La crisis global de falta de agua se ha agravado con los años, y nuestro país no ha estado exento de sufrir sus consecuencias. Ya son populares y esperados los recortes anuales en la disponibilidad del vital líquido, en los que la población reacciona con medidas caseras de conservación: captación de aguas de lluvia, almacenamiento en tambos y tinacos y menores tiempos en la ducha o en el uso del agua para fines de limpieza. Estas medidas, aunque buen manera de iniciar, requieren, sin embargo, de un apoyo superior y estructural que sirva como base para un verdadero proyecto de conservación a largo plazo que no ponga en riesgo la disponibilidad del agua.
En ese sentido, el Dr. Alfonso Cortez Lara, director de la Unidad Mexicali de El Colef, menciona que existe una situación de crisis hídrica en el cuenca del Río Colorado , debido a la sequía prolongada que, desde la década de los años 90, ha permanecido presente en la región, situación que impacta, de manera negativa, tanto a México como a 7 estados de la unión americana, cuyo abasto depende de este cuerpo hídrico. Como respuesta, meciona el doctor, se han realizado ajustes en el marco Binacional del Agua Transfronteriza, con el Tratado Internacional de Límites y Aguas entre ambos países. Las acciones, que comenzaron en noviembre del 20212, se han encaminado al propósito de preservar el vital líquido.
Al respecto, menciona dos Actas que estarán funcionando de manera simultánea, una hasta finales de este año y otras hasta finales de 2026: el Acta 323 y el Acta 330, dos proyectos a través de los cuales se inyecta capital que se utilizará en obras de infraestructrua hídrica y agrícola, así como en el descanso de tierras, que repercutirá en la mejora de las condiciones para el ahorro de agua, consiguiendo que esta no descienda a un nivel en el que se vuelva inviable extraer más de la cuenca, así como la recuperación de un volumen que permita hacer menos frecuentes los recortes.
La reflexión completa se encuentra disponible a través de: https://www.youtube.com/@colef