Análisis Económico de la Presidencia de Joe Biden en sus primeros 100 días

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Opinión de Alejandro Díaz-Bautista Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 20 de mayo de 2021

El Presidente Joseph R. Biden Jr. obtiene la victoria en la elección y llega a la Casa Blanca en medio de una extraordinaria crisis económica y de salud ocasionada por la pandemia del coronavirus Covid-19. Una pandemia que ha  matado a centenas de miles de estadounidenses y reducido en 2020 más de 10 millones de puestos de trabajo.

En los primeros 100 días de la nueva administración, el presidente Biden tiene que lidiar con salir de la crisis de salud ocasionada por la pandemia, la crisis económica, el desempleo, el cambio climático, además de mejorar el ambiente sobre la justicia racial.

En los primeros 100 días en la presidencia, el presidente Biden ha estado presentando una serie de acciones ejecutivas que muestran las primeras diferencias con la administración de Trump. A pocas horas de su toma de posesión, el presidente Biden se reincorporó al Acuerdo de París y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y anuló la llamada prohibición musulmana de la Administración Trump, que restringía la inmigración de una serie de países de mayoría musulmana.

Los primeros tres meses de Biden en el cargo señalan un cambio de rumbo con respecto a la administración anterior. El nuevo presidente se centra en dos objetivos principales en sus primeros cien días, el de frenar la propagación del coronavirus Covid-19 y brindar ayuda y asistencia económica a las familias necesitadas, mientras se implementa el plan de ayuda económica en el 2021. Para el 30 de abril de 2021, el día 100 de Biden en el cargo como presidente, la actual Administración espera haber vacunado a 100 millones de estadounidenses, autorizado la Ley de Producción de Defensa para aumentar el suministro de vacunas y reabrir de manera segura la mayoría de las escuelas primarias y secundarias. De igual manera, que se llegue al punto de inflexión en la economía para salir de la crisis económica y encontrar nuevamente la senda del crecimiento económico en Estados Unidos, en Norteamérica y en el mundo durante 2021.

La Administración Biden también depende del Congreso para autorizar los presupuestos tanto para la distribución de vacunas como para los planes de estímulo económico en 2021. La Administración Biden espera aprovechar un amplio apoyo para el estímulo económico para impulsar una agenda progresista, incluido el aumento esperado del salario mínimo nacional a $ 15 y más fondos para las clínicas de salud comunitarias, políticas que dice marcarán el comienzo de una recuperación a largo plazo de la economía en los Estados Unidos.  Si se controla la crisis de salud ocasionada por el Covid, obtendrás una recuperación de la economía en 2021.

El objetivo en los primeros 100 días es el de manejar las múltiples crisis que enfrenta Estados Unidos de tal manera que la nación salga de un período problemático más fuerte y unificada.

La vacuna del coronavirus Covid-19 se está implementando a principios de 2021, sin embargo en algunas regiones las tasas de infección están empeorando y algunos expertos predicen que hasta 700,000 estadounidenses podrían morir a causa de la enfermedad antes de que se contenga la misma.

Mientras más rápido se solucione el problema de la crisis de salud ocasionada por el Covid-19, que puede ser controlada  a través de las vacunas masivas, la economía comenzará a recuperarse en los Estados Unidos. Pero el cronograma de vacunación puede ser difícil, incluso si los planes del presidente Biden para acelerar la distribución de vacunas son exitosos, no se espera que el país se recupere hasta  el verano o el otoño.

El presidente Biden firmo la ley de alivio de Covid por un monto de $ 1.9 billones de dólares, despejando el camino para tener los controles de estímulo económico y ayuda para la vacunación de la población en los Estados Unidos durante 2021. La propuesta de estímulo económico que Biden presenta se centra en ampliar el seguro de desempleo semanalmente hasta septiembre, aumentando la cantidad asignada y apoyar a las personas con $1,400 dólares en pagos directos para la mayoría de los estadounidenses. El plan también canalizaría $130 mil millones de dólares a las escuelas para ayudarlas a reabrir de manera segura, así como $ 15 mil millones de dólares en subvenciones para pequeñas empresas para ayudar a complementar la pérdida de ingresos.

No toda la agenda económica del presidente Biden depende del Congreso. Ha pedido a las agencias requeridas que extiendan la moratoria federal sobre desalojos y ejecuciones hipotecarias, y se pide una pausa en los pagos de préstamos estudiantiles federales.

El peso mexicano se aprecia frente al dólar durante el inicio de la administración Biden. El peso se cotiza alrededor de 19.9272 con una apreciación del tipo de cambio. El dólar descendió a un mínimo de cuatro semanas ante una canasta de monedas, golpeado por una caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro, debido a que los inversores están creyendo cada vez más en la insistencia de la Reserva Federal de que mantendrá una política monetaria expansiva por más tiempo, para salir de la crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus.

El Tesoro estadounidense añadió a 11 países en total a la lista de vigilancia del sistema cambiario, poniendo especial atención a sus intervenciones del mercado de divisas. El peso mexicano será monitoreado, pero no es clasificado como manipulador de su moneda. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos analiza a los 20 socios comerciales más importantes de comercio bilateral, entre ellos, México.

El reporte de Políticas Macroeconómicas y Cambiarias de los mayores socios comerciales de los Estados Unidos no clasifica a México como una economía que manipula su tipo de cambio para obtener algún tipo de ventaja en el comercio internacional. Se incluyó a México en la lista de países a monitorear y la inclusión se debe a un efecto metodológico derivado del nivel alcanzado en el intercambio comercial con Estados Unidos en 2020. El nivel se explica por el incremento en la demanda de exportaciones mexicanas por los estímulos fiscales y monetarios que se implementaron en Estados Unidos, frente a un menor dinamismo de las importaciones mexicanas provenientes de este país por los efectos de la depreciación del peso mexicano y la pandemia generada por el COVID-19. El efecto señalado es transitorio y conforme la recuperación económica de México se vaya consolidando, la balanza bilateral con Estados Unidos se ajustará a niveles observados antes de la pandemia.

El reporte del Tesoro no clasifica a México como una economía que manipula su tipo de cambio para obtener algún tipo de ventaja en el comercio internacional, por lo tanto, no estará sujeto a sanciones por parte del Gobierno de Estados Unidos.

La doble crisis de justicia racial y cambio climático también ocupa un lugar preponderante en la agenda del presidente. El 20 de enero, Biden se convirtió en el primer presidente de la historia en condenar explícitamente la supremacía blanca en un discurso de inauguración. El plan de estímulo propuesto por la Administración también aborda varios elementos planteados por el movimiento Black Lives Matter. Eso incluye asistencia para las comunidades de color afectadas de manera desproporcionada por la pandemia, fondos para expandir los centros de salud comunitarios y priorizar el alivio para las pequeñas empresas propiedad de personadas consideradas en las minorías.

Otra serie de acciones del presidente cambia la respuesta de Estados Unidos a un planeta en calentamiento. Además de volver a unirse al Acuerdo de París, Biden rescindió el permiso del oleoducto Keystone y ordenó a las agencias federales que restablecieran las regulaciones ambientales que su predecesor había revocado, como las reglas sobre las emisiones de metano en la producción de petróleo y gas.

Biden ha mencionado que puede usar el poder adquisitivo del gobierno federal para impulsar la demanda de productos ecológicos, al ordenar a las agencias federales que compren vehículos de bajas emisiones y otros bienes ecológicos.

El presidente Biden envió una delegación a México para tratar la situación fronteriza y pidió a su vicepresidenta, Kamala Harris, encabezar la respuesta del gobierno de Estados Unidos al fenómeno.

Kamala Harris tendrá en sus manos la gestión de la migración en la frontera entre Estados Unidos y México. Uno de los retos de Harris será encaminar de forma efectiva la ayuda económica a países del Triángulo Norte centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador) de donde proviene la mayoría de los migrantes.

El presidente Biden prevé destinar hasta $4,000 millones de dólares para atender las razones fundamentales de la migración desde esos países, como la pobreza, la violencia o la falta de oportunidades económicas. El presidente Biden descartó disculparse por desmantelar políticas migratorias de Trump, como la separación de niños migrantes de sus madres, que consideró contrarias al derecho internacional y la dignidad humana.

Dr. Alejandro Díaz-Bautista

El Colegio de la Frontera Norte

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