Jesús Aarón García Acosta es licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Fue coordinador del emergente Archivo Histórico de Playas de Rosarito en el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC). Actualmente es estudiante de la maestría en Estudios Culturales en El Colegio de la Frontera Norte y sus temas de interés son sobre la acción colectiva, su relación con la identidad y el territorio. 

El proceso de municipalización de Playas de Rosarito es un referente histórico, político y cultural que ha buscado situarse como elemento identitario para la ciudad. El Comité Pro Municipio (CPM), una asociación civil que protagonizó la lucha municipalista entre 1983 y 1995 para buscar la autonomía político-administrativa cuando Rosarito era una delegación de Tijuana, continúa activa como parte de las sociedades civiles vigentes en la ciudad. En este breve artículo propongo un primer acercamiento a cómo el proceso municipalista se ha convertido en un referente de memoria e identidad que se promueve entre la comunidad rosaritense a través de diversas prácticas de rememoración.

Imagen 1. “No hay quinto malo”, desfile a favor de la municipalización S/F. Fuente: Sociedad de Historia de Rosarito, página de Facebook. 

De acuerdo a la reseña histórica del Cronista de la Ciudad, Juvenal Arias Pérez (2018), la causa principal para el surgimiento de la lucha municipalista fue por la dificultad que tenía el Ayuntamiento de Tijuana para otorgar los servicios públicos que la comunidad rosaritense necesitaba y demandaba. También, menciona que ante la falta de una mejor distribución de los recursos para el desarrollo local (como el alumbrado público, calles pavimentadas y suministro de agua), un sector de la ciudadanía rosaritense optó por organizarse bajo la premisa de que esto se resolvería si la delegación Rosarito se convertía en municipio. Aunado a esto, otra experiencia que dejó entrever un sentimiento de agravio a sus habitantes y se integró a los motivos que catalizaron la movilización, fue la publicación de un decreto expropiatorio de la zona del poblado de Rosarito en noviembre de 1981 (p. 85). En dicho documento, se decretaba la expropiación “a favor del Gobierno Federal, 5 fracciones del rancho El Rosario ubicado en el Municipio de Tijuana, B.C para integrarlas al patrimonio del Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad y de la Vivienda Popular”1.

En consecuencia, esto alertó a un gran sector de la población rosaritense, sobre todo a quienes afectaba sus intereses y para quienes generaba incertidumbre en la vida comunitaria en general. Sin embargo, las acciones expropiatorias del entonces gobierno del presidente José López Portillo no dieron resultado por la presión ciudadana y las complicaciones políticas que llevarían dicha expropiación, por lo que a finales de 1982 se decidió derogar dicho decreto.

Ante tales circunstancias, en la década de los ochenta el Comité Pro Municipio comenzó a constituirse principalmente con la participación de ciudadanos profesionistas, políticos, activistas y comerciantes locales. Nuevamente, en la reseña histórica oficial se menciona que el objetivo principal de esta asociación fue buscar la municipalización a partir de dos vías de acción: la primera se trató de desarrollar un estudio de factibilidad que permitiera darle soporte a las gestiones jurídicas necesarias para integrar a Playas de Rosarito como un municipio más del Estado de Baja California, para así administrar de manera autónoma los recursos que permitirían darle desarrollo a esta localidad. La segunda, consolidar al CPM como un grupo de presión ante las autoridades estatales y federales, a partir de los objetivos principales que establecieron en su acta constitutiva (Arias, 2018, p. 83).

Una vez lograda la municipalización el 29 de junio de 1995 (fecha cuando se aprueba en la XIV Legislatura Constitucional del Estado de Baja California la autonomía local de Playas de Rosarito) el Comité Pro Municipio se mantuvo activo. Como sociedad civil sus principales actividades son dialogar e implementar acciones en torno a temas del espacio público, así como mantener las relaciones con el Estado, el Ayuntamiento Municipal y sus instituciones. Aquí destacaré sus prácticas de rememoración sobre lo que consideran la lucha histórica por Playas de Rosarito. 

Considerando a la memoria como construcción social, las circunstancias y causas estructurales consideradas como agravios para la comunidad rosaritense serían experiencias que marcarían y formarían en la actualidad una serie de recuerdos que se manifiestan como relato histórico y de manera compartida. En ese sentido,  las experiencias vividas de los actores sociales de la lucha municipalista de Playas de Rosarito son recordadas desde el presente, disponiendo así la idea de que la memoria es un ejercicio que se compone en los tres tiempos: pasado, presente, y futuro. Es decir, el pasado corresponde a la memoria y recuerdo de lo que fue, mientras que el futuro se atribuye a expectativas, esperanzas o temores de lo que puede llegar a suceder. Por ello, la memoria es también una re-presentación, la cual trae hacia el presente una realidad ya desvanecida (Sánchez-Costa, 2013, p. 193). 

Esta disposición de memoria colectiva en el CPM ha generado la realización de diversas prácticas que buscan impulsar un ideal compartido, con la lucha municipalista como referente histórico e identitario. Como señala Mendlovic (2014, p. 299), el pasado, construido como memoria, puede  ser reconstruido continuamente por los diferentes grupos sociales de acuerdo a sus intereses y consideraciones en un tiempo presente. 

En ese sentido, propongo que el CPM tiene como objetivo establecer marcos de memoria que constituyen el sentido de pertenencia a través de diversas prácticas de rememoración. Estas serían, por ejemplo, los actos y ceremonias conmemorativas cada 29 de junio, en las cuales la sociedad civil gestiona, en coordinación con el Ayuntamiento y sus instituciones culturales y cívicas, una serie de actividades que rememoran el éxito de la lucha municipalista. En tal conmemoración gran parte de la comunidad rosaritense y los grupos activos asisten y participan en el espacio público. Así, se produce la memoria incorporada, “sin representarse explícitamente a través de palabras o imágenes, el pasado puede mantenerse en la mente por medio de la memoria que se constituye a partir de hábitos sedimentados en el cuerpo” (Mendlovic, 2014, p. 302).

 

Imagen 2. Desfile para conmemorar el XXIV aniversario de la municipalización, organizado por el Comité Pro Municipio. Foto: Aarón García.  

Otra manifestación conmemorativa fue la construcción de un obelisco sobre la municipalización en 1995, ubicado en el sentido norte de la carretera libre Tijuana-Ensenada y en colindancia con la entrada principal de bulevar Benito Juárez. Este monumento representaría la encarnación de la memoria colectiva del CPM a través de una construcción material, que evoca la identidad de una comunidad trayendo el pasado al presente. En ese sentido, me refiero a una memoria inscrita, que se complementa con los procesos ceremoniales que se realizan una vez al año. Otro aspecto que revela este componente de la memoria, es la difusión de una crónica oficial sobre el proceso de municipalización (misma que ya he citado en la primera parte de este artículo), producida desde el CPM y respaldada por figuras culturales, como el cronista de la ciudad Juvenal Arias Pérez. Esto también deja entrever un proceso de memoria cultural, que refiere a una conciencia histórica explícita con la intención de transformar el pasado en “una historia fundacional”, que se liga a identidades grupales y se instala en los ámbitos colectivos-institucionales (Mendlovic, 2014, p. 302).

Imagen 3Preparativos para conmemorar el XXVI aniversario de la municipalización en el obelisco. Fuente: Maritza Cisneros. 

Como señala Sánchez-Costa (2013. p. 199), las representaciones o narrativas históricas (como las del proceso de municipalización de Rosarito), contribuyen a decidir y delinear la identidad comunitaria, manifestando hechos históricos bajo la categoría de un “nosotros”. Por ello, los relatos históricos son un punto clave para la configuración de las conciencias identitarias de un colectivo, en este caso a una escala local. A través de las explicaciones históricas, como las de la lucha municipalista, la ciudadanía rosaritense podría sentirse integrada a una comunidad que trasciende el presente y genera un reconocimiento sobre el lugar donde viven.

Finalmente, hay que señalar que los procesos para socializar la memoria de la lucha municipalista hacia la ciudadanía rosaritense, implican también una práctica política, es  decir, aquello definido como memoria pública, dinámica de creación y recreación de la memoria a partir de procesos de negociación entre los grupos sociales y sus distintas versiones del pasado, que generan ambientes públicos de competencia. Así, las formas de memorias y sus construcciones pueden estar inmersas entre una versión dominante y una popular (Mendlovic, 2014, p. 301). 

Por otra parte, la memoria o los recuerdos históricos también están sujetos a los intereses del presente y del futuro, por lo que se pueden omitir recuerdos incómodos y distorsionar ciertos contenidos de la evocación (Sánchez-Costa, 2013, p. 194). Por ello, no descarto los procesos selectivos de la memoria de los integrantes del CPM en la evocación del proceso histórico que dio por resultado la creación del municipio, ni la manifestación de otras versiones de memoria sobre la lucha municipalista, que respondan o contradigan las versiones oficiales e institucionalizadas. 

Consideraciones finales

En este breve articulo se realizó un acercamiento cultural a un proceso social que parecería más prudente de analizar desde una dimensión política y estructural. Sin embargo, me parece viable identificar la lucha municipalista de Playas de Rosarito como un proceso complejo donde se manifiestan orientaciones simbólicas, identitarias y con intereses en común.

Mi suposición principal fue que los componentes identitarios y de memoria colectiva del Comité Pro Municipio, construidos a raíz de la lucha municipalista, serían recuperados como referente histórico para promover el sentido de pertenencia a la comunidad rosaritense. Esto se vería reflejado en nuevas prácticas actuales del CPM, que consisten, en parte, en socializar a través de narraciones y relatos históricos la lucha municipalista, en función de generar un sentido de pertenencia a la comunidad rosaritense. 

En ese sentido, las prácticas de rememoración como los actos conmemorativos, la creación de un monumento y la difusión de relatos históricos en torno a la lucha municipalista, representaron marcos sociales de memoria en sus distintas acepciones: memoria inscrita, memoria incorporada, memoria cultural y, finalmente, memoria pública

Estos conceptos merecen, posteriormente, un  análisis a mayor profundidad, por ser componentes que se articulan entre sí y permiten identificar el entretejido de la memoria de un grupo, como lo puede ser el actor colectivo que presentamos a lo largo de este texto. 

Referencias bibliográficas 

Arias, Juvenal (Coord.), 2018, La municipalización de Playas de Rosarito. Reseña histórica, RR Servicios Editoriales, pp. 153.

Fernando Sánchez-Costa, 2013, «La fuga de la identidad: memoria, conciencia histórica y cultura histórica» en Fernando Sánchez-Costa y J. L. Palos, eds., A vueltas con el pasado. Historia, memoria y vida, Ediciones de la Universitat de Barcelona, p. 185-211.

Mendlovic Pasol, Bertha, 2014, “¿Hacia una “nueva época” en los estudios de memoria social?”, Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 221, Año LIX, pp. 291-361. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182014000200013 

“Decreto por el que se declara de utilidad pública la ejecución de las acciones necesarias para el mejoramiento y desarrollo del centro de población El Rosarito…”, Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, Diario Oficial de la Federación, Tomo CCCLXIX, No. 7, pág. 12 (versión en PDF). Disponible en:

https://sidof.segob.gob.mx/CopiasCert?fecha=10-11-1981&edicion=MAT&seccion=0&paginas=4-64

Notas al pie de página

  1. “Decreto por el que se declara de utilidad pública la ejecución de las acciones necesarias para el mejoramiento y desarrollo del centro de población El Rosarito…”, Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, Diario Oficial de la Federación, Tomo CCCLXIX, No. 7, pág. 12 (versión en PDF) [Disponible en: https://sidof.segob.gob.mx/CopiasCert?fecha=10-11-1981&edicion=MAT&seccion=0&paginas=4-64, recuperado el 14/04/2020]

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