Cuba, ¿bloqueo o aislamiento económico?

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Opinión de Eliseo Díaz Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

viernes 16 de julio de 2021

Cuba está de regreso a los titulares internacionales por las movilizaciones de la población joven de ese país que luchan en contra de la escasez de alimentos, la amenaza de la pandemia de Covid-19 y a favor de la libertad. Para muchos estas protestas anuncian la inminente caída del sistema comunista que ha sobrevivido en Cuba ya casi 40 años a la caída de la cortina de hierro erigida por el poder de la URSS, para otros es la misma amenaza contra el socialismo cubano organizada por los sistemas de inteligencia norteamericanos y la derecha local y el bloqueo económico decretado contra la isla por el gobierno de Estados Unidos.    

Donde hay menos controversia es en aceptar que el modelo económico de Cuba está en una profunda crisis, explicada solo en parte como una consecuencia de la pandemia, y que la población ha llegado al límite en la privación de los bienes necesarios para sobrevivir en el actual contexto histórico. No es que haya fracasado el modelo socialista de Cuba, este podría continuar funcionando y languidecer muchos años más, a pesar de que no aporta la oferta de satisfactores que demanda su población, porque contribuye con los recursos suficientes para el funcionamiento básico de todo Estado moderno que cumple con abastecer los bienes públicos indispensable que se demandan (educación, salud) y sostener el aparato represivo para dar seguridad a sus fronteras y reprimir y contener las movilizaciones populares.

Con una población estimada en 11 millones de habitantes, Cuba tiene un tamaño similar a países como Haití, República Dominicana, Bolivia, Grecia, Portugal, Bélgica y otros. Aunque el producto por habitante es bastante menor a la de las economías desarrolladas de tamaño similar, el PIB per capita de Cuba es equivalente al de República Dominicana, pero mucho más alto que otros países pequeños y pobres como Haití o Honduras, y aparte sólo es 16% más pequeño que el de México. Sin embargo, el Índice de Desarrollo Humano de Cuba supera al de México y los demás países mencionados, en parte explicado por el hecho de que tiene su población una esperanza de vida mayor y tienen muchas más camas de hospitales por mil habitantes, de acuerdo con cifras de Our World in Data

El argumento del bloqueo

Se dice que bloqueo económico y comercial ha sido la principal restricción al crecimiento económico de Cuba y la principal limitante de su desarrollo, sin embargo, es insostenible. Un embargo económico o un bloqueo a las relaciones económicas internacionales sobre un país puede tener efectos inmediatos o de corto plazo en el que caen los flujos de comercio y el funcionamiento del aparato económico que las produce o utiliza se ve paralizado; a largo plazo, sin embargo, las economías suelen adaptarse y resolver de algún modo sus necesidades de relacionarse en términos económicos con otros países y poder seguir adelante.

La experiencia histórica nos muestra que las economías socialistas y en general los países con gobierno totalitarios son férreos defensores de la autarquía en sus relaciones económicas internacionales. No solo en el campo de las actividades económicas sino en general en todos los ámbitos de las relaciones internacionales, derechos humanos, sistema de justicia, sistemas electorales, contabilidad macroeconómica y comercio internacional. Los organismos internacionales que suelen compendiar, analizar y evaluar o calificar el comportamiento económico de los países, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tienen en el mejor de los casos información incompleta sobre Cuba y otros países como Corea del Norte. Hasta hace poco tiempo, China estaba en esos grupos que carecían de información económica comparable al resto de la comunidad internacional, todavía existe esa escasez en algunos rubros. Esto no es más que el bloqueo de información que los gobiernos de esos países imponen a la comunidad internacional y que es determinante para su permanencia en el poder. 

Comercio internacional

Si se revisan las cifras sobre comercio internacional de Cuba que presenta la Organización de las Nacional Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) sorprende ver como la isla ha adaptado su comercio internacional al régimen de autarquía que prevalece en otros órdenes de la vida política y social de ese país, debido al bloqueo económico. Pero sorprende más todavía encontrar el país puede estar acumulando reservas internacionales de divisas, que no son comparables con otros países con tamaño o nivel de desarrollo similares y cuya utilización es uno de los misterios socialistas más ocultos de la vida moderna debido a esos vacíos de información.

Cuba tiene un bajo nivel de exportaciones de bienes, en 2018-2019 superó apenas los 2 mil millones de dólares, pero un nivel de importaciones excesivamente alto, en esos años superó los 12 mil millones. En consecuencia, el balance comercial del país ha sido negativo, así los muestra la estadística de UNCTAD, pues las importaciones superan en una proporción de 4 a 1 a las exportaciones de bienes. Es un resultado del bloqueo comercial, sin duda, pero el país necesita importar bienes imprescindibles para su operación y sobrevivencia pues no es autosuficiente en producción de alimentos, sus compras al exterior se concentran en maquinaria y equipo y productos alimenticios. 

Como el balance productos es ampliamente negativo, entonces la estrategia económica seguida en las últimas décadas ha sido desarrollar una importante industria turística para captar divisas de los visitantes extranjeros. De esa manera, la isla compensa el déficit comercial con un amplio superávit en el balance de servicios, predominantemente por turismo. Como la población tiene restricciones para la movilidad internacional, los egresos por importación de servicios turísticos sin mínimos. En 2018-2019 los ingresos por exportación de servicios alcanzaron los 12 mil millones de dólares, suficiente para pagar el total de sus importaciones de bienes. 

Si además sumamos los ingresos por concepto de remesas internacionales, unos 4 mil millones de dólares anuales, casi el doble del total de exportaciones, lo que tenemos es que Cuba mantiene un superávit en cuenta corriente cercano a los 6 mil millones de dólares anuales, al menos desde 2008. 

Como no están disponibles las cifras de la balanza de pagos de Cuba, que resumen todas las transacciones comerciales y financieras con el exterior y presenta el remanente de operación clasificado como variación de las reservas internacionales, al menos hasta este nivel, del balance de comercio de bienes, de comercio de servicios y recepción de remesas, Cuba tendría una constante acumulación de reservas internacionales. Sumando ese saldo favorable desde 2005 a 2019, esas reservas internacionales calculadas de esa forma limitada ascenderían a 43 mil millones de dólares, que son equivalente a 22% de las reservas internacionales reportadas por México en 2021 y que ascienden a 196 mil millones de dólares. 

Vemos entonces que el bloque económico ha complementado la vocación de autarquía que caracteriza al gobierno de Cuba y que aún con él, el gobierno ha sido capaz de organizar un modelo de comercio que le asegura una corriente de divisas suficiente para sostener el funcionamiento del país, con todas las carencias y restricciones en alimentación y acceso de bienes que afectan a su población y que se expresan en las protestas que ahora estamos viendo, y los aciertos en la agenda de desarrollo social que todos conocen. Y ahorrar y acumular recursos financieros. 

Pandemia

El conflicto social brota ahora porque ese modelo dejó de funcionar. Como vemos, Cuba depende crucialmente de los ingresos por turismo, para poder financiar el comercio deficitario que tiene con el mundo. La emergencia sanitaria por el COVID-19 paralizó la llegada de visitantes del extranjero y el gobierno ya no pudo financiar la compra externa de alimentos para distribuir entre su población, y la maquinaria y equipos necesarios para que las empresas continúen funcionando. Además, la urgencia por reestablecer el funcionamiento normal de la actividad turística apresuró la apertura de la actividad económica lo que causó el actual rebrote de la pandemia (Zamarripa, Reforma).

No hay cifras disponibles para 2020 pero la caída de esos ingresos por turismo debe haber sido mayor al 50%, como ocurrió en México en estados que dependen totalmente del turismo como Quintana Roo y Baja California Sur. Esa caída sin duda habría paralizado la importación de bienes y productos de los que más de una tercera parte son alimentos. Esto se manifestó como mayor escasez de comida para la población, retrasos en la distribución de productos, que se suma al estrés provocado por las dificultades del gobierno para contener el avance de la pandemia. 

Cifras de la Universidad Johns Hopkins indican que a la fecha Cuba ha reportado 250 mil contagios de Covid-19 con 1,608 fallecimientos. Con una población de 11.3 millones de personas, la vacunación contra el covid-19 ha avanzado en forma razonable. 

Sin embargo, hay un repunte muy pronunciado de la pandemia, en junio 22 se reportaron 1,465 casos, una cifra que se había mantenido estable desde febrero 24 cuando inició la primera ola de la pandemia. Para julio 13, la nueva ola de contagio llegó a 5,659 casos, un nivel que no había sido alcanzado por la pandemia. A diferencia del resto del mundo, Cuba está pasando ahora por la fase más descontrolada de la pandemia, pese a que el proceso de vacunación ha avanzado como el promedio de los países en ese nivel de desarrollo. Actualmente es uno de los países con mayor incidencia de la pandemia, ocupa la posición 8 en un rango de 10 de los países del mundo con más casos diarios por millón. Solo para comparar, México y Estados Unidos está en la posición 6 de ese rango. Pero, al igual que México, Cuba está en la posición 9 de un rango de 10 del total de contagios por millón de habitantes. En consecuencia, las muertes diarias por Covid se triplicaron, de 10 fallecimientos en las que estuvo fluctuando la cifra entre abril y junio, al 13 de julio el número de muertes brincó a 30 personas por día.

Cuba no solo ha sido uno de los países más afectados por la pandemia, sino, además, en la última semana ésta ha cobrado más fuerza y se han triplicado el número de fallecimientos diarios por covid. Con toda razón, hay pánico entre la población. 

Conclusión

En resumen, un país que pese al bloqueo y otras medidas restrictivas del comercio internacional que le fue impuesto por Estados Unidos y que pese a ello logró integrar un modelo de comercio un tanto mercantilista, en el sentido de que acumula un superávit comercial de divisas con las que, una de dos, o no quiere utilizar para comprar más alimentos para su población, o no puede gastar por las restricciones al comercio que ha venido padeciendo. Si Cuba tuviera un modelo macroeconómico estándar y una moneda comercializable internacionalmente, esta situación produciría una sobrevaluación cambiaria que desalentaría más las exportaciones y promovería aún más las importaciones lo que obligaría a ajustar el equilibrio comercial por otros medios, ya sea de política monetaria o comercial.  Pero esto no es así, en su lugar el gobierno lleva a cabo una férrea política de esterilización de divisas que impide las transacciones de dólares en la economía y la venta condicionada a empresas importadoras o que invierten en la isla, lo cual deja el manejo de los dólares ingresados a la economía en manos de la poderosa burocracia política de ese país.    

En estas condiciones una economía no puede crecer más allá del potencial que representa su stock de capital y de fuerza de trabajo existente. Las economías en desarrollo incurren en déficit comercial o de cuenta corriente porque necesitan captar capital extranjero, en la forma de inversión extranjera directa, para financiar su desarrollo más allá del nivel potencial. De lo contrario, el país estará exportando capital o potencial de desarrollo a otros países. Es difícil pensar esta solución para el caso de un país como Cuba, lo cierto es que las cifras revelan la profunda condición de aislamiento en la que se encuentra para la economía internacional.

Dr. Eliseo Díaz

El Colegio de la Frontera Norte

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