De acuerdo al periódico Excélsior, del 21 de julio al 4 de septiembre, al menos siete mil migrantes que solicitaron asilo al gobierno de Estados Unidos, han sido retornados a Matamoros como parte de la política migratoria del país vecino. Alrededor de mil aún «viven» en el puente internacional Nuevo de Matamoros.
En el marco del Protocolo de Protección a Migrantes, muchas ciudades fronterizas se han vuelto espacios de recepción de migrantes que han realizado la solicitud de asilo en Estados Unidos. En este sentido, el Dr. Oscar Misael Hernández, investigador de El Colef en Matamoros, señala que en colonias populares, orillas del río Bravo y en algunos negocios de la zona centro, se puede observar a migrantes, de ambos sexos y diferentes edades, que se han insertado en nichos laborales y en mercados de trabajo.
El 26 de agosto, el alcalde de Matamoros, Mario López, mencionó que no abrirían un nuevo albergue para la población migrante. Por su parte, el especialista señaló que históricamente la Casa del Migrante ha sido quien atiende a esta población, sin embargo la necesidad persiste.
“La experiencia que hay en la ciudad, durante el arribo de los subgrupos de la caravana migrante en febrero, si hubo el suficiente espacio en los albergues aunque en ocasiones si se miraban un poco saturados debido a las personas que seguían llegando, pero las ciudades fronterizas y Matamoros en particular, deben tener espacios construidos con el propósito de albergar a más población inmigrante en caso de necesidad”.
Refirió que hasta el momento no se tiene registro de operativos por parte de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración, como se ha sucedido en Tijuana, pero mencionó que se han aplicado otras medidas como pedir identificaciones al momento de querer trasladarse en autobús.
La reflexión completa del Dr. Oscar Misael Hernández, se encuentra disponible en: https://youtu.be/BW_WbUtQjc0