El próximo 2 de junio, los mexicanos estamos invitados a votar. La acción de votar es voluntaria aunque debería ser un deber cívico para todo/a ciudadano/a que desee un país mejor. Los mexicanos que deseamos un país en donde la pobreza deje de dominar a millones de personas que no tienen suficiencia alimentaria, de salud y de educación; que trabajan en la informalidad sin ninguna prestación y derecho laboral, y sobretodo a los que deseamos el cese de la violencia y la inseguridad en los espacios privados y públicos, nos manifestaremos en las urnas.
El votar está relacionado con el poder de agencia que tenemos los individuos para decidir el destino de nuestros hogares, comunidades y país. Nada más alejado de la realidad, que considerar que votar no sirve para nada, y “que todo seguira igual”, por lo que lo mejor es “no votar”. Por el contrario, esta “inacción”, le deja el campo libre a aquellos que, si votaran, y que decidirán a quien gobernará al país. El voto, aunque es individual, afecta a toda la sociedad, por ello, la relevancia de votar para participar en esta decisión colectiva, que nos afectará a todos. Vote usted por quién desee, pero que su voto vaya más allá de la simpatía por los candidatos, vote por sus propuestas, por sus ideas, no solo por su nombre o partido, o porque le dio un regalo o le llevo un buen grupo musical, eso es temporal, en cambio, la implementación de propuestas en acciones concretas, puede cambiar su vida y la de su familia. Si un/a candidato/a en su municipio, estado o del país, le propusó acciones que pueden beneficiar su economía, su salud, su trabajo y otros aspectos, y a usted le pareció adecuado, vote por el/ella. Tomar en cuenta estas propuestas, y sobretodo analizarlas que tanto pueden llevarse a la realidad, es lo que hace un voto razonado y no solo emotivo.
Vayamos a votar para no darle la razón a los pesimistas que dicen que las elecciones parecen no interesarle a nadie y que de nuevo la gran ganadora será la abstención. Es el momento de mostrar el interés que tenemos por hacer de México un país en donde son sus ciudadanos mediante su voto quienes eligen a sus gobernantes y quienes mediante su exigencia y monitoreo de los candidartos electos deciden el rumbo del país. Dejemos los miedos reales e imaginarios y acojamonos a la protección de las leyes que nos protegen para expresar nuestro voto con libertad y sin presiones. Al final, al momento, que usted está en las urnas, solo usted conocerá por quién voto y sabrá porque lo hizo, solo piense que con su voto decide el futuro de su familia y el país, eso sin duda, le motivrá para expresarse libremente en las urnas.
Finalmente, le hago una invitación más, que en estas elecciones, veamos al voto solo como el primer paso para mejorar nuestro país, el siguiente paso es comprometernos para hacer que los gobernantes que ganen cumplan con sus propuestas de hacer de México un país más seguro, justo e inclusivo. Esto es mediante la exigencia de que cumplan con lo ofrecido, aunque usted no haya votado por quien gane, tiene el derecho de exijirle que cumpla con sus propuestas, e incluso retome las suyas, porque los candidatos electos ya no seran representantes de un partido sino de los mexicanos. Estoy convencida de que en la medida, en que cambiemos la mentalidad de luchas partidistas, sectarias, confrontativas y divisorias, y aspiremos a la creación de consensos en donde todas los mexicanos estemos incluidos, México será un país más equitativo e inclusivo. En estas elecciones no se trata de arrasar con todas las posiciones sino que la diversidad y heterogeneidad de México quede de manifiesto y que la capacidad de crear consensos como país a través de los gobernantes y sus instituciones muestre la madurez democrática del país.
Cirila Quintero Ramírez
El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Matamoros
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