Sustainable Strategies for Stormwater and CSOs Control in Ambos Nogales, es un proyecto financiado por el Programa Frontera XXI y el Banco de Desarrollo de América del Norte. Además de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), con la coordinación de la Dra. Hilda García Pérez.
Interactuar con el medio ambiente
En los últimos años se han intensificado los eventos naturales extremos que afectan a la población en general y ponen en riesgo a las infraestructuras construidas. Ante los fenómenos climáticos que impactan de manera más fuerte, se ha hecho necesario evaluar y modificar la manera en que el ser humano interactúa e interviene el medio ambiente.
Una de estas propuestas es la infraestructura verde, la cual parte de intervenir y modificar el entorno, priorizando en la conservación de la biodiversidad, generación de adaptación ante el cambio climático, disminución de los factores de inundaciones, control de escorrentías y manejo de drenajes, así como aumento y mejoramiento de espacios verdes.
Jardines de lluvia, una alianza binacional
Sustainable Strategies for Stormwater and CSOs Control in Ambos Nogales, es un proyecto financiado por el Programa Frontera XXI y el Banco de Desarrollo de América del Norte. Además de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), adicionalmente, participan en el proyecto la Universidad Estatal de Arizona, la Universidad de Arkansas, la Universidad de Arizona, el Instituto Municipal de Investigación y Planeación de Nogales, la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el Departamento de Calidad Ambiental de Arizona (ADEQ), USGS y el Grupo Semilla , que, de manera general, tiene por objetivo el diseño de un plan maestro de infraestructura verde para Ambos Nogales.
Uno de los proyectos surgidos de esta alianza de instituciones son los Jardines de lluvia, que son un espacio de vegetación nativa que captura y absorbe agua de lluvia, formando así una depresión en el terreno localizado de tal manera que captura el agua en vez de que ésta fluya de manera libre por la ciudad provocando inundaciones.
Este tipo de jardines representa diferentes beneficios, por un lado, se reduce la cantidad de agua que corre por las banquetas y calles y que satura el sistema de alcantarillado. Por otro lado, ayuda a tener un jardín con vegetación que recibe agua de lluvia y que se adentra de forma natural a la tierra, lo cual permite mantener el ciclo de lluvia.
Este tipo de iniciativas resultan pertinentes principalmente para las ciudades, como el caso de Ambos Nogales, debido a que los materiales de construcción son materiales impermeables y cuando llueve, el agua no logra penetrar en la tierra. En este sentido, el agua de lluvia es llevada por sistemas de alcantarillados y termina mezclada con las aguas grises, y en otros casos arrastra partículas que terminan contaminando cuerpos acuíferos. Además, el hecho de que el agua pase directamente al alcantarillado de la ciudad para evacuarse aumenta la escorrentía del agua y las acumulaciones de agua con gran velocidad que derivan en inundaciones, arrastrando más contaminantes y erosionando el terreno.
Concientizar, educar y sumar esfuerzos
El pasado 28 y 29 de mayo de este año, se llevó a cabo la construcción de jardines de lluvia en la Escuela Secundaria General # 3 “Humberto Campos Varela”. Con la colaboración de estudiantes y profesores, voluntarios, y personal del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), del Departamento de Imagen Urbana y del Departamento de Ecología del Ayuntamiento de Nogales.
De acuerdo a la Dra. Hilda García Pérez, investigadora del Departamento de Estudios de Población de El Colef y responsable del componente de vinculación comunitaria, mediante la construcción de los jardines de lluvia se logró el objetivo de involucrar a estudiantes, profesores y directivos de la escuela secundaria en acciones comunitarias de escala urbana y binacional.
La construcción de los jardines de lluvia es parte de un proceso que dio inicio en febrero de 2020 con un taller de infraestructura verde en la Esc. Sec. Gral. # 3. En dicho taller, los estudiantes aprendieron a “leer el paisaje” que rodea el centro escolar, identificando áreas sujetas a inundación y erosión y de posible intervención con actividades de cosecha de agua de lluvia. La meta del taller fue que estudiantes, profesores, y personal de la escuela aprendieran que el agua de lluvia que se produce en techos, canchas, y otras superficies impermeables pueden ser controladas y aprovechadas dentro de la escuela, contribuyendo con esto a mitigar las inundaciones de la ciudad y ayudando en el proceso de infiltración del agua de lluvia.
Con el evento se buscaba que los asistentes participaran en el proceso de crear infraestructura para “sembrar agua” en la escuela. Por lo anterior, durante los dos días, estudiantes, profesores y diversos voluntarios colaboraron en una campaña de limpieza de la escuela, recogiendo plásticos y todo tipo de basura, así como también la siembra de árboles y vegetación nativa.
El proyecto que puede replicarse en otras zonas y localidades, representa un impacto positivo, como lo menciona la profesora Rosario Ruiz, maestra de la Esc. Sec. Gral. # 3 quien reflexiona acerca de los beneficios de que las cuencas que se construyeron en la escuela cosechen agua. Ella señaló, que si la escuela contribuye a evitar que el agua de lluvia corra por “…la [Avenida] Tecnológico, ya es una mejora a la comunidad, que se va a ver reflejada como no tienen idea, al grado que los jóvenes puedan asistir a la escuela sin necesidad de decir está inundada la calle de abajo”, lo que interrumpe por días la asistencia a la escuela.