El actual gobierno sin duda alguna será un hito en cuanto a las políticas implementadas, y en específico en materia ambiental, es quizás los aciertos aparentes son el involucramiento y participación social en los proyectos de infraestructura, que pudieran tener un impacto en su entorno. Otro aspecto que la 4T indica como un acierto es el impulso de la agenda ambiental con temas como el desarrollo forestal, agua, equilibrio ecológico y principios precautorio. Esperamos que sean acierto o es sólo una vía para facilitar los proyectos emblemáticos (tren maya, presas, aeropuerto internacional, refinerías, fracking, explotación petrolera, etc.) cumplan con las regulaciones ambientales.
Cabe mencionar, que desde un inicio el actual gobierno ha tenido una serie de cuestionamiento sobre los desaciertos de la agenda ambiental, poca claridad en los objetivos y el presupuesto asignado al sector. A lo que se suma, la serie de cambios de los secretarios (as) de la SEMARNAT. El primer cambio fue el de la Maestra Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, quien, tras un escándalo de provocar el retraso de un vuelo comercial, la llevaría a presentar su renuncia. Tras lo cual sería sustituida por el Dr. Víctor Manuel Toledo, el cual, tras la exhibición pública de un audio, en donde se exponía una dura crítica a las contradicciones de la política ambiental de la 4T, esto lo llevaría a renuncia y darían paso a que la Maestra María Luisa Albores, fuera nombrada como directora de SEMARNAT.
Dichos cambios, se dan en tan sólo dos años de gobierno y son un indicio del poco o ningún interés que en los temas ambientales nacionales. De hecho, esto se hacía evidente desde el planteamiento de los 100 compromiso que presentaba la 4T, los cuales por cierto solo tres involucraba temas ambientales (reforestación de árboles maderables y frutales; evitar contaminación del suelo, agua y aire, y protección de la flora y fauna), y que no necesariamente se han cumplido e incluso resulta contradictorio su posible cumplimiento. Tal hecho, se han cuestionado a los largo de una serie de foros y seminarios, realizados por investigadores de diversas instituciones de educación y por profesionales del área impacto ambiental, siendo que los proyecto emblemáticos del actual gobierno no han cumplido con regulaciones mínimas en materia de impacto ambiental, trasparencia y asignación de presupuesto para la protección de recursos naturales.
A lo anterior, se suma una tendencia histórica en la disminución de presupuesto asignado al sector ambiental en los últimos cinco años, llegando a ser de una disminución de un 56.6% desde el gobierno de Peña Nieto hasta el actual gobierno de la 4T. Quizás la mejor época de asignación de presupuestal fue en el año 2015, cuando se registró el presupuesto más alto de $67,976.70 millones de peso, pasaría el 2018, se redujo el presupuesto a $37,580.64 millones de pesos. Posteriormente en el gobierno actual (2019) continuo la baja el presupuesto con $31,020.46 y en este año 2020 fue sólo $29,869.45 millones. Todo esto ha implicado no solo el despido de personal sino el cese de planes o proyecto para la protección ambiental. Y acorde al presupuesto del próximo año 2021, el incremento para SEMARNTA será del 1.98%, es decir, de $30,472.40 millones de pesos.
De dicho presupuesto se repartirán $959.95 millones de pesos para la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en tanto que a las delegaciones federales recibirán $530.0 millones de pesos, mientras que Agencia Nacional de seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente de Sector Hidrocarburos (ASEA) operara con $306.85 millones de pesos. En tanto que al Instituto Mexicano en Tecnología del Agua (IMTA) recibirá $201.23 millones de peso y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) recibirá $167.67 millones de pesos. Si bien, la actual secretaria de la SEMARNAT ha expresado que trabajar más con menos presupuesto, esperaremos que al menos los tres compromisos ambientales de los 100 plateado al inicio de gobierno, los pueda cumplir.
Sin embargo, no quiero ser aguafiestas para este 2021, pero hay que recordarle al gobierno 4T, que no sólo se debe cumplir con los derechos ambientales previstos en nuestra Constitución sino además con los tratados internacionales de las Naciones Unidas, tales como el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Convención Marco de las Naciones Unidas de Cambio Climático, el Acuerdo de París, la Convención sobre Patrimonio Mundial de la UNESCO y la Agenda del Desarrollo 2030. Así que deseamos, que los aciertos en la agenda ambiental de la 4T sean mayores, que los desaciertos que hasta hoy día ha evidenciado.
Dra. Maria Eugenia González
El Colegio de la Frontera Norte