En primera instancia es importante indicar que la Conferencia de las Partes denominada (COP) es una reunión anual en donde participan casi 200 países, que es auspiciada por las Naciones Unidas, en donde se debate las formas de evitar el Cambio Climático (CC) provocado por la humanidad y adaptarse al calentamiento de las temperaturas, el año pasado se celebró la edición número 28, la que se realizó del 30 de noviembre al 12 de diciembre del año 2023. En esta ocasión la celebración de la COP 28 fue en Dubái debido a que al rotar la presidencia le tocó a los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El referido evento de la COP 28, tiene un carácter global que tiene como objetivo poner sobre la mesa temáticas mundiales sobre la lucha climática, que en esta ocasión además tuvo un Pabellón especial sobre el tema Agua para el clima, en donde se hace evidente la importancia de estos recursos como parte para combatir el CC y en donde por primera vez se reconocer la necesidad urgente de pasar de energía fósiles hacia energía más limpias. Esto último es algo trascendente sobre todo viniendo la reflexión de los principales países productores de petróleo del mundo como fueron EUA
En caso específico de México, al tener una trayectoria de participación activa y regular en las COP s desde Berlín, Alemania (1995) y en donde quizás la presencia más importante fue en la COP16 realizada en Cancún, Quintana Roo, en donde se estableció limitar el incremento de temperatura por debajo de dos grados; fortalecer los mecanismos de transferencia tecnológica, implementar estrategias nacionales de para REDD+ e implementar el Fondo Verde para el Clima. Dichos acuerdos, si bien no los hemos cumplido del todo si avanzamos como la Ley de CC (CEMDA, 2023). Sin embargo, se han debilitado otros aspectos como las instituciones ambientales encargadas de estos temas, los fondos y recursos tanto para prevenir impactos y la mitigación del CC.
Así, en la pasada COP 28, si bien México realizo propuestas interesantes también se encuentra en una encrucijada, ya que enfrenta una serie de retos a cumplir con sus promesas siendo que tenemos un crecimiento basado en el apoyo en la producción petrolera y poco avance en el impulso a la energía renovable. Además, en la pasada COP 28 se anunció que duplicaríamos nuestra capacidad de producir energía de manera ecológica para el 2030 y con ello lograr un 50% de venta de vehículos eléctricos (SRE,2023). Esto sin embargo, implicaría retos importantes para el próximo gobierno mexicano que implica no solo consolidar un crecimiento económico con bienestar social sino además enfrentar una realidad compleja de un desarrollo sostenible con una la agenda política ambiental que no solo incluya los compromisos de la COP 28 sino además el impulso decisivo al desarrollo tecnológico, la sequía y escasez hídrica que permitan el bienestar de las poblaciones actuales y de las futuras.
Lo anterior, porque el tema del agua ha sido tan importante en la COP 28 llevó a contar con el Pabellón del agua para el clima, el cual está liderado por Stockholm International Water Institute (SIWI), en donde los temas prioritarios son: ecosistemas de agua dulce, resiliencia hídrica urbana; y sistemas alimentarios resilientes al agua (Studer, 2024), y que México se comprometió a reducir y hacer más eficiente el uso del agua en sector agroalimentario, así como a restaurar ríos y humedales (Forbes, 2023).
María Eugenia González Ávila
El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Monterrey
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