La agenda social de Trump: miedo y retroceso.

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Opinión de Cirila Quintero Ramírez Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 23 de enero de 2025

El pasado 20 de enero, Donald Trump se convirtió en el 47avo presidente de Estados Unidos. El primer día de gobierno, el presidente Trump firmó decenas de órdenes ejecutivas (https://www.nytimes.com/es/2025/01/20/espanol/estados-unidos/donald-trump-ordenes-ejecutivas-migracion-golfo-frontera.html) relacionadas con la migración, el medio ambiente y seguridad. Estas órdenes revocan 80 acuerdos que el Presidente Biden había tomado en estos temas, aunque aún tendrán que recorrer un camino para poderse implementar del todo, en la práctica ya se han puesto en marcha. Otros aspectos como la imposición de aranceles altos a los productos de México y Canadá, fueron puestos en espera, medida que se observa como instrumento de presión para ambos gobiernos en materia económica. El tema fundamental que  preocupa sobre todo a nuestro país es la migración, tanto por las deportaciones que se han anunciado,  que ya han comenzado, como por la migración que sigue arribando a la frontera, migrantes que llegan porque tenían una cita en el CBP, y Trump suspendió, como para tratar de cruzar la frontera, (https://www.infobae.com/estados-unidos/2025/01/20/eeuu-suspende-cbp-one-la-aplicacion-que-permitio-la-entrada-legal-de-migrantes-y-cancela-las-citas-agendadas/). La ausencia de un programa claro y articulado entre los gobiernos federal, estatal y local de las distintas ciudades fronterizas, que reciben tanto la migración del sur como la deportación, hace más preocupante el tema. Dichas problemáticas no son nuevas en la frontera, pero si resulta preocupante cuando coinciden ambos flujos en un mismo tiempo y espacio. El otro tema central es el económico, en donde el tasar con altos impuestos las exportaciones de México, tendría un efecto negativo no solo en nuestro país sino en los mismos consumidores estadounidenses, y las inversiones de otros países.  No habría que olvidar que migración y economía son temas bilaterales y no unilaterales, querer depositar la responsabilidad de la solución en un solo país es una visión equivocada, de ahí, la necesidad de que el gobierno mexicano siente a la mesa a los funcionarios de Estados Unidos para llegar a acuerdos bilaterales, México no tiene por qué cargar solo con la resolución de problemáticas que comparten ambos países. 

Si bien ambos temas son preocupantes, hay una agenda que poco se ha abordado es la cara social de la nueva administración, la cual se caracteriza por el miedo y el terror de miles de ciudadanos, particularmente en calidad migratoria irregular, que ya viven en Estados Unidos, se estima que más de 10 millones de esta población, son mexicanos. Estos mexicanos han vivido por décadas en territorio estadounidense, de manera irregular, pero también contribuido a la riqueza de este país, sustentando un mercado laboral en el ramo agrícola, comercio y servicios, y pagando impuestos por distintas vertientes servicios, compras, etc. No obstante, la orden de denunciar a indocumentados, como si fuesen criminales, en hospitales, iglesias, escuelas (Sin lugar seguro: Trump autoriza detener a migrantes en escuelas, hospitales e iglesias; sitios eran considerados como “protegidos”), declara una persecución social que se presta a toda clase de violaciones de los derechos humanos básicos, y a pesar de las voces de frenar esta persecución, como la de Obispa de Nueva York, la animadversión que existe en una buena parte de los votantes de Trump por la migrantes, han acentuado la criminalización del migrante. Desde su primera administración, Trump estigmatizo a los migrantes como criminales y violadores, cuando los problemas de Estados Unidos van más allá de los migrantes y está vinculado con una política económica de protección a los grandes inversionistas y favorecedora de unos cuantos. 

Sin embargo, el ataque y la violación a derechos humanos va más allá, y se lanza contra grupos vulnerables, como la comunidad de diversidad sexual y otra minorías étnicas, una de las primeras medidas de Trump ha sido cortar todos los fondos para programas referente a la diversidad sexual o de capacidades, (https://espanol.yahoo.com/noticias/trump-desmantela-programas-diversidad-licencia-125617790.html) afectando con ello los avances en cuanto a equidad,  conduciendo a los grupos sociales minoritarios y vulnerables su discriminación, persecución y criminalización,  (https://www.msn.com/es-mx/noticias/mundo/alertan-vidas-en-riesgo-de-comunidad-lgbt-tras-retorno-de-trump-aumentan-solicitudes-de-servicios-de-crisis-ong/) Muy relacionado con el tema de la diversidad sexual está el ataque a las mujeres, la declaración de reconocimiento de “dos géneros”,  hombres y mujeres, evidencian el dominio de un sistema patriarcal, en donde las conquistas femeninas como el derecho al aborto, medidas para frenar el hostigamiento y la violencia contra ellas, están en fuerte peligro. Sin embargo, desde antes del Trump, activistas feministas mencionaban la necesidad de rearticular nuevas estrategias de lucha durante la administración de Trump (https://www.dw.com/es/c%C3%B3mo-afectar%C3%A1-a-los-feminismos-la-victoria-de-trump/a-70716039).

Finalmente, por ser el área de mi interés, habría que mencionar que tampoco se vislumbran un mejor tiempo para los trabajadores de todos los sectores: primero, por la cercanía abierta de grandes capitalistas, como Elon Musk , quien ha manifestado su inconformidad con la sindicalización de los trabajadores; segundo, porque a pesar de que el líder de la principal central obrera, UAW, ha manifestado su disposición a trabajar con Trump (https://www.washingtonpost.com/opinions/2025/01/19/shawn-fain-uaw-trump-trade/), los representantes obreros no han sido convidados a la toma de decisiones del nuevo Presidente, resulta muy poco probable que haya un mejoramiento en las negociaciones contractuales de las grandes automotrices, si por el contrario, se podría vislumbrar  el favorecimiento de green fields , sin sindicatos y con salarios generales, en diferentes áreas del país. Tercero, Trump con su declaración de persecución de indocumentados en centros laborales y otros espacios públicos refuerza las históricas estrategias de miedo que decenas de empleadores, especialmente en la agricultura y servicios, han utilizado para impedir la protesta y la organización de los trabajadores indocumentados, hoy más que nunca la amenaza de “echarle a la migra” se convierte en el combustible principal para seguir explotando a estos trabajadores, finalmente, las primeras acciones demuestran que el nuevo presidente también va por la afectación de los trabajadores del estado, una de las primeras acciones de no renovación de los contratos de trabajadores temporales o por contrato en el Estado apuntan al adelgazamiento del estado y por supuesto impiden su organización y sindicalización. En síntesis, nos enfrentamos a una agenda social gubernamental caracterizada por el miedo, la incertidumbre y los retrocesos, lo más preocupante es que la agenda económica obscurezca estos aspectos que sin duda afectan más a valores centrales como la justicia, la equidad y los derechos humanos que debería preocuparnos más. 

Cirila Quintero Ramírez
El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Matamoros


Las opiniones expresadas son responsabilidad de quien las emite y no reflejan necesariamente una postura institucional de El Colegio de la Frontera Norte.

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