Desde la perspectiva nacional, en la elección de 2018, con la candidatura del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la historia del bipartidismo en Baja California comenzó a dar un giro importante en torno a la elección de un solo partido. En estos comicios, el electorado bajacaliforniano se inclinó hacia Morena con más de 70 por ciento de los votos, quedando la coalición del PAN con el PRD y con Movimiento Ciudadano con tan solo 20 por ciento de apoyo, y el PRI, en alianza con el Verde y Nueva Alianza, escasamente con 10 por ciento de los votos. A nivel nacional, Baja California se ubicó en el noveno lugar, de las 32 entidades de la República.
En este sentido, es muy claro que el auge del movimiento lopezobradorista, desde 2006, logró cambiar los colores del país, al igual que en Baja California. En esta última elección presidencial de 2024, con la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, el estado de Baja California se pintó de marrón una vez más, quedando en el número 7 a nivel nacional. Un dato importante por resaltar durante esta elección es que, de los nueve distritos federales, solo en el distrito 4 la segunda fuerza fue Movimiento Ciudadano y el PAN lo fue en los otros ocho.
Sin embargo, los resultados de las elecciones locales nos cuentan otra historia: las preferencias partidistas cambian respecto a las nacionales, es decir, en la elección de 2024, para las elecciones municipales, la diferencia entre el primero y segundo lugar (indicador electoral Margen de Victoria [MV]) cambian de municipio a municipio, y principalmente la participación electoral.
Al observar con mayor detalle la estadística electoral local, se percibe que existe un sector de la población en Baja California con una perspectiva diferente al ejercer su sufragio. Es decir, da su voto diferenciado en las elecciones nacionales y en las elecciones locales. Veamos los datos:
En el caso de San Felipe, último municipio en crearse en Baja California, en donde se realizó su primera elección, los resultados han estado en Tribunales, y muy seguramente tendremos una elección extraordinaria. En este municipio, el partido que se encuentra en segundo lugar es el Partido Verde, presentando un margen entre el primer y segundo lugar de 297 votos (3.6 % MV) y la participación es la más alta en el estado con 54.1 por ciento. En el caso del municipio de San Quintín, un municipio muy joven, el segundo lugar lo obtuvo el candidato independiente, con una diferencia de 2 337 votos (5.87 % MV) y una participación de 45.2 por ciento. En el municipio de Tecate, el segundo lugar lo obtuvo el PES con 16 271 votos de diferencia (34.3 % MV) y una participación de 48.9 por ciento. En Playas de Rosarito sigue vivo el PRI como segunda fuerza, con una diferencia de 9 025 votos (17.9 % MV) y la participación más baja del estado con 41.7 por ciento. Por otro lado, en los municipios más antiguos –Ensenada, Mexicali y Tijuana– se mantiene como segunda fuerza el PAN. Para Ensenada y Mexicali, con una diferencia de alrededor de 20 por ciento de margen de victoria y una participación de 50.1 por ciento y 47.1 por ciento, respectivamente. En el caso de Tijuana se presenta una diferencia de 363 809 votos (47.4 % MV) entre Morena y el PAN, con una participación de 46.1 por ciento.
Con estos resultados, y en especial en los municipios de nueva creación, nos surge la pregunta: ¿la diversidad política respecto al partido a elegir está afectado por la intensa movilidad humana que existe en el estado? Si es así, este solo es el principio de la complejidad de la cultura política que presentan los electores que residen en nuestra entidad.
Ana Claudia Coutigno Ramírez
El Colegio de la Frontera Norte, Secretaria General Académica
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