Cuando se anuncia la subida del salario, suelen dispararse las alarmas: subirá la inflación, será más costosa la canasta básica, etcétera. La realidad económica es, evidentemente, mucho más compleja, y el nivel de ingresos de la clase trabajadora no se encuentra en una relación directamente proporcional con el del costo de los bienes, sino que esta relación intervienen, más bien, toda una serie de factores, tanto económicos como ajenos a lo económico, que acaban por determinar los efectos reales que tienen medidas como la que implementará el gobierno de México a partir del primero de enero del año 2025: un aumento del 125 al salario mínimo, tanto el general como el de la Zona Libre de la Frontera Norte.
En ese sentido, el Dr. Alejandro Díaz Bautista, Investigador en el Departamento de Estudios Económicos de El Colef, reflexiona sobre las condiciones que hacen de este aumento un acierto tanto en el plano político como financiero, pues la escalada en el salario no implica necesariamente una escalada en los precios de bienes y servicios. Asimismo, explica cómo esta condición del trabajo asalariado se experimenta en otros países del continente americano.
La reflexión completa del doctor se encuentra disponible a través de: https://www.youtube.com/@colef