En estos tiempos de emergencia sanitaria; las pandemias no matan tan indistintamente como se cree; son menos discriminatorias que otras formas de violencia acaecidas en la sociedad mexicana, señala el Dr. Óscar Misael Hernández, investigador del Dpto. de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte y coordinador del Laboratorio de Estudios sobre Violencia en la Frontera Norte.
La violencia criminal también constituye una especie de pandemia sociológica y cultural en nuestro país, que no ha mermado su incidencia ni en el contexto del COVID-19. El investigador señala que la incidencia delictiva coaccionada por el confinamiento muestra una reducción del 30% a nivel nacional, con un rebote al cierre de la primera cuarentena. Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Matamoros y Tijuana son ejemplos de este repunte precedido por una baja estadística, con sus respectivas diferencias a nivel local.
Para concluir, el académico menciona el último boletín emitido por el Laboratorio de Estudios sobre Violencia en la Frontera (LEVIF), en el que se afirma que Tijuana y Cd. Juárez, entre enero y octubre del 2021, lideraron los puestos en homicidios dolosos por cada centena de habitantes. También se observó una alza en municipios que, en años recientes, se habían mantenido a la baja, como Matamoros y Piedras Negras. De todos estos, los delitos más difundidos por la prensa fronteriza han sido los homicidios.
Tal como señala Pablo Moloeznik, nos recuerda el doctor Hernández, México se encuentra atravesado por la conjunción de dos violencias que atentan contra la vida: el coronavirus y la violencia delictiva.
El Colef Press del Dr. Óscar Misael Hernández, se encuentra disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=xjAoibDuR3Q