El 05 de agosto de 2021 el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentó sus estimaciones de la pobreza multidimensional 2018-2020. Más allá de la polémica desatada por el presidente de la República Mexicana al señalar en su conferencia matutina que él tenía otros números, vale la pena echar un vistazo a los números presentados.
Una particularidad importante de mencionar es que las estimaciones fueron realizadas con los nuevos Lineamientos y criterios generales para la definición, identificación y medición de pobreza publicados en 2018, los cuales actualizan algunos elementos de la metodología para la medición multidimensional de la pobreza, con los que se inicia una nueva medición de la pobreza que imposibilita la comparación directa con los resultados correspondientes al periodo 2008-2018, presentados en 2019, pero que permitirá la comparación de las mediciones de los próximos diez años.
Como era de esperarse, el Covid-19 ha tenido un impacto negativo en la lucha contra la pobreza en México. De acuerdo al CONEVAL, a nivel nacional el porcentaje de población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9% entre 2018 y 2010, mientras que el número de personas pasó de 51.9 a 55.7 millones, principalmente menores de 64 años. Asimismo, el porcentaje de población en pobreza extrema pasó de 7.0% a 8.5% alcanzando un total de 10.8 millones de personas en esta situación. En este mismo sentido, uno de los principales cambios fue el aumento en la carencia por acceso a los servicios de salud, que pasó de 16.2% a 28.2%.
En los estados fronterizos al norte del país la situación es la siguiente. En Baja California y Chihuahua el porcentaje de población en situación de pobreza (la población que tiene carencia en al menos uno de los derechos sociales y sus ingresos son inferiores a la línea de pobreza por ingresos), disminuyó pasando de 23.6% a 22.5% y de 26.6% a 25.3% respectivamente. Mientras que en Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas aumentó pasando de 25.5% a 25.6%, de 19.4% a 24.3%, de 26.7% a 29.9% y de 34.5% a 34.9% respectivamente. Como podemos observar, Nuevo León y Sonora fueron las entidades federativas en donde se presentaron los aumentos más significativos.
Desafortunadamente, en los seis estados fronterizos aumentó la pobreza extrema (la población que tiene carencia en tres o más derechos sociales y sus ingresos son inferiores a la línea de pobreza extrema por ingresos), siendo Coahuila, Nuevo León y Sonora donde encontramos los aumentos más considerables. En Baja California el porcentaje de población extrema pasó de 1.4% a 1.5%, en Coahuila de 1.5% a 2.6%, en Chihuahua de 2.5% a 2.9%, en Nuevo León de 0.7% a 2.1%, en Sonora de 2.2% a 3,5% y en Tamaulipas de 3.0% a 3.8%.
De igual forma, la carencia por acceso a los servicios de salud aumentó dramáticamente en los seis estados fronterizos al norte del país. En Baja California pasó de 16.9% a 24.0%, en Coahuila de 13.2% a 21.6%, en Chihuahua de 11.3% a 17.1%, en Nuevo León de 13.0 a 21.5%, en Sonora de 12.6% a 20.1% y en Tamaulipas de 12.0 a 19.6%.
Uno de los principales objetivos de la medición de la pobreza en México por parte del CONEVAL es proporcionar a los tomadores de decisiones un panorama social actualizado sobre las carencias sociales que experimenta la población mexicana. Los estados fronterizos al norte del país fueron, a nivel nacional, de las entidades federativas que menores incrementos presentaron en lo referente a pobreza, pobreza extrema y carencia en el acceso a servicios de salud. Sin embargo, es claro que el COVID-19 ha dejado secuelas graves en todo el territorio fronterizo y que se requerirán de políticas anti-pobreza que ataquen, de manera inmediata, la pobreza extrema en personas menores de 64 años.
Dr. Christian Iván Becerril Velasco
El Colegio de la Frontera