El 25 de febrero del año 2021 cruzaron los primeros 27 migrantes asentados en el campamento de Matamoros, Tamaulipas, hacia los Estados Unidos, acompañados por personal de organismos internacionales, hecho que dió origen al desmantelamiento de este campamento levantado en 2019 en las inmediaciones de la frontera entre los dos países.
El Dr. Óscar Misael Hernández, investigador del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), en Matamoros, señala que este suceso tiene también algo simbólico, ya que representa el desmantelamiento de parte de la herencia de la política migratoria del ex-presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero también un símbolo de la inercia política del presidente de México, en el marco de los llamados Protocolos de Protección a Migrantes o Quédate en México.
El especialista de El Colef señala que en el año 2019, Matamoros fue considerada una ciudad que vivía una crisis humanitaria, en ese momento algunos medios de comunicación hablaban de entre 800 y 1000 migrantes. Quienes a pesar de recibir apoyo de organizaciones religiosas y civiles, vivían en condiciones deplorables, lo que propició la desesperación de esta población migrante y que además se vieron expuestos a actos de racismo y discriminación.
Sin embargo, agrega que aunque una parte de esa población migrante ya está logrando cruzar para continuar el juicio de asilo, aún quedan albergues que mantienen población en espera y agrega que más migrantes están llegando a la frontera con la intención de solicitar protección en Estados Unidos, por lo que será necesario que no se cancelen las estrategias y acciones de apoyo a las familias migrantes.
La reflexión completa del Dr. Óscar Misael Hernández disponible en: https://youtu.be/ByfORqXSJEE
