La coyuntura de la agenda de este fin del año de 2022 e inicios del 2023 refleja una creciente polarización política e ideológica en la política y sociedad de Estados Unidos.
Las elecciones intermedias del pasado 8 de noviembre reflejaron la fuerte polarización política y electoral y un cierto avance del partido republicano, en especial con el control de la Cámara de Representantes – aseguraron los 218 escaños necesarios para obtener la mayoría.
En el caso del Senado estadounidense, la polarización se manifestó con la segunda vuelta de la elección en el estado de Georgia este 6 de diciembre. Los votantes del estado reeligieron a Raphael Warnock, primer senador afro y pastor baptista. Warnock se impuso al candidato republicano Herschel Walker –apoyado por Trump- por una diferencia de cerca de 100 mil votos, o el 51,4%, frente al 48,6% de su rival. De esta manera los demócratas lograron la mayoría en el Senado.
Con este triunfo será innecesario el desempate del voto de calidad de la vicepresidenta, Kamala Harris. Por primera vez un presidente demócrata gana tal escaño, en un estado tradicionalmente conservador y cuyo gobernador el republicano Brian Kemp, ganó la reelección en noviembre pasado con ocho puntos porcentuales más que el demócrata Stacey Abrams.
Un aspecto notorio del pasado proceso electoral estadounidense es que el factor de crisis económica – inflación acumulada en 2022 es del 6,9% – no influyó de manera determinante en contra de los candidatos demócratas. Por el contrario, la estrategia de movilización en favor de la democracia fue central en la estrategia del voto en favor de los demócratas.
Varios republicanos responsabilizaron al ex presidente Trump por el fallido intento de lograr una mayoría en la cámara baja y recuperar el control del Senado, pese a la menor popularidad del presidente Biden y los índices de inflación en Estados Unidos. Esta diferencia y el papel del gobernador de Florida Ronald Dion DeSantis, serán parte de la polarización en el partido republicano en los próximos meses.
¿Cuáles son los escenarios políticos- electorales del contexto estadounidense para fines de este año e inicios del 2023? :
En Estados Unidos cada cámara puede proponer un proyecto de ley. El proyecto tiene que ser aprobado por ambas cámaras, pero con un Congreso dividido será poco probable de concretizar, dada la polarización política.
La Cámara de Representantes controlada por los republicanos limitará la agenda del presidente Biden. Esto limitará su agenda socio ambiental, con lo cual tendrá restricciones para fortalecer su legitimidad electoral de cara a las elecciones del 2024.
El presidente Biden tendrá que negociar con los republicanos. La gestión política no se le da al presidente. Con lo cual la agenda conservadora mantendrá su vigencia.
El factor Trump seguirá siendo un disruptor de la política interna estadounidense. Su propuesta Make America Great Again (MAGA), tendrá influencia en su electorado. Sus acusaciones en proceso no parece que debilitarán su tercera candidatura presidencial. La última acusación fue de la fiscalía de Manhattan a su grupo inmobiliario de 17 cargos de fraude fiscal, por desarrollar un sistema de pagos que defraudó millones de dólares al fisco. La gestión del factor Trump será un reto para el sistema político y legal estadounidense.
En el año 2023 se fortalecerá la agenda conservadora republicana, como producto de la polarización política e ideológica que se ha promovido desde el inicio del gobierno de Biden. Los temas centrales son aborto, religión, excepcionalísimo estadounidense, valores tradicionales de la familia, rechazo a matrimonio del mismo sexo, el uso de armas y en general su propuesta de MAGA.
La agenda latina prioritaria se mantendrá en un impasse. Si con una cierta mayoría demócrata el presidente Biden no impulsó la prioridad de una reforma inmigratoria que beneficie a los migrantes irregulares en Estados Unidos, ahora en minoría en la cámara baja no lo hará.
Las prioridades del presidente Biden son impulsar una agenda social, económica, laboral, ambiental y educativa con énfasis en la movilización democrática de los nuevos votantes, como una alternativa para mantener legitimidad política y electoral de cara a las elecciones de noviembre del 2024.
Es de destacar que cambios legislativos de mayor impacto han ocurrido bajo gobiernos de un solo partido, como el New Deal del presidente Franklin Roosevelt y la ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) del presidente Barack Obama.
Como se aprecia la agenda de fines de este 2022 e inicios del año 2023 no será fácil para el presidente Biden. Tendrá que fortalecer la gestión política y seguir reiterando la importancia de mantener los valores de la democracia, como una alternativa al factor disruptor Trump. Sería relevante también promover una agenda de género bajo el liderazgo de la Vicepresidenta Harris, pero su perfil bajo en los dos años del gobierno de Biden, no garantizan un mayor impacto político.
Dr. José María Ramos García
El Colegio de la Frontera Norte