Bárbara López González. Lic. en sociología, Maestra en Antropología Social, Doctorante en Estudios Culturales en El Colegio de la Fontera Norte (COLEF).

El tránsito en las calles de Tijuana y la vida nocturna, avenida que logra esconder una diversidad de cosmogonías, entretenimiento y realidades que florecen en los colores, sabores y sonidos que la habitan. Abraza a la diversidad en sus callejones y pasajes, los cuales nos brindan una alternativa, una crítica libre para el tránsito del caminante que está en la búsqueda de un sueño. A dónde nos lleva ese sueño, ¿en realidad es un sueño o una necesidad? ¿Por qué se emprende ese camino tan largo e incierto?

Acaso nos hemos cerrado a la idea de compartir el camino con el extranjero que viene a enseñar sobre realidades desconocidas. El extranjero de Simmel que nos dice ser esencial para nuestra propia constitución. El extranjero de Elías que viene de la desigualdad, que está lleno de inquietudes, que lo fuerzan a moverse. O es aquel extranjero extraño, que desconozco y critico por ser distinto. Por no entrar en lo que convencionalmente aceptaría. Es extranjero porque piensa distinto a mí, porque salió y regresó. Vive en la crítica y en la alteridad por no seguir los cánones que la sociedad establece cómo estándares del comportamiento propio.

Esto no es una observación participante, es una reflexión sobre una imagen que me remite a la experiencia vivida en un momento específico. Barthes, diría que despierta en mí un recuerdo donde los olores, los colores, el sonido se vuelven reales; me ubican en un plano que no es el de la fotografía y no es el que se vive en la actualidad, pero que puede ser compartido. No soy la figura del extranjero, y no puedo imaginar el camino vivido por el extranjero.

Esta calle refleja lo propio y lo extranjero en un espacio lleno de diversidad. Es el espacio regional multicultural, y la gente que lo habita reconoce su riqueza y belleza interna. También se empapa de la variedad que aporta el caminante que a paso lento deja marca sobre el espacio recorrido. Ambas perspectivas agregan un toque único a la avenida: se genera un sentido particular. Sus espacios subterráneos, las comidas y la estética que contrastan, nos dan cuenta de un collage que se construye gracias a todos aquellos grupos que se conjuntan en ese paso, dónde está latente el cambio, la hibridación y la mirada de aquellos que los ven pasar.

Referencias:

Barthes, R. (1990). La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Ed. Paidos Comunicación. Barcelona-Buenos Aires.

Simmel, G. (2012) El extranjero.Sociología del extraño.Ed. Sequitur.

001917
Avenida Revolución de noche, Tijuana BC. Fotografía Acervo COLEF.