Las plantas nativas de Baja California brindan una serie de beneficios económicos, sociales y ambientales como: la protección de laderas, la captación de agua, la protección de la biodiversidad y el embellecimiento de la ciudad por ello, El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), busca facilitar que las personas y las instituciones implementen flora nativa en las áreas verdes urbanas.
El 9 y 10 de julio, se realizó la primera edición del Taller Germinación y Propagación de Plantas Nativas de Baja California en las instalaciones de Ecoparque, Tijuana, proyecto de El Colef, con el fin de promover el conocimiento y manejo de la flora regional para fomentar su uso ornamental en la ciudad, acentuando su capacidad para reducir el consumo de agua, así como otros riesgos ambientales latentes.
La coordinadora académica del taller, Mtra. Mónica Erandi Martínez Córdova, explicó que el uso de estas especies implica una menor cantidad de agua debido a que ya están adaptadas a la escasez del vital líquido. Además, subrayó, son una excelente oportunidad para reducir riesgos ambientales como el deslave de laderas, problemática que año con año se presenta dentro de la mancha urbana afectando a cientos de familias.
Al encontrarse Tijuana en una zona alta en cerros y laderas, esta vegetación es de utilidad para evitar que se deslice la tierra con las lluvias. La recomendación que la coordinadora apunta es que cada vez que se haga un corte a alguna ladera se coloquen una serie de plantas nativas puesto que pueden ser muy útiles para sostener los taludes de la ciudad.
Aunado a lo anterior, por su alta tolerancia a la sequía, las plantas nativas tienden a reducir los costos relacionados a la provisión de infraestructura ya que son de bajo mantenimiento puesto que no hay necesidad de gastar en agua, tierra para sembrar, fertilizantes ni pesticidas, por lo que las convierte en excelentes ejemplares para adornar los parques, camellones y áreas verdes públicas o privadas, agregó.
Entre los beneficios sociales, ahora más después de la pandemia, se ha demostrado que el acceso a jardines, espacios abiertos o áreas verdes puede disminuir la incidencia de padecimientos ligados a la salud mental. Pero dado que la legislación no obliga a las desarrolladoras a incluir cierto porcentaje de plantas nativas, se opta por plantar especies “exóticas” que en algunos casos pueden llegar a ser invasivas y acidificar el suelo, como es el caso del eucalipto.
El uso de plantas nativas agrega un valor paisajístico, pero también un valor gastronómico, medicinal y bio cultural, saberes preservados por las comunidades indígenas nativas. Su propagación ayuda a captar y retener la humedad pues al cubrir el suelo ayuda a regular el clima, lo que se traduce en temperaturas más frescas en el verano, y más cálidas en el invierno.
Su uso promueve la conservación de la biodiversidad ya que mantienen las interacciones ecológicas en un equilibrio, es decir procura la conservación de fauna nativa, principalmente insectos, algunos de los cuales son endémicos de la zona. Por tanto, el taller, el cual tuvo que cerrar anticipadamente su convocatoria debido a la alta demanda, viene a cubrir una necesidad de conocimientos para que más personas y tomadores de decisiones conozcan la importancia de nuestro patrimonio natural nativo, finalizó la coordinadora.
Se tiene contemplada una segunda convocatoria para este taller para el mes de septiembre.
