Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Valle Profesor-Investigador del Colegio de la Frontera Norte de El Colegio de la Frontera Norte

martes 30 de abril de 2013

Me refiero a dos hechos recientes; uno a nivel internacional y otro doméstico donde se invierten los papeles según cambian las circunstancias. El segundo de ellos, tendrá repercusiones en las campañas que hoy inician y en el resto de las 13 entidades donde habrá elecciones este 7 de julio.

En el primer caso me refiero a la crisis postelectoral en Venezuela. Como sabemos el pasado domingo 14 los venezolanos acudieron a las urnas para elegir al sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez. Una elección sumamente competida que muestra a un país dividido en partes iguales. El nuevo presidente Nicolás Maduro oficialmente recibió el 50.16% de los votos y su opositor, Henrique Capriles el 49.07%. La diferencia fue de 234 mil votos. Maduro, fiel heredero del liderazgo mesiánico y populista de Chávez, se ubica en la izquierda del espectro político; por su parte Capriles es el típico representante de la derecha liberal. Dos posiciones antitéticas.

Pero más allá de buscar analizar los sucesos de Venezuela, quiero  sólo hacer referencias de algunas de las paradojas en la política. La noche del domingo, Maduro, se refirió a las elecciones mexicanas de 2006 y justificó el triunfo de Felipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obrador. Los resultados en Venezuela fueron más cerrados en términos absolutos que en México. Pero Maduro se olvidó de las afinidades ideológicas con la izquierda mexicana y utilizó el triunfo de Calderón para justificar el suyo. Además, Capriles, el candidato de la derecha, solicitó el recuento voto por voto: igual que AMLO en 2006. El candidato Capriles demandó al Consejo Nacional Electoral el recuento porque sospecha que hubo fraude y declara que Maduro será un presidente “ilegítimo”. El mundo al revés.

El pasado miércoles 17, Gustavo Madero, presidente Nacional del PAN, acusó a la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, de utilizar la Cruzada contra el Hambre con fines electorales; el líder del PAN presentó una serie de videos por medio de los cuales se estaría probando la compra y coacción del voto en Veracruz. Justamente este tipo de denuncias en su momento las hizo el PRI contra Josefina Vázquez Mota, secretaria de SEDESOL bajo el gobierno de Vicente Fox. Es decir, supuestamente lo que hacía un partido en 2006, ahora lo hace el otro. Pero además, la polémica señora Robles, que proviene de la izquierda y hoy se declara “apartidista” y ciudadana; criticaba justamente las prácticas de clientelismo político utilizando recursos públicos. El mundo al revés.

Y luego nos quejamos de que los ciudadanos se confundan y perciban que todos los partidos y políticos son lo mismo. Se requiere mucha información y capacidad analítica para situar cada una de las declaraciones y posiciones en su justa dimensión.                                                                                                                   Campañas                                                                                                                                  Hoy jueves 25 de abril, en punto de las cero horas arrancaron las campañas electorales, que concentrarán la atención hasta el próximo miércoles 3 de julio. Serán contiendas intensas, no exentas de ataques y descalificaciones, y que estarán iluminadas por el «fuego amigo».  El PAN nacional y local utilizará el asunto de Veracruz para desacreditar a sus adversarios. En lo que ya ha sido calificado como el «error de abril» por las declaraciones de apoyo del presidente Enrique Peña Nieto a su secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, en el sentido de que «aguante» («Rosario no te preocupes, hay que aguantar’) y no de cuestionar el uso indebido de recursos para la compra y coacción del voto, será utilizado de forma recurrente por las campañas panistas y sobre todo demandando el juicio político para la secretaria Robles y para el gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa. No sólo el Pacto por México se tambalea, sino la luna de miel entre el nuevo gobierno priista y los dos principales partidos de oposición. Son los tiempos electorales los que ponen en tensión los acuerdos precarios. El reto de la alianza Compromiso por Baja California deberá ser contrarrestar la guerra que se avecina con un proyecto de gobierno atractivo, creativo, sólido y viable. Eso y el discurso de la no continuidad le dará más rendimientos que una estrategia basada en responder al arsenal panista que ya ha sido emplazado.

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