Este martes 1 de diciembre se instalaron los 300 consejos distritales del Instituto Nacional Electoral (INE) en el país. Se trata del inicio de una etapa fundamental en el desarrollo del proceso electoral 2020-2021. Previamente el consejo general del INE había dado el banderazo de inicio del mismo (7 de septiembre), al que siguió la instalación de las Juntas Locales en cada una de las entidades (3 de noviembre). Es en los distritos electorales donde se materializan las políticas de organización y capacitación electoral. Además, es el espacio en el que se trabaja arduamente para la actualización continua de la credencial electoral (y de la Lista Nominal), instrumento indispensable para ejercer uno de los derechos políticos por excelencia: emitir el sufragio.
Para efectos electorales federales, el país se encuentra dividido en 300 distritos. Son la base para las elecciones de diputados (1 de mayoría relativa por distrito), senadores (3 por entidad) y presidente de la República. Tienen la delicada tarea de seleccionar y preparar a los capacitadores y supervisores electorales que habrán de llevar a cabo toda la estrategia para involucrar a las personas que integrarán las mesas de casilla. Es un esfuerzo titánico debido a la gran dificultad para contactar y convencer a los ciudadanos para que participen. Mediante un sorteo éstos son insaculados (seleccionados) para que apoyen el proceso electoral desde las casillas, lugar al cual acuden los ciudadanos a depositar sus votos. En muchos lugares, el acceso a los domicilios encierra una gran dificultad: por la orografía y, sobre todo, por la inseguridad. Infinidad de anécdotas se acumulan en torno a los desafíos que enfrentan los capacitadores y supervisores electorales. Héroes anónimos, la mayoría de las ocasiones. Se trata de ciudadanos que trabajan de manera temporal en la institución pero sobre quienes recae gran parte de la responsabilidad de llevar a buen puerto una elección.
A nivel federal, en la elección que habrá de culminar el 6 de junio próximo, se eligen 300 diputados de mayoría relativa y 200 plurinominales. En total se renueva la Cámara baja mexicana. Una de las novedades de la reforma electoral de 2014 es que los actuales diputados pueden reelegirse hasta por cuatro periodos consecutivos, es decir, podrán permanecer en su cargo hasta por 12 años, siempre y cuando logren ganar la elección. A nivel federal se estableció que quienes fueron electos en 2018 serían los primeros en tener esa posibilidad de extender su permanencia.
Al respecto ha habido una fuerte controversia en torno a los requisitos o condiciones bajo las cuales podía darse una reelección. Hay quienes sostienen que deberían pedir permiso con antelación para competir por el cargo y no gozar de los recursos regulares. Este jueves 26 de noviembre, la Cámara de diputados aprobó por 454 votos a favor, 4 en contra y 5 abstenciones, que los diputados podrán continuar recibiendo su salario y apoyos legislativos durante el proceso electoral. Será opcional si deciden solicitar permiso. Esto es normal en todas las democracias consolidadas. Sin embargo, en México había una fuerte corriente de opinión que estaba en contra de esa falta de equidad en las contiendas. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas para quienes buscan continuar en el cargo, pues deberán ganar la postulación al interior de sus partidos. Y a veces el “fuego amigo” es más difícil de superar que el de los adversarios.
Una de las novedades del proceso electoral en marcha, es que además habrá elecciones concurrentes en las 32 entidades. Eso implica un desafío enorme de organización y de coordinación entre el INE y los órganos locales. Por ejemplo, en Baja California será la primera elección coincidente de su historia. Se habrán de elegir 8 diputados federales, 1 por cada distrito, 5 alcaldes, 25 diputados locales (17 de mayoría relativa y 8 de representación proporcional) y al gobernador. En virtud del empare electoral, todos los funcionarios que concluyen sus periodos fueron elegidos por dos años. Salvo el gobernador, los demás están en posibilidades de buscar la reelección: los alcaldes por un periodo adicional y los diputados por otro, hasta llegar a 11 años. Ya veremos quien logra la postulación por sus partidos. Estamos ante una elección diferente, sobre todo porque se da en medio de la contingencia sanitaria debida a la pandemia mundial de COVID 19. El reto es enorme para el INE, los órganos locales y desde luego para los partidos políticos.
Víctor Alejandro Espinoza
El Colegio de la Frontera Norte