Transiciones | Consejeros electorales por sorteo

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Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Valle Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 9 de febrero de 2023

Es lugar común afirmar que los resultados de procesos electorales regulares, equitativos, transparentes y limpios son la esencia de una democracia política o procedimental. Sin embargo, la designación de funcionarios por parte de los congresos, no es un proceso fácil o que siempre llegue a buen puerto; y puede restar legitimidad a los comicios. Un claro ejemplo lo ha sido en nuestro país el nombramiento de consejeros electorales, primero del IFE y posteriormente del INE. Y antes de la reforma electoral de 2014, la designación de consejeros electorales en los órganos locales, conocidos por sus siglas como OPLES.

En la iniciativa de ley de reforma político-electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, que no fue aprobada porque requería de una votación de mayoría calificada en la Cámara de Diputados por implicar cambios a la Constitución, se incluía elegir en votación abierta a los consejeros electorales del INE. Se trataba de democratizar a la cabeza del instituto electoral. Una propuesta arriesgada pues no sería fácil diseñar una estrategia electoral en la que participaran los potenciales votantes mexicanos y sobre todo podría ser muy onerosa. 

La propuesta presidencial se explica por el deseo de superar lo que ha sido la tradicional designación de consejeros. Las diferentes fracciones políticas en la Cámara de Diputados, según su tamaño, decidían por cuotas a quienes entronizar. Ese método ha generado problemas muy graves de legitimidad al órgano electoral nacional (y a los órganos locales, cuyos consejos eran designados a imagen y semejanza). Ha sido muy complicado para los consejeros que llegaron a ocupar su cargo a través de ese método desligarse de dicho pecado de origen.

El académico belga, David Van Reybrouck, en su obra “Contra las elecciones. Cómo salvar la democracia” (Taurus, 2017), ha sostenido que la democracia procedimental no es suficiente y que hay otros métodos para lograr una mejor representación ciudadana. Yo agrego, que el método de insaculación o sorteo les permitiría a los órganos colegiados, en concreto el INE, a los OPLES y a los tribunales electorales, ganar en legitimidad e imparcialidad. Dice Van Reybrouck: “Lo que yo defendía es que, además de las elecciones, se introdujera una combinación de sorteo, deliberación y rotación. Para las decisiones importantes, sugería que las autoridades electas invitaran a algunos ciudadanos (sorteo) para debatir sobre el rumbo que se debía tomar (deliberación) y luego volver a tratarlo con otros ciudadanos (rotación). El sorteo evita que solo los hombres ricos, blancos y con estudios superiores tengan la palabra. Con la deliberación, es decir, con el debate estructurado de los ciudadanos con expertos, políticos y entre ellos, se evita que se imponga solo el instinto. Con la rotación, por otra parte, se evita que solo intervenga una pequeña minoría”.

Lo que propongo en concreto para reemplazar a los 4 consejeros del INE que dejan su cargo en abril próximo es que la Cámara de Diputados lleve a cabo un sorteo. Después de difundir ampliamente la convocatoria, se debe llevar a cabo un riguroso proceso de selección, aplicando todos los filtros necesarios: revisión de trayectorias, conocimientos técnicos sobre procesos electorales, entrevistas, etc. Una vez establecido un número de (probablemente 30) candidatos(as) que cumplan a cabalidad los requisitos establecidos, proceder al sorteo. De esa manera, quienes resulten seleccionados garantizarán que la legitimidad del consejo general se preserve. Su cargo no habrá dependido de la decisión de las fracciones políticas. Se acabarían las cuotas que tanto daño le han hecho a la democracia procedimental mexicana. Por fortuna, la insaculación empieza a ganar terreno entre algunos de los diputados federales que tendrán la gran responsabilidad de elegir el reemplazo de consejeros(as). Sería un buen inicio para el renovado consejo general que tendrá la obligación de vigilar y organizar las elecciones locales de este año en el Estado de México y Coahuila y las presidenciales de 2024.

Dr. Víctor Alejandro Espinoza Valle

El Colegio de la Frontera Norte

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