Este texto reflexiona brevemente, a partir de la perspectiva teórica de Henri Lefebvre, sobre el espacio en relación con la vida cotidiana.

Por Arturo Montoya Hernández

Arturo Montoya Hernández es Licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Maestro en Estudios Culturales por el Colegio de la Frontera Norte (El Colef). Actualmente cursa el Doctorado en Estudios Culturales en El Colef. Contacto: amontoya.desc2019@colef.mx

La reflexión sobre el espacio y la vida cotidiana en las ciencias sociales y humanidades, ha tomado impulso a partir del llamado giro espacial (Soja, 1989, pp 10-11) que define el tránsito teórico y metodológico desde el historicismo formulado en el siglo XIX, y dominante como eje analítico en buena parte de las ciencias sociales del siglo XX, hacia una concepción amplia de la importancia del espacio como complemento de la duración y la temporalidad, en cuanto variables privilegiadas del análisis social. El giro espacial esta vinculado a la formulación de una imaginación sociológica geográfica, capaz de generar nuevos planteamientos de investigación, y de organizar una racionalidad espacial atenta a nuevos fenómenos. El tránsito crítico de una racionalidad histórica, hacia una concepción amplia de la importancia del espacio, defendida por autores como Foucault y David Harvey, ha tomado forma en enfoques de trabajo como la geografía humana y la teoría social crítica, las cuales recuperan el posicionamiento de formaciones discursivas como la geografía marxista y el feminismo (McDowell, 1996).

Uno de los autores considerado precursor de las transformaciones teóricas y metodológicas, que han permitido la valoración del espacio en las ciencias sociales, es Henri Lefebvre, autor asociado al marxismo francés, cuyo trabajo incorpora la reflexión sobre el espacio al materialismo dialéctico. De acuerdo con Soja (1989, p. 46), los motivos originales de la exclusión de la dimensión espacial en las lecturas ortodoxas del marxismo, se encuentran en que la crítica de Engels y Marx al idealismo hegeliano, fue dirigida también a la figura del Estado, en cuanto territorialidad específica que servía de vehículo espacial al desarrollo y culminación histórica del espíritu absoluto. En ese sentido, el espacio fue leído como un fetiche, que pretendía determinar los procesos históricos, a través de una mezcla ideológica de comunalismo local, regionalismo, nacionalismo cultural y Estado, que omitía del modelo explicativo la materialidad de los procesos productivos, las condiciones materiales y las fuerzas de producción.

En contraposición, la postura de Lefebvre, lejos de enmarcarse en la lectura ortodoxa dominante, retoma como parte de su dinámica interna, la teoría política hegeliana del Estado-nación, el materialismo dialéctico y la economía política marxista, y el método genealógico de Nietzsche, atento a lo vivido y a las potencias intempestivas de la voluntad (Lefebvre, 2007). Esta combinación de perspectivas filosóficas modernas, le permite a Lefebvre argumentar en favor de un marxismo flexible, ecléctico y abierto, con el cual combina dialécticamente elementos tenidos por contradictorios en las lecturas tradicionales: conciencia y vida material, estructura y superestructura, objetividad y subjetividad, existencialismo fenomenológico y estructuralismo althusseriano (Soja, 1989, p. 48). En consecuencia, el planteamiento heterodoxo lefebvriano encuentra expresión en la relación de dos dimensiones que se desplazan en el entremedio de la dinámica dialéctica: producción del espacio y vida cotidiana.

El interés por reflexionar sobre el espacio y la vida cotidiana, surge en el trabajo de Lefebvre a partir de las impresiones que causaron en él los proyectos de planeación espacial dirigidos por el Estado mediante la Délégation à l’Aménagement du Territoire et à l’Action Régionale (DATAR), los cuales promovieron cambios en la espacialidad y vida cotidiana de algunas zonas rurales de Francia (Lefebvre, 1975, citado en Soja, 1989, p. 49). De este modo, se hizo patente para el autor, la importancia del espacio y su modulación en la definición de dinámicas sociales, capaces de incidir en los procesos de producción, reproducción y consumo. Como parte de esta reflexión, Lefebvre define la operación de la sociedad contemporánea como una sociedad burocrática de consumo dirigido, en la que el Estado capitalista instrumentaliza un modelo de planificación espacial, que genera un espacio social específico del capitalismo, y administra las prácticas de la vida cotidiana que tienen lugar en él (Soja, 1989, p. 49).

En consecuencia, la reflexión sobre el espacio de Lefebvre, se centra en el proceso de producción de un espacio social, el cual es rastreado en la reflexión marxista sobre la división original entre trabajo material y trabajo intelectual, a partir de la cual surge la división del trabajo y el tiempo libre, la propiedad privada, la división sexual en roles de género, y la organización del espacio en áreas productivas y de esparcimiento (Marx y Engels, 1979, pp. 47-50). Esto implica, no solo que la producción y el consumo, la diversión y el trabajo, quedan divididas desigualmente entre distintos individuos y estratos sociales, sino que el acceso a espacios de vida dignos y a la participación en el espacio público, también se distribuyen asimétricamente.

Referencias

Lefebvre, H. (1975). Le Temps des méprises. Paris: Stock.

Lefebvre, H. (1991). The Production of Space. (D. Nicholson-Smith, Trad.) Oxford & Cambridge: Blackwell.

Lefebvre, H. (2014). El pensamiento marxista y la ciudad. (L. de Cardoza, Trad.) Ciudad de México: Ediciones Coyoacán.

Lindón Villoría, A. (Enero-Junio de 2004). Las huellas de Lefebvre sobre la vida cotidiana. Veredas, 5(8), 39-60.

Marx, C., & Engels, F. (1979). La ideología alemana. Ciudad de México: Ediciones de Cultura Popular.

McDowell, L. (1996). Spatializing Feminism. Geographic Perspectives. En N. Duncan, Bodyspace. destabilizing geographies of gender and sexuality (págs. 28-44). New York: Routledge.

Soja, E. W. (1989). Postmodern Geographies. The Reassertion of Space in Critical Social Theory. London & Brooklyn: Verso Books.