Las niñas, niños y adolescentes en situación de desplazamiento interno ubicados en la frontera de Baja California tienen carencias significativas en materia de acceso a la protección, educación, seguridad y servicios de salud física y mental, lo que les coloca en una condición de particular vulnerabilidad, según un estudio desarrollado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y con apoyo en revisión por parte de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef).
El informe “Es mucho daño lo que yo tengo. Niñas, niños y adolescentes desplazados forzados internos en la frontera norte de México”, presentado este jueves en la plataforma digital de El Colef, señala que, en el desplazamiento forzado de las infancias y adolescencias mexicanas, los vacíos y la invisibilidad se pronuncian; sobresale la carencia de una atención especializada y una respuesta integral a sus necesidades, desde un enfoque de derechos.
“El impacto que el desplazamiento interno tiene en las vidas de las niñas, niños y adolescentes, no sólo se limita a los efectos inmediatos en términos de la interrupción de su educación o el cambio abrupto de residencia. Si no se interviene de manera oportuna, lo que está en riesgo es su bienestar y desarrollo presente y futuro”, comentó Fernando Carrera, Representante de UNICEF en México.
“Las niñas, niños y adolescentes que se ven forzados a desplazarse de sus lugares de origen, se ven expuestos a serios riesgos de violaciones graves a sus derechos. Estas niñas, niños y adolescentes requieren y tienen derecho a una respuesta coordinada e integral que garantice su protección efectiva” agregó Fernando Carrera.
“Las autoras del informe, Aída Silva Hernández y Beatriz Alfaro Trujillo, llevaron a cabo su trabajo de campo en albergues para migrantes de estas ciudades durante el último trimestre de 2020. Los resultados de la investigación permiten conocer la situación de niñas, niños y adolescentes mexicanos desplazados forzadamente de sus lugares de origen respecto a sus derechos y la manera en que se atienden o las razones por las que no se garantizan mientras se encuentran en la frontera, así como los recursos que aportan dependencias e instituciones gubernamentales y de la sociedad civil organizada. Este informe también buscó derivar recomendaciones para los tres órdenes de gobierno sobre medidas de actuación especializada para la población infantil y adolescente desplazada interna y que está acompañada por sus familias”, detalló Dolores París Pombo, investigadora y Coordinadora del Observatorio de Legislación y Política Migratoria de El Colef.
“El desplazamiento forzado interno se trata de una problemática social y no solo de un fenómeno de movilidad; porque hace referencia a las condiciones en las que se encuentra y se desarrolla una parte de la infancia en México, con afectaciones en el tejido social, familia y comunidades. Así mismo, mientras se encuentran niñas, niños y adolescentes en la frontera norte, parecen ubicarse en un estado de pausa de sus espacios sociales, de los que han quedado desprendidos. Un lapsus donde se profundizan sus pérdidas, precariedad y vulnerabilidad”, comentó Aida Silva, co-autora del informe.
“El informe destaca el costo emocional provocado por las causales del desplazamiento forzado, así como el sufrimiento de la espera en la frontera como resultado de la imposibilidad de presentar su solicitud de asilo en el país vecino. De manera generalizada, se observó una conmoción, inseguridad y miedo, particularmente, niñas, niños y adolescentes, los efectos emocionales gravitan en torno a su construcción identitaria y su sentido de pertinencia dada la abrupta salida”, enfatizó Beatriz Alfaro, co-autora de dicho informe.
Los riesgos de los que huyen estas niñas, niños y adolescentes son graves e incluyen homicidios y desapariciones de familiares, amigos y vecinos, reclutamiento por parte del crimen organizado, abuso y explotación sexual, violencia de género y extorsión, entre otras. Estas causas se combinan, en muchos casos, con la falta de oportunidades de vida en sus comunidades de origen. Además, la gran mayoría de estas personas reportan no poder volver a sus comunidades de origen de manera segura.
Desde el 2014, se ha registrado una llegada continua de familias a diferentes espacios de alojamiento en Tijuana, principalmente de Guerrero y Michoacán que, por diversos motivos, abandonaron sus localidades de origen y no desean volver a ellas.
Las dificultades para acceder al asilo en Estados Unidos, junto con la ausencia de políticas específicas en México para la atención integral de personas desplazadas internas, orilla a las personas en condiciones de alta vulnerabilidad, especialmente de las infancias y adolescencias, a una prolongada inmovilidad en la frontera en condiciones poco propicias para su desarrollo.
La presentación del informe “Es mucho daño lo que yo tengo. Niñas, niños y adolescentes desplazados forzados internos en la frontera norte de México”, se encuentra disponible a través de: https://www.colef.mx/evento/es-mucho-dano-lo-que-yo-tengo-ninas-ninos-y-adolescentes-desplazados-forzados-internos-en-la-frontera-norte-de-mexico/
