientos formales en Venezuela nombraron a unos nuevos miembros del Tribunal Supremo de Justicia. Esto fue una de las causas que llevó a la ruptura de Luisa Ortega Díaz con el gobierno, desde el primer momento lo denunció pero no se separó del gobierno de manera abierta sino que criticaba.
Este nuevo Tribunal Supremo impuesto y decidido por el gobierno decidió posteriormente que la Asamblea Nacional estaba en desacato y por lo tanto fue dejada a un lado, ignorada, incapacitada en sus funciones y rodeada por los cuerpos militares.
De igual manera, hace dos años Maduro declara un estado de decepción en el país (por la emergencia económica y demás cosas); por ese decreto de estado de decepción él se atribuye a sí mismo poderes para legislar en materia económica, laboral, sindical, ambiental; es decir en todo.
Según la ley venezolana de la constitución de Venezuela y eso es una tradición que se remonta prácticamente hasta el tiempo de los romanos; el estado de decepción puede durar 60 días, debe ser sometido a la Asamblea Nacional para ser aprobado y puede ser prorrogado solamente por 60 días más. Bueno ese estado de decepción se ha venido prorrogando a lo largo de 2 años. Entonces ¿Qué más que un golpe de estado que tener un país con un estado de decepción por más de dos años; fuera de la constitución en la cual el presidente tiene atribuciones para hacer leyes o cambiar las leyes?
—————————–
Las opiniones expresadas en la entrevista son responsabilidad de quien las emite y no reflejan necesariamente una postura institucional de El Colegio de la Frontera Norte.