[:es]Transiciones: De socavones y otras transas[:]

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Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

miércoles 30 de agosto de 2017

[:es]La corrupción corroe las estructuras de nuestro sistema económico y político. La irritación que causa en la sociedad se manifiesta en la brecha que se abre entre clase política y la ciudadanía. De la incredulidad se pasó al hartazgo y al peligro que ello representa para nuestra débil democracia. A diario la confianza ciudadana se hunde en los socavones que se abren por todos lados. Ha sido el principal lastre para el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto.

Pero la corrupción se extiende por todos los ámbitos del gobierno: federal, estatal y municipal, pongo solo tres ejemplos locales que muestran la irracional manera de enriquecimiento ilícito. En primer lugar el proyecto de desarrollo de una nueva ciudad en Baja California llamada Valle de Las Palmas y vendida como la alternativa a la sobrepoblación y la mala planeación de Tijuana.

Como sabemos, normalmente la oferta educativa surge de las necesidades de la población. En este caso, se propuso que se estableciera una unidad de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) con el pretexto de un proyecto integral y bien planeado. En realidad el objetivo fue dar plusvalía a los terrenos. Pronto se demostró que la nueva ciudad Valle de las Palmas era un negocio de constructoras y empresarios depredadores. Hoy, la desolación y la inseguridad son los únicos habitantes: nada de lo que les ofrecieron a los infelices compradores existe. Sólo la universidad en medio de la nada para desgracia de los abrumados estudiantes que son enviados ahí a una tierra de nadie. ¿Y los responsables? Bien gracias, gozando de su multimillonario negocio. Este es un tema que deberá retomar la Comisión Ciudadana del nuevo Sistema Estatal Anticorrupción.

En segundo lugar, la obra que es conocida como el Nodo 20 de Noviembre en la ciudad de Tijuana, que proyectada para realizarse en aproximadamente cuatro meses, hoy llega a su segundo aniversario. Prometido como la solución al tráfico de una zona importante de la ciudad, la obra se ha convertido en el dolor de cabeza para los automovilistas pues por dos años ha obligado a circular por una sola arteria ya de por sí congestionada. Pero el problema no es sólo la tardanza injustificada, sino lo que el tiempo ha develado. La acuciosidad de algunos periodistas permitió conocer que las columnas que soportan al puente principal se están desmoronando. Efectivamente, las imágenes nos hacen pensar en antiguas columnas romanas que el tiempo ha desgastado. Pero en este caso, lo grave es que todavía no soportan el paso de vehículos y están a punto de derrumbarse. No me imagino la tragedia que eso pudo haber causado. La corrupción al descubierto; responsables: ninguno.

En su edición más reciente, el semanario Zeta (semana del 25 al 31 de agosto), en un reportaje de Inés García Ramos, da cuenta de otro ejemplo claro de corrupción. Durante el gobierno estatal anterior, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico se propuso la creación del Consorcio Tecnológico de Baja California. Mediante millonaria inversión y en una zona de la ciudad de difícil acceso y alejada de cualquier centro educativo, “Cinco edificios componen el complejo: El principal alberga las oficinas de la dirección regional de Conacyt y del Cocit. Otro edificio corresponde al Centro de Transferencia Tecnológica(…) uno más al Cidesi y un cuarto estaba asignado al Cideteq, ahora vacío. Ambos forman parte del sistema de centros Conacyt. Mientras que, en la parte posterior, se encuentra un complejo de tres edificios, pensado para albergar incubadoras de empresas, pero que se encuentra en desuso y deteriorado”. Es verdad enojoso pasar por ahí y percatarse del abandono y la soledad de los edificios. Por supuesto nadie asume la responsabilidad por tan lamentable despilfarro que en su momento fue anunciado con bombo y platillo por el anterior gobernador panista.

He presentado sólo tres perlas de la corrupción de las muchas que nos abruman. Si los gobiernos (y sus partidos) quieren recobrar la legitimidad y ganar elecciones, deberán pregonar con el ejemplo. El deterioro en la imagen, por ejemplo, del gobierno de EPN, podría beneficiarse por la acción rápida y certera de un golpe anticorrupción. Pronto sabremos si se toma la decisión en esa dirección. Es muy probable.

Víctor Alejandro Espinoza

El Colegio de la Frontera Norte

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