Corredor Fronterizo | ¿Solo agua tratada para Tesla?

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Opinión de Ismael Aguilar Benítez Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 16 de marzo de 2023

La recientemente anunciada localización de una nueva planta de Tesla en la Zona Metropolitana de Monterrey presenta nuevos retos en la ya de por sí complicada situación de baja disponibilidad de agua. Una planta automotriz requiere agua durante el proceso de fabricación, incluidos el tratamiento y revestimiento de las superficies de los vehículos, en pintura, para el lavado general, el enfriamiento de equipos y los sistemas de aire acondicionado.

Después del estira y afloja que la Presidencia de la República efectuó con sus declaraciones, primero afirmó que no daría los permisos para la empresa Tesla si trataba de instalarse en Nuevo León con el argumento de que no había agua suficiente; el Presidente aceptó la inversión cuando el empresario le aseguró que en la planta solo se utilizará agua tratada.

La planta se localizará en el municipio de Santa Catarina, entre el Anillo Periférico de Monterrey y la carretera federal 40 Matehuala-Monterrey. Se contempla una inversión de más de 5,000 millones de dólares con capacidad de producir hasta un millón de vehículos eléctricos. En comparación, la planta de Tesla en Shanghái tiene una capacidad de producción anual de 750 mil unidades y su planta de Austin produce 500,000 unidades. La elección de la localización de la planta, además del acceso al mercado de los Estados Unidos, tiene que ver con que varias empresas proveedoras de Tesla se encuentran cerca: Nemak, Vitro, Vertiv, Noah Itech, Mahle Planta Santa Catarina, AGP eGlass, IAC Group Monterrey, Quanta Computer, entre otras (http://www.clusterindustrial.com.mx/). Otra razón importante para la localización de Tesla en Monterrey es la cercanía a su planta de Austin, Texas. La empresa considera también invertir en una planta de baterías en México. Un beneficio económico local importante que se espera es el empleo generado, hasta 6,000 nuevos empleos directos e indirectos.

Hasta ahí todo parece muy bien, sin embargo, la operación de una gran planta industrial en una Zona Metropolitana con una reciente crisis de suministro significa un reto para asegurar agua para sus habitantes. Esta preocupación no se observa solo en el caso de Nuevo León, sino también en plantas de Tesla en Berlín, Alemania y en Austin, Texas. En Berlín, a los funcionarios locales les preocupaba que esa planta pudiera agotar los recursos hídricos, por lo que su aprobación tardó. En abril de 2022 se abrió una planta en Austin, donde grupos ambientalistas también se manifestaron preocupados por su impacto en el agua. La planta de Austin usa alrededor de 1.4 millones de metros cúbicos de agua al año y utilizará al menos 1.8 millones de metros cúbicos cuando se agregue una línea de batería planeada por la empresa. El plan de Tesla para ahorrar agua en su planta de Austin incluye la captura de agua de lluvia para su uso en el enfriamiento de la maquinaria de ensamblaje. (https://www.forbes.com/sites/alanohnsman/2022/04/06/teslas-water-worries-dont-end-in-berlin-giga-texas-in-booming-austin-may-also-see-drier-times/?sh=5a2dbf83d7ad).

Con base en su Reporte de Impacto 2020, Tesla estima su uso de agua en tres metros cúbicos por auto, esto implica que, si produce hasta un millón de autos en la planta de Santa Catarina, requerirá de tres millones de metros cúbicos de agua tratada por año. Según la información oficial disponible en la página web del organismo, actualmente se tratan 11 mil 678.76 L/s . De ese volumen se tienen comprometidos 7 mil 200 L/s con los usuarios agrícolas de Tamaulipas; para asegurar el volumen adicional que se propone traer de la presa El Cuchillo, Nuevo León debe respetar los Acuerdos de Coordinación de 1996 con Tamaulipas. Un volumen de 2 mil 927.52 L/s de agua tratada se vende a las industrias acerera, papelera, de materiales para construcción y extracción de calizas. Adicionalmente se tienen contemplados contratos por 869.5 L/s más. Esto dejará disponible el equivalente aproximado de 22 millones de metros cúbicos al año. Aparentemente, ese volumen da un margen suficiente para cubrir el agua que necesitará Tesla, si usa solo agua tratada. Sin embargo, como es de esperar, la planta necesitará proveedores y puede atraer a otras plantas que sí requerían de agua entubada de primer uso si no se condiciona su localización también al uso de aguas tratadas. Esto puede derivar en la intensificación de una competencia por el agua entre los usos agrícola, urbano e industrial. Un auge industrial demandará más agua y atraerá más población que a su vez requerirá de servicios de agua. No parece ser entonces solo cuestión de extender la red de aguas tratadas “unos kilómetros” y de que exista potencial de tratamiento, sino de prevenir las consecuencias a mediano y largo plazo ante una situación de sequías prolongadas e incertidumbre a futuro en la disponibilidad de agua para la región.

Dr. Ismael Aguilar Benítez

El Colegio de la Frontera Norte

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