Conciliar los dos conceptos anteriores parecería una tarea difícil, pero no es así, como lo intentaremos mostrar más abajo. La desindustrialización es la contracción de la industria manufacturera en la composición del Producto Interno Bruto que se expresa por un menor valor agregado y empleo.El fenómeno en cuestión se encuentra íntimamente ligado a los efectos de la demanda cuando las economías alcanzan un alto nivel de desarrollo con ingresos per-cápita muy elevados, donde el consumo de manufacturas se reduce en sustitución de bienes más “sofisticados” como el turismo internacional, pasando por mayores gastos de diversión y del confort.
La industria 4.0 es el nivel tecnológico más avanzado de la industria para producir todo tipo de bienes y servicios estructuralmente conectados al mercado vía internet, con sistemas robotizados, donde el comercio es la clave para el éxito de los negocios. Desde los tiempos de Adams Smith se sabía que, al entrar en la circulación las mercancías, la ley de la oferta y la demanda determinan su precio y se acentuó tanto que adquirió mucha autonomía, con potenciales amenazas para la estabilidad macroeconómica.
Dicho lo anterior, desindustrialización e industria 4.0 son coincidentes porque subsumen a la industria a las actividades comerciales y la línea divisoria entre los procesos de manufactura y su comercialización tiende a desaparecer entre las muchas formas de llevar el producto hasta el consumidor. Por sí misma la desindustrialización entra en contradicción con los objetivos de hacer crecer las economías, porque las manufacturas son la fuente del crecimiento económico.
Gran cantidad de estudios se han hecho para demostrar la desindustrialización, muy pocos sobre la industria 4.0; ¿harán desaparecer la industria estos dos procesos?, seguramente no, lo que harán es hacer difícil en las cuentas nacionales identificar hasta dónde llega la industria y cuando inicia el comercio; en teoría cualquier transacción es comercio así se haga dentro de las grandes fábricas polvorientas.
El fenómeno de la desindustrialización es bastante desalentador mientras que la industria 4.0 es tan prometedora que involucra internet de las cosas mediante sensores avanzados que incluye la conexión con los clientes, la fabricación de piezas con capas superpuestas de distintos materiales a partir de modelos virtuales con una enorme cantidad de datos, para lo cual se requieren computadoras muy avanzadas. En suma, podemos decir que la desindustrialización (también) es producto de los avances tecnológicos, por un lado y las leyes del mercado por el otro, que moldean los hábitos de consumo.
Cotejar estos dos procesos por regiones o actividades industriales específicas, ayudaría a encontrar el aliento para ese futuro incierto; ¿Qué tipo de vivienda podríamos hacer sin varilla corrugada y sin cemento?, ¿que será del futuro sin motores, partes y componentes para la industria automotriz y un mar de piezas y sistemas complejos para la industria?, cualquier persona en sus cinco sentidos no aceptaría dejar de producir todos estas manufacturas, son vitales para el desarrollo humano. En Monterrey México, sería desastroso dejar de producir acero, cemento, vidrio, etc. que han sido la fuente del crecimiento de los tiempos modernos.
Al revisar el comportamiento de la agricultura, la industria y el comercio-servicios en el Estado de Nuevo León desde el 2003, la industria sólo contribuye con cerca del 35% del Producto Bruto Estatal, mientras que el comercio y los servicios por encima del 60% y una tendencia a la alza; esta tendencia constata la desindustrialización porque registra tasas de crecimiento relativamente bajas; el fenómeno adquirió la categoría de “escándalo académico” con el cierre de Fundidora Monterrey en 1986; sin embargo, muchas décadas en el pasado el comercio y los servicios han concentrado el mayor porcentaje de las actividades económicas.
Ahora bien, ¿Cuáles son los esfuerzos por alcanzar la industria 4.0 en Monterrey?. Encabezan la estrategia el Consejo Nuevo León 4.0 a través de la Secretaría de Economía y trabajo, donde el objetivo general es fomentar e impulsar a múltiples empresas alcanzar la industria 4.0. Ejemplos de éxito no se ha publicado, pero los esfuerzos van en la dirección correcta. Desde Argentina donde son los dueños de Techin, consorcio productor de acero en Monterrey, publican los avances de la industrialización 4.0 por Tenaris, empresa productora de tubos sin costura a través de la robotización de sus procesos con altos niveles de productividad y competitividad en el mundo; se esperaría que hagan lo mismo en Monterrey para la producción de varilla, lámina galvanizada y otros viejos productos para la industria regional.
Dr. Salvador Corrales C.
El Colegio de la Frontera Norte