El presente escrito surge de la conjunción de tres voces de mujeres feministas mexicanas quienes vemos en esta importante fecha la oportunidad de entretejer nuestros sentires en tiempos de apabullante distanciamiento social, afectivo y político. Este escenario nos ha permitido revalorar la importancia de la palabra colectiva, que para nosotras resulta un lugar indispensable de enunciación, pues es en la cercanía que generamos a partir de ella donde se fortalece cada una de nuestras voces. 

Voz I

Este 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres; son 39 años de que el movimiento feminista latinoamericano convocara a no olvidar el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en República Dominicana en 1960. “Las Mariposas” fueron víctimas de violencia represiva del Estado por desear un mejor destino para su pueblo. 60 años después, poco ha cambiado con respecto a esta violencia de nuestros Estados latinoamericanos. Hace apenas unos días, una protesta feminista en México fue reprimida con disparos por agentes estatales; el próximo mes serán 10 años de impunidad del asesinato de Marisela Escobedo, madre de víctima de feminicidio, asesinada frente al palacio de gobierno de Chihuahua por exigir justicia. Rememoro hoy para dimensionar la indignación que sentimos; para hacer memoria, para interpelar la rabia y la empatía de quienes nos leen, nos comprenden y de quienes vivimos la violencia, la represión y el castigo todos los días. Cuento esto para que sepan que nos tenemos a nosotras y que el 25N, no es de fiesta, es de lucha y de protesta. 

Voz II

¿Cómo subsanar las fracturas en la posibilidad de que las mujeres tengamos una vida digna, libre de violencias? Resistiendo, insistiendo y persistiendo.

Este día nos recuerda una deuda histórica hacia las mujeres y la necesidad vital de no dar un paso atrás en la denuncia de todas las violencias que nos oprimen. Resistimos desde el hartazgo y la incomodidad ante lo que perpetúa las desigualdades más profundas para nosotras, desde las distintas luchas que están catalizando un cambio político congruente con nuestras necesidades más sentidas. Insistimos en desmantelar todo aquello construido sobre bases regulatorias, sobre naturalizaciones, sobre todo lo que espera “tenernos ahí” vulneradas, controladas y subordinadas. Persistimos poniendo nuestras vidas al centro, muy a pesar de que el sistema capitalista y patriarcal insista en situarlas en las periferias, para sembrar la semilla de nuestra rabia y nuestra voz y así ver crecer nuestro grito: ¡Ni una más! Hoy, como ayer y como será mañana, seguimos en pie de lucha política, esa que nos ha permitido imaginar dignidades posibles que abrazan otras formas de mirar la vida, porque las siembras más bellas son aquellas que no han sido domesticadas.

Voz III

En los últimos meses, las violencias patriarcales históricamente perpetradas contra las mujeres se agravaron ante los ojos de una sociedad que observa desde la (in)sana distancia; mientras, las feministas no hemos dejado de tejer los lazos que sostienen al único movimiento que prioriza una vida digna para todas. Al salir a las calles para exigir el cese a las agresiones, nos hemos encontrado con un Estado que no sólo ignora las demandas y desacredita al movimiento, sino que a través de su brazo armado responde con represión física, ataques sexuales y balas. “La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, se escucha en las marchas y se lee en redes sociales, pues esta sencilla consigna resume la situación crítica que vivimos: ante la ineficacia, la ineficiencia y la violencia estatal, sólo el entre-mujeres crea las condiciones para agrietar las estructuras e idear las fugas hacia una realidad verdaderamente vivible donde nuestra existencia no se ponga en entredicho por una cultura machista que nos niega el bienestar. Este día, como todo el año, reivindicamos nuestro derecho a vivir una vida libre de violencias e instamos a la sociedad y a las instituciones a involucrarse en este proceso de cambio profundo.

Enriqueta Sofía Carbajal Ávila

Contacto: ecarbajal.desc2019@colef.mx

Agnes del Rosario Jiménez Romo 

Contacto: ajimenez.desc2019@colef.mx 

Marisol Anzo-Escobar

Contacto: anzoe.desc2019@colef.mx 

Estudiantes del Doctorado en Estudios Culturales en El Colegio de la Frontera Norte.